“El meollo de todo es la posibilidad de identificar las brechas que crecen en torno a un tema crítico y buscar un punto de encuentro entre dos mundos, porque ahí puede estar la solución a un problema. Eso es lo que buscamos hacer.
Hay brechas que funcionan en base a la población a la que te estás dirigiendo. En el mundo de la innovación social se utiliza este concepto para definir cómo vamos a llegar a sectores de la población que no son necesariamente nuestro público objetivo.
Supongamos que llegas con fuerza a un nicho, un público específico inicial, ganas seguidores y contactos en alguna red social y juntas masa crítica. Tarde o temprano las masas van a seguir la tendencia, incluso los que no están de acuerdo contigo. Los extremos de las brechas son los puntos negativos y positivos. Los que conforman el primero están derechamente en desacuerdo contigo y pueden ser agresivos. Aparecen cuando algo es polémico o viral.
Por ejemplo, cuando hablamos de bullying todos sabemos que es algo malo. En general, estamos de acuerdo en eso. Un público negativo, en este caso, serían las personas que consideran que crecer en un entorno de bullying hace a los niños y las niñas más fuertes. El positivo piensa todo lo contrario.
Yo aplico estos modelos en mis proyectos, porque son fenómenos que se repiten siempre, en todos lados. Cuando un agente de cambio se enfrenta a públicos, la brecha tiene que ver con alcanzar incluso a quienes nos detestan. Si realizo un proyecto pensando solo en quienes me caen bien, y no en toda la comunidad, no estoy cumpliendo mi objetivo.
En mi trabajo busco la manera de llegar a ese público negativo y que piensa distinto a mí. Solo quedan fuera las personas agresivas, las que nos hacen daño.
De hecho, cuando trabajo sobre la acción climática siempre me encuentro con gente que no está de acuerdo con lo que digo. En general sale el tema de la economía. En lugar de atacar a esa persona, busco algo común. Busco la solución en la brecha. Por ejemplo, comentar sobre cómo la innovación en tecnologías verdes puede impactar positivamente la economía. Utilizo su mismo idioma.
Se dice que quienes están en el polo positivo a veces son los más difíciles de convencer. Están en tu mismo mundo, pero si hay una pequeña diferencia se puede paralizar todo. Cómo es posible que pensemos distinto, si hablamos de lo mismo.
Tenemos que desarrollar de manera constante herramientas para lidiar con los conflictos, las brechas, las diferencias”.
Revisa aquí la conversación que tuvimos con Julieta Martínez a propósito del Día Internacional de Acción Climática