Paula 1168. Sábado 28 de febrero de 2015.
Hace un año Florencia Racz (26) lanzó su marca Vasilisa con una colección de más de doscientos vestidos elaborados con telas antiguas de Europa del Este, y que rescatan la moda que seguían las mujeres húngaras de las décadas de los 50 y 60. Durante marzo abrirá su primera tienda en Providencia.
Hace cuatro años la cantante lírica Florencia Racz recibió un regalo que cambiaría su vida: su abuela materna, Teresa Orrego, viuda del grabador y pintor húngaro André Racz, le dio un baúl repleto de vestidos, trajes de mujer, telas y accesorios. La mayoría de esas piezas habían sido parte del vestuario de su carrera como cantante de ópera en el Nueva York de los años 50 y otro tanto había sido de uso personal en Rumania. Con ese tesoro en las manos, y estudios de producción de moda teatral en la Universidad de Palermo y cursos de Historia del Vestuario en el Teatro Colón, ambos en Buenos Aires, además de clases de costura con la diseñadora chilena Juana Díaz, Florencia decidió lanzarse a intervenir y transformar esa ropa. El resultado: una colección de más de doscientos vestidos, ninguno igual al otro, que vende bajo la marca Vasilisa, fundada en enero de 2014, en honor al cuento infantil ruso del mismo nombre del escritor Alexander Afanasiev.
"Me ha interesado hacer estos diseños como tributo a mis antepasados, por un lado, y a que toda esa materialidad con la que están hechos ya no existe", cuenta Florencia Racz.
Además de ser todos confeccionados con telas antiguas, en su mayoría sedas y encajes, de Hungría, Rumania, Rusia y Turquía, que ya no se producen, los vestidos de Vasilisa dan cuenta de las siluetas, colores y estampados usados por las mujeres húngaras de las décadas de los 50 y 60, con variados tipos de escote, hombros al descubierto, cintura muy marcada y grandes faldones. "Me ha interesado hacer estos diseños como tributo a mis antepasados, por un lado, y a que toda esa materialidad con la que están hechos ya no existe", cuenta.
Para ampliar su stock, Florencia suele visitar la feria de San Telmo, en Buenos Aires, y ferias de las pulgas, en Nueva York. "Voy en busca solo de telas y vestidos de los años 50 y 60 confeccionados con estampados de flores y encajes elaborados en Europa del Este y que llegaron allí debido a la emigración o al tráfico que sigue la ropa usada", explica.
Desde $ 34.000, disponibles en tallas S, M y L. Se pueden mandar a hacer a medida. Para agendar una visita al taller, escribir a princessflorencia@hotmail.com. Pedro León Gallo 791, Providencia.
Como accesorios de sus vestidos, Florencia Racz confecciona tiaras como las que usaban las cantantes de coro de la Hungría de los años 50 y 60; collares de estilo afgano hechos con lanas teñidas y metales; y aros de madera lacada, y de cristales checos y mostacilla.
*Desde 2010, Florencia Racz es asesora de vestuario de la cantante Denise Rosenthal.