Paula 1208. Especial Moda, sábado 10 de septiembre de 2016.
¿Quién frente a un clóset desbordado de ropa, zapatos y carteras no ha lanzado un desesperado (y ridículo) "no tengo qué ponerme"? Como a muchas, también le pasó a la inglesa Susie Faux, quien en los 70 fue dueña de la boutique Wardrobe, en Londres, y acuñó el concepto "clóset cápsula" para afirmar que las mujeres no necesitan más que algunos básicos atemporales combinados inteligentemente para armar un clóset estiloso. Actualmente, es consultora de reteailers y diseñadoras,
además de autora de dos libros (www.wardrobe.co.uk).
Tiempo después, en 1985, la diseñadora estadounidense Donna Karan presentó la colección "7 Easy Pieces", que contaba con solo 7 prendas, incluida una pollera, unos pantalones anchos, una camisa blanca y un suéter de cachemira que, sobre la pasarela, no más de 8 modelos combinaron usando un body negro como base.
La cabeza de este proyecto, que naturalmente se ha transformado desde las redes sociales en una causa, es la estadounidense Courtney Carver. Un diagnóstico de esclerosis múltiple la estimuló a ajustar su consumo de ropa.
Hoy, el movimiento del clóset preciso, o clóset cápsula, es liderado por Proyecto 333, que en 2010 nació como un experimento creado por la ex publicista estadounidense Courtney Carver y que cuenta con miles de seguidores en su blog bemorewithless.com. El motor de partida de Courtney fue la esclerosis múltiple que le detectaron en 2006, terremoto en su vida que la hizo replantearse el exceso de objetos que la rodeaban, principalmente ropa, y el sinsentido del tiempo que gastaba todos los días eligiendo qué ponerse, además del abultado presupuesto que llegó a gastar en ese ítem. Decidió, entonces, de manera arbitraria, vivir tres meses usando solo 33 prendas. Para eso, rayó la cancha con 5 reglas que nunca más dejó y mutaron en un gesto natural y beneficioso:
1. Seleccionar 33 prendas, entre ropa, zapatos y accesorios.
2. Sumar la ropa interior, la deportiva (que debe ser usada solo para ejercitarse) y pijamas.
3. La ropa excluida debe guardarse en un lugar con poco acceso durante todo el periodo que dura el desafío.
4. El clóset cápsula debe funcionar para el trabajo, fines de semana y salidas de noche.
5. Si alguna de las prendas se estropea, puede ser reemplazada.
Según se lee en los relatos de mujeres que han realizado en el experimento, publicados en el blog, vestirse con 33 prendas les ha permitido mejorar su imagen, ya que un acotado número de piezas les ha facilitado la tarea de encontrar un estilo propio, además de ahorrarles tiempo y plata. La sicóloga clínica estadounidense
Jennifer Baumgartner va más allá y en su libro You Are What You Wear (2012) afirma que tener menos objetos, entre ellos ropa, ayuda a disminuir la cantidad de “significado” que se les da a las posesiones materiales, por ende, permite conservar lo importante.