paula 1099 sábado 7 de julio 2012
Aunque todavía es relativamente desconocida por el público masivo, pronto veremos a Valentina Muhr multiplicada en pantalla: interpreta a una secretaria que se enamora del protagonista en La noche de enfrente, la película póstuma del director Raúl Ruiz, que se estrena dentro de un mes; también protagoniza la versión fílmica de Las analfabetas, junto a Paulina García, actualmente en postproducción, y es la viuda de Juan José Carrera, en la miniserie de época para Chilevisión, María Graham, dirigida por la cineasta y montajista Valeria Sarmiento, viuda de Raúl Ruiz. "Valentina es una actriz excepcional. Equivalente en su ligereza a Audrey Hepburn. Raúl la apreció mucho cuando trabajó con ella y en La noche de enfrente hace un papel muy lindo y poético", dice Sarmiento. Valentina también cosechó buenas críticas por su actuación en la obra Las analfabetas estrenada en 2011 y ganadora a un Altazor a mejor dramaturgia.
Hace 9 meses la actriz está en Londres estudiando un máster en Performance. "El magíster ha sido un reencuentro con el movimiento y el cuerpo como la mayor herramienta expresiva que tenemos", dice. Titulada de la Universidad Católica, cuando niña hizo ballet y soñaba con ser bailarina, pero a los 12 sufrió un problema a los talones y tuvo que parar. "La performance está muy ligada a la danza y es impresionante cómo el cuerpo tiene memoria. Me queda una memoria muscular y una sutileza al calibrar los movimientos que no se olvida", afirma. Esta conexión con su cuerpo también la reconocen quienes la han dirigido. "Es una actriz inteligente que compromete todo su cuerpo al solucionar lo actoral. Y tiene un foco para trabajar que le permite ser verdadera", dice Paly García.
Apasionada y rigurosa al mismo tiempo, Valentina Muhr desde temprano se ha alimentado de la sabiduría de viejos maestros. Y, sin intimidarse, logró acercarse directamente a ellos. Su gran mentor fue Raúl Ruiz, pero antes también aprendió de Gastón Soublette. "Soublette me hizo el ramo Poética del Acontecer, que fue iluminador. Él citaba a un caballero que recogía la basura en Valparaíso como un gran sabio, y luego saltaba a Carl Jung, te mostraba que no existen jerarquías en el concomiento. Raúl Ruiz también hacía eso en su cine. Compartía esa ironía de aceptar que no sabemos dónde estamos parados y mostraba la belleza de esa complejidad".
El encuentro con Raúl Ruiz
Cuando cursaba su último año de Teatro, en 2007, Valentina Muhr declaró en un almuerzo familiar que su sueño máximo era trabajar con Raúl Ruiz. Justo el lunes siguiente llegó a ver una clase de Teatro de Valeria Sarmiento, buscando un personaje para Secretos, la película que estaba dirigiendo con guión de su marido Raúl Ruiz. Era un ramo donde los alumnos practicaban movimientos y la cineasta observó callada. "A la semana me llamó. Yo estaba maravillada de
trabajar con esta pareja que admiro profundamente", dice Valentina.