Rapa Nui impulsa el plan “Viaje Seguro” para paliar efectos del Covid-19
El protocolo busca reimpulsar el turismo en la isla, su principal ingreso económico, creando aduanas sanitarias más exhaustivas en los aeropuertos Pudahuel y Papeetee. El alcalde dice que el Estado "tiene abandonada a la isla", mientras el desempleo en la zona subió al 12%.
La tarde del 17 de marzo fue la última vez que un vuelo comercial de Latam llegó al Aeropuerto Internacional Mataveri, luego de que autoridades de Rapa Nui determinaron “cerrar las puertas” para evitar una propagación del coronavirus.
La isla, que tiene como motor de su economía al turismo, alcanza a la fecha un 12% de desempleo, indica el alcalde Pedro Edmunds, como parte de los efectos de la paralización de las actividades.La medida preventiva busca evitar repetir la historia ante crisis sanitarias que han afectado históricamente al pueblo ancestral, con la muerte y reducción de indígenas desde inicios del siglo XIX por enfermedades como la viruela, la lepra o la tuberculosis.
Esta vez, hubo siete casos de Covid-19 -todos recuperados a fines de abril-, pero tras el fin de la cuarentena, la municipalidad instaló el “Tapu”, concepto para referirse al encierro voluntario basado en la convivencia y el respeto a las normas de la naturaleza, que estará vigente hasta el 31 de mayo.
En la isla cuentan con solo 16 camas UCI y tres respiradores artificiales en el único hospital que hay; realizar clases a distancia resulta complejo, por la mala calidad de internet; y para los empresarios de la zona, reinventarse ante la crisis resulta un problema, ya que las opciones se reducen a venta de víveres, algo que se ha visto afectado por la falta de abastecimiento, pasando de llegar dos vuelos diarios a solo uno semanal.
Ese es el caso Carolina Edwards, dueña del restaurant Te Moana, uno de los locales más conocidos entre los turistas, quien tuvo que despedir a sus 20 trabajadores, ya que mantener abierto u ofrecer servicio de delivery “no es rentable”, dado que el dinero escasea y los habitantes no están acostumbrados a la modalidad. Un ejemplo que se repite no solo en la isla, sino que afecta a todo el turismo en Chile.Frente al panorama, el municipio enfocó las decisiones bajo el prisma del plan AMOR, creado en un cabildo ciudadano en 2012 y que rige los destinos de Rapa Nui con miras a 25 años. Su rol en la emergencia sanitaria tiene dos aristas determinadas: salvar vidas y velar para que el daño de esta pandemia sea el menor posible. Ante esto, lo primero que se hizo fue un operativo social para la salida de 1.150 turistas que quedaban en la isla y el retorno de cerca de 480 isleños que estaban en el continente.
Otra medida fue que los ahorros del municipio, acostumbrados ir en apoyo social al sector vulnerable, fueron redestinados al plan de empleo para los trabajadores del turismo. “Tuvimos que adecuarnos a la realidad de hoy y juntar un pozo de alrededor de 600 millones. Tenemos recursos propios para finales de julio y principios de agosto, pero más allá no tenemos para sustentar la situación”, sincera Edmunds, agregando que el escenario en las empresas “es más compleja aún”, pues Rapa Nui no tributa, debido a lo cual las empresas quedan afuera de beneficios tomados durante la emergencia.
Ordenando Rapa Nui
Contemplado dentro de la estrategia, el municipio creó el “Plan Pro Empleo Rapa Nui”, que busca revertir la situación económica de los habitantes, abarcando oportunidades laborales a 500 personas (residentes y rapas) que perdieron su fuente de ingresos. “El objetivo es crear empleo de corto plazo, que permitan responder los requerimientos de la comuna”, asegura el alcalde; oficios que buscan impulsar la seguridad alimentaria con programas de siembra, huertos familiares y alimentación saludable, renovar y mantener espacios públicos, entre otros.
