Volver a encontrarse con la propia vida sexual
La vida sexual es una dimensión importante en la vida y dejarla atrás es dejarse a una misma atrás. Siempre existen maneras de reencontrarse tanto personalmente como en pareja y aquí hay algunas claves de cómo hacerlo.
La educadora sexual Tamara Villanova dice que muchas mujeres creen que el erotismo o el deseo va a estar en su peak por siempre y, por lo tanto, que será inagotable o constante. “Pero se les olvida que la vida pasa, que nuestros cuerpos cambian, que mantenemos relaciones más estables, que estamos expuestas al estrés, al cuidado de los hijos”. De acuerdo a la especialista, las personas pretenden que su vida sexual sea espontánea siempre pero, ¿se hace algo durante la semana para alimentar ese deseo personal y de pareja? La vida sexual no es solamente coito y se debe entender más allá de eso.
Para Tamara existen muchas formas para reencontrarse con la vida sexual. Uno de ellas es el imaginar erótico, que consiste en una sencilla práctica tiene que ver con el pensamiento ligado al placer y al erotismo, llenando la imaginación con situaciones, acciones, sentimientos, aromas o cualquier aspecto que genere placer. El cerebro es el órgano sexual por excelencia y al imaginar erótico, se identifican las cosas que son agradables para uno. “La idea de esto es conectar con el erotismo. Pasa mucho que las mujeres no se descubren y no saben las cosas que le gustan, entonces llegan a sus relaciones y se quedan con esa idea de lo que fue”, especifica.
La comunicación también forma parte fundamental de este proceso pues ¿cómo sabrá la pareja mis preferencias si yo no se las comunico? Para Tamara sería un error dejar atrás una dimensión tan importante de nuestra vida. Así como las personas, los gustos también cambian, por lo tanto, se debe mantener una comunicación frecuente, abierta y honesta. Bajo esa línea, la especialista menciona que existen dos conceptos interesantes para experimentar la comunicación en las relaciones sexuales que son practicadas por la comunidad BDSM y que, en su opinión, deberían ser consideradas en todo tipo de relación sexo afectiva.
La primera consiste en tres principios básicos conocidos como SSC: seguro, sensato y consensuado. “Todas las dinámicas que se hacen deben ser seguras para ambas partes, sin hacer daño, y consensuado, porque los dos tienen que estar de acuerdo en las cosas que se hacen durante el sexo”. El segundo concepto, es el llamado aftercare, que dice relación al cuidado posterior de las relaciones, es decir, abrir un espacio a la comunicación dentro de la sexualidad para preocuparse del estado físico y emocional de la pareja. “Porque ¿qué es lo que hablamos después de tener sexo? Sería bueno hablar de lo que te gustó, de lo que te hizo sentir incómoda, que te dolió. De lo contrario, ese encuentro quedará como incómodo y puede que el subconsciente a futuro lo evite”, explica Tamara. Dedicar tiempo para este reencuentro es fundamental ya que, como especifica Tamara, no se puede esperar a que este tipo de cosas se den de manera espontánea.
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