“Fue una experiencia un poco inesperada lo que nos pasó”, cuenta al iniciar esta conversación Marisol Alarcón, asegurando que vivió una situación que le ocurre a muchos emprendedores, que empiezan un camino y terminan descubriendo otras rutas de potencial impacto. Con 38 años, y los últimos 7 liderando desde Chile Laboratoria, la plataforma de impacto social que la ingeniera comercial fundó junto a otros cinco socios latinoamericanos, cumplió una etapa para el equipo detrás del proyecto feminista. “Era un momento para sentar nuevas ideas”, agrega.

El emprendimiento que permitió que miles de mujeres en el continente se capacitaran y reconvirtieran sus labores hacia la industria TI, y que ha sido reconocida por figuras como el expresidente Barack Obama o el creador de Facebook Mark Zukerberg, e incluso apoyada por Google el año pasado para aumentar su impacto en la región, se vio forzada a replantear sus prioridades; ver qué hacer frente a un producto paralelo que habían creado al alero de Laboratoria.

Hace cuatro años, las empresas que contrataban a las mujeres como desarrolladoras en sus equipos, empezaron a pedirles ayuda para mejorar sus propios procesos de transformación. “Ellos hablaban de transformación digital, pero pronto nos dimos cuenta de que nuestro acompañamiento era más de transformación de personas, de cultura, de liderazgos para la era digital”, relata Alarcón. Fue así como levantaron una nueva línea de trabajo en paralelo al bootcamp, siempre priorizando el impacto de nuevas profesionales mujeres en la industria tecnológica.

El camino de la nueva área creció hasta formar a más de 10 mil personas del mundo corporativo en torno a nuevas metodologías, acercando tecnologías a los desafíos a combatir en cada organización que los requería. Tanto Marisol como su equipo se encontraron con un talento “invisibilizado”, viendo los efectos que había en personas que trabajaban en roles que consideraban que era “imposible innovar”, para luego cambiar las formas en las que respondían a sus responsabilidades, junto con mantenerse vigentes en el tiempo frente a una economía cambiante que requiere de reconversión laboral.

Fue a mediados del año pasado cuando se vieron obligados a decidir qué hacer. Definieron que si se trabajaba por separado la adaptabilidad en las empresas podrían alcanzar un mayor potencial, sin mermar lo conseguido con Laboratoria, que rediseñó su estrategia para que las próximas generaciones puedan participar desde cualquier parte de Latinoamérica de manera online. Tomaron la decisión de separarse en dos organizaciones distintas, creando esta empresa hermana que se haga cargo de la transformación en las empresas. De los 6 socios repartidos en Latinoamérica, Alarcón y dos más tomaron las cuerdas de Kaudal, el nombre elegido para expandir la nueva empresa.

El primer diagnóstico que levantaron los llevó al concepto de la adaptabilidad. Marisol Alarcón considera que durante el último año se ha hablado mucho de nuevas metodologías o de herramientas tecnológicas, pensando que si las organizaciones adaptan dichos procesos van a generar el cambio deseado en la cultura de la empresa. Pero muchas veces no es así.

“Nosotros somos agnósticos a la herramienta, a la metodología”, asegura la cofundadora de Kaudal, afirmando que el pilar debe estar puesto en “destapar en las personas esa creencia en sus capacidades y en su potencial de cambio”. Más allá de forzar a adquirir nuevas aplicaciones o utilizar mejor sus tiempos laborales, la organización pretende potenciar la adaptación como una habilidad innata del ser humano.

En concreto, Kaudal ofrece entrenamientos basados en Big data, proveniente de una novedosa herramienta creada para los fines de la startup llamada “AQ test”, el cual mide el coeficiente de adaptabilidad de las personas y de los equipos en seis dimensiones distintas. Quienes participen de los programas, acudirán a estos diagnósticos que permiten entender el estado de las personas, equipos o emprendedores de su negocio, definiendo tres características principales.