El plan, según el director de turismo del municipio, Uko Tongariki, abarca también “ordenar nuestra casa para atender bien al turista”, aprovechando el descanso de las operaciones para la limpieza costera de la bahía de Hanga Roa y del fondo marino, el resguardo y promoción de los valores culturales, fomentando talleres de artesanía y de la lengua rapa nui bajo el apoyo a emprendedores con alianzas entre pymes.
Otra de las funciones será trabajar en el abastecimiento de insumos médicos y de consumo básico, trabajando con Latam para el transporte aéreo de dichos productos, además del subsidio a dos aviones charter por parte de la Cámara de Comercio local.
Estrategia Viaje Seguro
Rapa Nui está impulsando el plan estratégico “Viaje Seguro”, que contempla un protocolo para asegurar el bienestar de los futuros turistas. El proyecto, trabajado por profesionales locales en conjunto a epidemiólogos del Colegio Médico, la Universidad de Chile y Universidad Mayor, busca crear “aduanas sanitarias más exhaustivas” para el ingreso a la isla. “La distancia y el aislamiento geográfico constituyen razones suficientes para establecer aduanas eficientes, que logren filtrar la llegada de enfermedades y pandemias como la actual”, argumenta el director de turismo Uko Tongariki.
La idea es que el protocolo se establezca en los dos puntos de ingreso, es decir en los aeropuertos de Pudahuel y Papeete (Tahití), contando con una realización exhaustiva del estado de salud de viajero, garantizando “al menos” un test PCR entre 24 a 48 horas antes del vuelo y, en caso de que no se realice el examen, se prohíba el ingreso, explica el alcalde Edmunds. El director de turismo indica que se buscará trabajar con su par polinésico para superar las barrera legislativas e idiomáticas. Sin embargo, la prioridad será “el viajero nacional”, apelando a los diversos estudios sobre cómo volverá a funcionar el turismo tras superar la pandemia.
Acostumbrados a recibir dos vuelos diarios con 300 pasajeros cada uno, con una pernoctación promedio de 3,5 a 4 días, el plan también contempla que en caso de que exista un porcentaje de duda, pueda ser abordado por profesionales de la salud al interior de la isla. El alcalde de Rapa Nui dice que la innovación de la estrategia exige también apoyo y gestión, por parte de las autoridades del Ministerio de Salud, por lo que busca que el proyecto pueda convertirse “en una ley especial o decreto con Fuerza de Ley”.El plan ya ha sido discutido en la Comisión de Zonas Extremas y Territorios Especiales del Senado, y representantes legislativos han demostrado su apoyo a la creación.
La senadora por la región de Valparaíso, Isabel Allende, señaló que la medida de aduana para el lugar debe mantenerse “por al menos un año”, mientras que su par de distrito, Francisco Chahuán, hizo un llamado a los ministerios de Interior, Segpres, Economía y Hacienda para incorporar esta condición excepcional.
Ante los planes nacidos desde el propio pueblo, Pedro Edmunds asegura que han sido criticados por la autoridad nacional, “pero tampoco nos dicen cómo hacerlo”. “Creo que si nosotros instalamos esta barrera en Pudahuel, la ciudad con más casos en Chile, podríamos empezar a trabajar otra manera de viajar, que asegure que el viajero y la agencia de viaje puedan resguardar su salud”, puntualiza.
Sobre las medidas adoptadas ante la crisis, el alcalde las califica de “correctas pero insuficientes”, criticando que “tienen abandonada a la isla, sin ningún aporte del Estado”. Edmunds va mucho más allá, arguyendo que con la crisis del coronavirus “me deja claro de que con mayor razón debemos luchar por cambiar nuestra constitución, y lo primero que debemos luchar es por el respeto a los pueblos originarios. Los indígenas polinesios han demostrado con creces estrategias de sustentabilidad y de sobrevivencia que nos han llevado a velar por nuestra seguridad estos días”.
“Conforme al Convenio 169 de la OIT, la isla como etnia debe postular a un Estado con autodeterminación total”, dice el alcalde de Rapa Nui. “Que sigamos siendo chilenos, que tengamos resguardo del país, pero la libertad de hacer inversiones, de hacer planes y programas de sustentabilidad para nuestra gente y para la posteridad”, sentencia.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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