Son aproximadamente 100 mil millones de productos para la menstruación los que se botan cada año en todo el mundo, desechos altamente contaminantes que demoran siglos en degradarse. A pesar de que cada vez hay más mujeres que deciden utilizar toallas reutilizables, copas o calzones menstruales, la mayoría de quienes menstrúan siguen usando productos desechables, y al hacer el cálculo, los números no dejan de impactar.
Si se piensa que la vida fértil femenina puede tener una duración de alrededor de cuatro décadas, abruma dimensionar la cantidad de material no reciclable que termina en la basura, generando un impacto medioambiental que tarda cientos de años en eliminarse. Es por ello, y también por los beneficios económicos que conlleva a largo plazo, que el uso de productos sustentables se ha transformado en una alternativa cada vez más atractiva, aunque muchas personas aún no están familiarizadas con esta opción.
Andrea von Hoveling, ginecóloga de Clínica Santa María y delegada para Chile de la Red Iberoamericana de Salud Sexual y Reproductiva, explica que “médicamente no hay productos menstruales mejores que otros. Cada uno tiene sus propias características y la persona tiene que elegir según sus preferencias y convicciones”.
Para tomar la mejor decisión —tanto para quien las usa como para el planeta—, en Práctico explicamos las particularidades de las distintas alternativas.
Copa menstrual
¿Cómo funciona? La copa es un receptáculo reutilizable que se introduce en la vagina y crea un sello de vacío, impidiendo la filtración del fluido menstrual hacia la ropa, logrando recoger más que una toalla o un tampón. La copa es cada vez más popular: según la revista Lancet Public Health, que examinó 43 investigaciones sobre el tema —en las cuales se consideraron 3.300 mujeres y niñas de países ricos y pobres—, el 70% de las personas quisieron seguir usando copas menstruales luego de familiarizarse con el producto. Además, uno de los estudios identificó que la posibilidad de fuga, comparada con los artículos desechables, es mucho menor usando la copa.
“La copa menstrual suele ser muy cómoda y a muchas mujeres les es significativo que su sangre menstrual no se elimine como basura, sino que prefieren tener la opción de devolverla al agua o a la tierra”, dice Von Hoveling. Pero la profesional también aclara que hay personas que no se sienten cómodas por su método de instalación y extracción, y puede no ser su opción preferida.
Luis Ignacio de la Torre, ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, destaca que la copa “tiene la ventaja de evitar la irritación y las molestias que muchas mujeres sufren al utilizar toallas higiénicas”. El médico también señala que, desde el punto de vista ginecológico, “no hay contraindicaciones a su uso, y la recomendación es cambiarla en un lapso de cuatro a ocho horas y en ningún caso dejarla de un día para otro”. Si se mantiene, se limpia y se desinfecta como corresponde, se puede usar la misma por años.
Copa menstrual orgánica Yoni
Disponible en dos tamaños. Está hecha de silicona de grado médico de 100%, es hipoalergénica y flexible. Puede durar hasta 10 años.
Copa menstrual MiaLuna
De distintas tallas y tonalidades, está hecha de silicona médica hipoalergénica y no libera residuos de pesticidas ni blanqueadores.
Toallas higiénicas reutilizables
Tienen el mismo funcionamiento que las toallas clásicas desechables, con la gran diferencia de que éstas son lavables y reutilizables, e incorporan alas con broches para fijar su permanencia y evitar el movimiento en la ropa interior. Ideales como primer paso hacia una higiene más sustentable para quienes han usado las toallas tradicionales.
“Son una excelente alternativa para no producir nada de basura, pero se debe asumir que se irán manchando”, dice von Hoveling, quien también advierte de los cuidados que hay que tener en cuanto al lavado. “Dependiendo de los productos de limpieza que se usen, puede producir irritación vulvar”.
La ginecóloga aprovecha de destacar otra opción: las toallas higiénicas que son desechables pero biodegradables. “Generan basura, aunque dura menos en el ambiente y algunas marcas son compostables”, explica.
Toalla higiénica reutilizable Bumi Lifestyle
De 23 cm de largo, está hecha para flujo suave a medio.
Toalla higiénica normal Organyc 10 unidades
Diseñada para flujo regular, tiene alas, es ultra delgada y viene con un envoltorio individual confeccionado con algodón 100% orgánico y Master B (biopolimero natural). Hipoalergénicas, biodegradables y compostables.
Calzón menstrual
Esta prenda de ropa interior está diseñada para absorber el flujo menstrual. Existen de distintas tallas y también con distinta capacidad de protección. Además, la oferta es cada vez más amplia, por lo que se pueden encontrar varios modelos: de tiro alto, bajo, deportivos, con encaje, con estampado... la variedad es infinita, y pueden usarse como complemento para otro producto de higiene o de manera única.
“Son una buena alternativa para personas que no quieren manipular su vagina y que no quieren agregar productos a su ropa interior durante el día”, destaca Andrea von Hoveling. “Muchas los encuentran estéticamente atractivos y eso les resulta significativo”. La profesional también explica que, al igual que las toallas reutilizables, es imprescindible mantener un lavado adecuado de los calzones menstruales.
Calzón Culotte Isabel
Pensado para flujo moderado, es de tiro alto, suave y con detalles de encaje y malla en los costados.
Bragas menstruales Papaya - Flujo medio
Calzones que combinan 3 tipos de tejidos con una tecnología antimicrobiana y transpirable que neutraliza el olor, evita fugas y promueve la salud menstrual de la mujer.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 25 de junio de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.