La piel sensible no siempre es evidente a simple vista, pero en ocasiones se puede reconocer por presentar telangectasias (vasos capilares dilatados de manera permanente que se muestran como si fuesen una pequeña “araña” roja) o eritema (enrojecimiento de la piel).

En la mayoría de los casos, suelen ser las mujeres quienes presentan piel sensible, especialmente las de fototipos más claros. Reaccionando fácilmente a distintos estímulos, como el frío, el calor o el consumo de comidas calientes, alcohol o café o también al ser manipuladas, contactarse con determinados elementos o incluso ante el estrés, estímulos que además pueden causar picor o calor. El vivir en una ciudad contaminada, también puede ser un factor que genere reacciones incómodas, asimismo como el consumo de algunos fármacos.

La sensibilidad puede tener origen genético, en algunas oportunidades se puede ligar a cambios hormonales, pero en casos también se puede relacionar a la nutrición o al estilo de vida y hasta a la excesiva exposición a las pantallas.

A pesar de ser especialmente delicada, debe tener una rutina de cuidado diario al igual que cualquier otro tipo de piel, pero la diferencia está en qué productos utilizar, un ítem clave para no generar efectos contraproducentes cuando se quiere un rostro saludable.

En Práctico te recomendamos algunos productos que pueden ser utilizados en la rutina diaria, pero siempre recordándote identificar si tu piel -además de sensible- es seca, mixta o grasa al momento de tu elección, para así no tener efectos contraproducentes.

En cuanto a la limpieza, lo ideal es utilizar aguas micelares o limpiadores suaves. Sin frotarse, sino aplicándolos con movimientos delicados para evitar demasiada manipulación.

Limpia y desmaquilla la piel sensible, descongestioando y entregando una sensación de frescor inmediato.

Limpia delicadamente, aliviando el enrojecimiento y calmando la piel.

Independiente de su delicadeza, la piel sensible también necesita tratamientos para mejorar su apariencia; y en el mercado existen sérums especialmente pensados para para ello.

Protege, calma y reduce el enrojecimiento. Retiene la humedad y ayuda a restaurar la flexibilidad y la resistencia de la piel.

Sérum ligero y no graso con propiedades anti-inflamatorias y antisépticas que ayudan a calmar y aliviar la piel.

El contorno de los ojos es una de las zonas más sensibles del rostro, por lo que es importante prestar especial atención en la elección de un producto para esa área.

Hidrata y ayuda a combatir las bolsas alrededor de los ojos, aliviando a pieles irritables y sensibles.

Hidrata, descongestiona, y calma la fragilidad del contorno de los ojos.

Para tener una piel saludable, la hidratación es imprescindible, algo también esencial para prevenir los signos de envejecimiento prematuro.

Crema hidratante suave para calmar la piel sensible y seca. Formulada sin fragancia, color, conservantes ni alcohol.

Regenera la barrera de hidratación de la piel y restaura su aspecto saludable. Hidrata y reduce el aspecto de las rojeces y líneas de expresión. Ayuda a aliviar la incomodidad habitual en pieles con tendencia a la sequedad o a la sensibilidad.

Si es fundamental el uso de protector solar para todas las personas, cuando la piel es sensible se vuelve aún más relevante aplicarlo de manera diaria, independientemente de si es un día soleado o nublado, ya sea dentro o fuera de la casa.

Fluido ligero sin perfume que aporta muy alta protección contra los rayos UVA, UVB y los radicales libres. De rápida absorción y acabado seco, sin efecto blanco.

Crema con color que ayuda a emparejar el tono mientras protege la piel de los rayos solares.

Muchas personas creen que su objetivo es sólo refrescar, pero las aguas termales tienen un efecto calmante que puede ayudar a las pieles que son más sensibles o que presentan algún tipo de irritación.

Bruma de agua termal con propiedades calmantes, refrescantes, fortificantes y regeneradoras.