La molestia de los radicales y liberales por no ser incluidos en el “manifiesto del Socialismo Democrático”
Los presidentes de ambas colectividades manifestaron su descontento con el PPD y el PS por haber redactado un texto a nombre de la coalición sin consultarles. "Con este documento, siento que no reencantamos a la ciudadanía", lamentó el líder del Partido Radical.
Lejos de actuar como una invitación a la reflexión, el Manifiesto del Socialismo Democrático redactado por reconocidos dirigentes del Partido Socialista (PS) y el Partido por la Democracia (PPD) -como Guido Girardi, Ricardo Solari y Andrés Santander- ha generado intensos roces al interior de la alianza de gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Sin ir más lejos, los presidentes del Partido Radical y del Partido Liberal, quienes son parte del Socialismo Democrático, cuestionaron que se haya marginado a sus colectividades de la redacción del texto que se hizo en nombre de la coalición.
“Somos continuadores de 24 años de gobiernos de centroizquierda y de lo que va de corrido del mandato del Presidente Gabriel Boric: es en esa tradición política en la que nos inscribimos y que reivindicamos con orgullo. Pero somos también realistas en reconocer que la agenda de gobierno de la Concertación, de la Nueva Mayoría y de un gobierno de dos coaliciones (2022-2026) es absolutamente insuficiente para enfrentar el nuevo mundo que se nos viene encima, y que ya comienza a asombrarnos”, se lee en el borrador del texto.
El presidente de los radicales, Leonardo Cubillos, dijo a este medio que “ni el Partido Radical ni el Partido Liberal hemos participado ni directa ni indirectamente en el documento”. Según relató el timonel, el texto les “fue presentado institucionalmente por los presidentes del PPD y del PS el día lunes. Nos contaron de su origen y finalidad y nos pedían sumarnos y ser parte del proceso que están llevando a cabo. En nuestro caso, someteré al conocimiento de nuestra comisión política y nuestra directiva nacional, a fin de pronunciarnos si estamos de acuerdo o no”.
Cubillos aseveró que “ante una primera lectura, es valioso que se hagan este tipo de reflexiones. Pero lo más relevante es que sean participativas y colectivas antes de que se den a conocer los documentos públicamente. Si no, se convierten en documentos casi como contratos de adhesión. Lo que no compartimos es la forma”.
Sobre este último punto, la tarde del martes la presidenta del PS, la senadora Paulina Vodanovic, aseguró que el escrito se compartió “en forma privada” y que “no era para la difusión pública”.
El líder de los radicales aprovechó de advertir que “el riesgo del documento es que solo le importe a los partidos políticos. El desafío es reencantar a la ciudadanía. Con este documento, siento que no lo hacemos”. El líder de los radicales tiene un punto, en consideración de que el Socialismo Democrático ha sido crítico -en varias oportunidades- de la importancia que el Frente Amplio y otros colectivos más a la izquierda le dan a los simbolismos.
En la misma línea, el presidente del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa, remarcó que “de las primeras hojeadas que le he dado, puedo decir que es un esfuerzo del PS y el PPD por hacer un diagnóstico. Sin embargo, es un esfuerzo del PS y el PPD, no del Socialismo Democrático. Nosotros, Leonardo y yo, nos enteramos el lunes del texto, nos lo hicieron llegar ayer. El Socialismo Democrático no ha participado en esto y ellos (el PS y el PPD) están atribuyendo una propiedad a quienes no somos propietarios de este texto. En ningún caso lo sentimos como parte del Socialismo Democrático. Si va a haber algo que emerja de la coalición, obviamente tenemos que participar desde la génesis”.
El martes, desde el Senado, el presidente del PPD, Jaime Quintana, afirmó que el “documento se ha trabajado durante largos meses, muy transversal, que está buscando ser un insumo para la discusión más profunda. Esto no tiene que ver con los ciclos electorales venideros, ni siquiera gubernamental, esto trasciende este gobierno”.
Por su parte, Vodanovic agregó que el texto no responde a “una discusión electoral”, sino que “tiene que ver con el país que queremos, con pensar en el futuro y, por lo tanto, no tiene impacto en una negociación. No tiene que ver con las listas. Por el contrario, tiene que ver con algo de mucho más largo plazo”.
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