Vuelven los 90 en forma de maquillaje

Maquillaje Paula

Con los ojos como protagonistas, el pop noventero regresa con colores fuertes, difuminados y en bloque.




Los 90 están de moda. Primero llegó la tendencia de usar poleras con estampados de los dibujos animados de la época o el revival de grupos musicales que marcaron la década. Y ahora es el turno del maquillaje, que aparece colorido y gráfico volviéndose un elemento especial para enfrentar con algo de positividad las salidas con mascarilla incluida.

“Toda esta tendencia nos explotó en la cara cuando en los premios Grammy de este año apareció una renovada Dua Lipa con un look completamente extraído de los 90”, dice el maquillador Marcelo Bhanu, y agrega: “Es la demostración perfecta de todo lo lindo y bueno de esa época, y por lo tanto merece ser replicado y llevado al día a día”.

Bhanu elabora un manual para llevar esta tendencia al rostro y acomodarla al estilo personal de cada una:

“Lo primero que hay que entender es que aunque se busca replicar un estilo de años atrás, se tienen que aprovechar las tecnologías y productos con los que contamos en la actualidad. La piel queda cubierta sin la necesidad de usar una capa densa de maquillaje como en aquellos tiempos, las sombras son de alta pigmentación, y un buen cuidado de la piel ayuda a que el rostro no necesite de demasiados productos para alcanzar esta pseudo perfección pop”.

Para los ojos, Bhanu recomienda usar sombras con acabado metalizado: “Para trabajar con este tipo de producto hay que usar una brocha plana, así el color más oscuro se deposita en las zonas deseadas, principalmente en el párpado móvil. Luego, con una brocha para difuminar, se hace una transición hacia tonos más claros hasta la altura máxima del arco de la ceja”.

“Para complementar, aplicar varias capas de máscara para pestañas. El objetivo es conseguir definición, volumen y densidad. Para esto, recomiendo trabajar con pocas cantidades a la vez y esperar que se vayan secando entre capa y capa. Así se consiguen pestañas con efecto de patas de araña. Se puede usar lápiz delineador blanco en la línea húmeda del ojo para que el maquillaje, aunque si se busca un efecto menos dramático, se puede cambiar por uno en tono beige o nude. Así el ojo se ve más abierto y luminoso”.

Otra recomendación para hacer un trazo pegado a la pestañas es dejar de lado el delineador negro y apostar por lápices azules intensos y opacos. Para hacerlo, se debe difuminar hacia los extremos y así conseguir un efecto almendrado que alarga al ojo.

Pero el smokey eye colorido no es lo único que vuelve desde los años 90. “También se pueden trabajar bloques de color en los párpados con tonos súper intensos y usando productos como sombras con alta fijación aplicadas con una brocha plana sin superar el límite del párpado móvil ni de la cuenca del ojo”, asegura Bhanu.

Para complementar, se mantiene la tendencia de contornear el rostro pero de manera más suave, sin usar polvos bronceadores mucho más oscuros que el tono natural de la piel y haciendo correcciones mínimas del colorido del rostro para así no crear una sensación de densidad. “La boca se mantiene neutra, en tonos nudes o marrones”, dice el maquillador y termina: “Fieles a la época, podemos reemplazar esto por un delineador de labios en un tono lo más natural posible y encima usar bálsamos labiales poco pegajosos, para no tener problemas con las mascarillas. Para que sea todavía más noventero, recomiendo optar por bálsamos con sabor a fruta”.

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