La GenIA podría ser el motor del futuro laboral chileno
De acuerdo a un estudio realizado por el CENIA, Futuro del Trabajo SOFOFA Capital Humano y un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, esta tecnología podría contribuir a incrementar el PIB local en un 12% y el 50% de la fuerza laboral podría mejorar su productividad. La investigación evaluó el impacto de estas herramientas en las cien principales ocupaciones en el país.
El panorama laboral está en constante crecimiento y evolución, y la inteligencia artificial generativa (GenIA) aparece como un nuevo protagonista con la capacidad de contribuir a la productividad y crecimiento del país. Según un estudio lanzado hoy, que es liderado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), Futuro del Trabajo SOFOFA Capital Humano y un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, esta tecnología podría ayudar a acelerar sus tareas en las principales ocupaciones del país.
El informe, llamado “Oportunidades de la IA Generativa en el Futuro del Trabajo en Chile”, no sólo cuantifica esas oportunidades, sino también estima el impacto económico que estas tendrían. Si los trabajadores locales adoptaran este tipo de herramientas, les permitiría ser más eficientes en sus labores y destinar el tiempo restante a tareas enfocadas en mejorar productos y servicios, un tiempo que representa el equivale al 12% del PIB anual. ¿Qué significa la cifra y qué tan factible es el cambio?
El estudio evaluó el impacto potencial de la GenIA en las cien principales ocupaciones en el país, que significan el 62% de la fuerza laboral nacional —unos 6 millones de trabajadores—. Usando metodologías con alta precisión, los investigadores descompusieron cada empleo en tareas específicas y las clasificaron según su exposición a la aceleración mediante la IA. 4,7 millones de empleados locales podrían incrementar en más de un 30% la eficiencia de sus tareas usando herramientas de Gen IA, lo que significa que el 50% de la fuerza laboral chilena tiene la oportunidad de aumentar su productividad.
Oportunidades laborales en la era IA
Entre los hallazgos más relevantes, se identificó que el 48% de las tareas asociadas a estos trabajos podrían ser significativamente aceleradas. Los desarrolladores de software, por ejemplo, lideran esta lista, con un 87% de sus tareas susceptibles a mejora, seguidos por los especialistas en políticas públicas (84%), analistas de sistemas (80%) y profesores de educación media (75%). Las cifras dejan en evidencia cómo la tecnología no solo beneficia sectores técnicos, sino también actividades ligadas a la administración y educación.
Además, el estudio destaca la correlación entre ingresos laborales y exposición a la IA generativa. Los empleos con mayores oportunidades de aceleración normalmente tienen mejores sueldos: las ocupaciones con más del 60% de sus tareas expuestas tienen un salario promedio ponderado de $1.655.225, mientras que las con menor exposición —menos del 30%— promedian $699.234. Entonces, la relación significa un desafío por garantizar que los beneficios de la tecnología se distribuyan equitativamente.
Por otra parte, trabajos que son principalmente manuales o físicos, como operadores de maquinaria pesada o empacadores, tienen menores niveles de aceleración, con un 20%. A pesar de eso, las cifras no reducen la necesidad de invertir en capacitación para todos los sectores, considerando que incluso las labores menos expuestas podrían beneficiarse indirectamente de la automatización en procesos complementarios.
Impacto económico y social
Además del impacto directo en la productividad, el estudio estima que la adopción de la GenIA podría significar un aumento del 12% del PIB chileno, equivalente a miles de millones de dólares en valor agregado. El incremento no se limita a sectores específicos, sino que se extiende a sectores como educación, pymes y el sector público.
El estudio destaca que los profesores que tienen una alta carga administrativa podrían bajar a la mitad el tiempo utilizado en tareas burocráticas gracias a estas tecnologías. No solo aliviaría el trabajo diario, sino también permitiría orientar más tiempo a actividades pedagógicas y mitigando el déficit de profesores proyectado para 2025.
En cuanto a las pymes, que son el 98% del ecosistema de empresas local, la IA podría ser fundamental para cerrar las brechas de competitividad. Áreas como ventas, contabilidad y diseño gráfico tienen un alto potencial de aceleración, lo que facilitaría a las empresas reducir los costos y mejorar la eficiencia operativa.
El sector público también se podría beneficiar. Tareas como la gestión documental, el análisis de datos y atención a los usuarios podrían volverse más eficientes, lo que mejoraría la calidad de los servicios. Estas mejoras son relevantes para el país, considerando que aquellos que utilizan servicios públicos crecen constantemente y donde la eficiencia del aparato estatal es clave para el desarrollo.
Desafíos para la adopción masiva
A pesar de las cifras, que pueden parecer alentadoras, la implementación de la tecnología tiene ciertas barreras. La primera es la necesidad de capacitación masiva. Actualmente, Chile requiere entre diez mil y treinta mil técnicos y profesionales con competencias digitales para cubrir la demanda de tecnologías IA. El déficit deja en evidencia la urgencia de incluir habilidades vinculadas a la inteligencia artificial generativa en todos los niveles educativos y programas de capacitación laboral.
“Nuestros esfuerzos deben centrarse hoy en formación en competencias digitales para la IA”, dijo Aisen Etcheverry, ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. “Si no lo tomamos como una tarea común, simplemente no llegaremos... El desafío es enorme: hay que incluir estas competencias en distintas etapas de la vida, porque nuestra ciudadanía no puede quedar fuera dadas las múltiples oportunidades, sobre todo laborales, que se ofrecen”, planteó.
En este contexto, iniciativas como la donación de USD$750 mil por parte de Google, orientada a capacitar a más de 65 mil trabajadores en el país, son pasos necesarios para cerrar la brecha. Así también, la conformación de la Mesa de Coordinación “IA al Servicio de las Personas”, que une a actores públicos y privados, quiere garantizar una transición inclusiva y sostenible hacia un mercado laboral impulsado por IA.
Álvaro Soto, director del Centro Nacional de Inteligencia Artificial, destacó que el estudio demostró la gran oportunidad que entrega la IA para aumentar la productividad de la fuerza laboral. “Uno de los talones de Aquiles de nuestra fuerza laboral es que no es tan productiva, pero con estas nuevas herramientas de IA, más que un reemplazo, lo que se nos ofrece es la oportunidad de aumentar las capacidades, con trabajadores que pueden ser más productivos y lograr un desarrollo más pleno en sus distintas labores”, argumentó.
Otro desafío existente es el de mitigar los riesgos vinculados al desplazamiento laboral. Aunque la IA no necesariamente reemplace puestos de trabajo, sí puede transformar cómo se realizan las tareas y eso genera incertidumbre en algunos sectores. Sobre esa situación, el estudio recomienda diseñar estrategias de reconversión laboral y establecer marcos éticos para el uso de la tecnología.
Con un enfoque colaborativo entre el sector público, la academia y las empresas, la IA generativa podría convertirse en el motor de una nueva era de crecimiento y bienestar local. Las brechas digitales y los riesgos asociados al desplazamiento laboral son temas que requieren atención inmediata, pero las oportunidades de transformación que entrega la tecnología son innegables.
Chile tiene la posibilidad de liderar esta revolución tecnológica en Latinoamérica y de hacerlo con un enfoque inclusivo y sostenible. Natalia Lidijover, gerenta general de OTIC SOFOFA, se refirió a la capacidad que tiene Chile para liderar la adopción de Gen IA. “No solo depende de la inversión en tecnología, sino también de la formación de una fuerza laboral capacitada que pueda aprovechar al máximo estas herramientas”, comentó.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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