Bajo un cuestionario de 50 preguntas, el algoritmo levanta un perfil de personalidad, indicando cualidades y fortalezas frente a los procesos de cambio. Lo interesante del AQ Test para Alarcón es que permite desarrollar las transformaciones en equipo, siendo una información útil tanto a nivel individual como para las empresas, para poder saber quiénes se sienten preparados para asumir nuevos roles, o quién se alzaría mejor en este tipo de nuevo de nuevos desafíos. “Te da información súper interesante en torno al perfil de la persona y como esta se puede seguir potenciando en el tiempo”, complementa.

Con la información recogida, la plataforma diseña los entrenamientos que duran entre 6 a 20 semanas, donde los expertos se inmiscuyen en las rutinas, al fortalecer las dimensiones de la adaptabilidad más prioritarias. Al final, cada participante se lleva recomendaciones para seguir potenciando sus cambios en el trabajo. Además, la institución recibe un AQ Dashboard, con una serie de recomendaciones para crear un ambiente más propicio para el cambio, donde pueda apalancarse más en la capacidad adaptativa de su talento.

“Armar toda una estructura nueva no es algo fácil ni automático, pero la verdad es que estamos súper felices de haberlo hecho, porque creemos que tenemos la posibilidad de tener más impacto al final del día”, explica Marisol Alarcón, agregando que Kaudal no solo contempla trabajar con mediana y gran empresa, sino que parten también armaron un programa enfocado en dueños de pequeños negocios.

“Pensamos que quienes están empujando su propia pyme también se beneficiarían de este tipo de conocimiento para poder adaptarse más rápido”, detalla Alarcón, informando que este tipo de experiencia requerirá de solo de una hora al día y trabajarán las áreas de inclusión tecnológica y metodologías para el negocio para pymes.

Hasta ahora, Kaudal cuenta con oficinas virtuales en Perú y Chile, tomando los clientes con los que venían trabajando desde el bootcamp. Consideran los primeros meses un periodo de transición, en los que ya han formado proyectos con el Ministerio de la Mujer, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) o Falabella por mencionar algunos casos. En cuanto al programa para pymes, este ya cuenta con clientes locales como el municipio de Renca, además de otros procesos en Perú y Honduras.

Las principales expectativas de la reciente empresa es llevar la experiencia donde cuentan con presencia de Laboratoria. México, Colombia y Brasil vislumbran como los próximos destinos, pensando en que el proceso de transformación al interior de las grandes organizaciones requerirá de apoyo externo con mayor fuerza en la región. Una oportunidad de mercado marcada por la falta de riesgo a salir de “la zona de confort”. Alarcón toma un estudio global de IBM sobre la brecha de habilidades, donde más de 5 mil ejecutivos entrevistados estuvieron de acuerdo en que la adaptabilidad era la habilidad más crítica en la fuerza laboral actual, incluso sobre otras habilidades técnicas también importantes.

Incluso, la cocreadora de Kaudal ve en su propia experiencia lo que buscan promover. Estudió Ingeniería Comercial pensando en la habilidad de gestión para lo social. Aunque mucha gente le insistió que dedicarse a buscar soluciones “no traía lucas”, ella defendió su propósito de vida. “Nos han invitado a ser firmes como un roble, y cuando alguien quiere ir por un camino un poco distinto son cuestionados”, relata, pensando que esas ideas se han acabado frente a las nuevas generaciones, y que las empresas deben dejar de priorizar el talento pensando en memorizar o resolver problemas siguiendo instrucciones. Más bien, Kaudal invita a aprender a resolverlos ocupando el pensamiento crítico, algo que se consigue cuando los participantes de una organización son más flexibles ante el cambio y aprenden nuevos procesos.

La capacidad adaptativa, dice, es la base para adquirir cualquier conocimiento, y el objetivo de la empresa será presentar esta posibilidad de vivir las transformaciones, evitando procesos complejos que con la ayuda de expertos puede cambiar el panorama.