Consejos para una videoconsulta médica exitosa

Videoconsulta
Ilustración: César Mejías

Ir al doctor sin salir de casa es posible: en medio del coronavirus, la telemedicina comienza a abrirse paso como una alternativa para recibir atención médica manteniendo la distancia social, además de evitar la congestión del sistema de salud. Aquí algunas recomendaciones.




Hay que reconocerlo: incluso el más orgulloso de los estoicos se ha vuelto un poco más hipocondríaco durante estas semanas. Ese apretón de garganta insignificante, tan otoñal como las hojas en la calle, parece ahora el peor malestar que alguien podría sentir. ¿Cómo saber que esa mínima molestia, ese pequeño calor y ese leve dolor corporal no son las primeras señales del coronavirus?

Lo sensato es simplemente esperar, no salir de la casa y evitar el contacto con otras personas. Pero la sensatez, lo hemos visto, se hace difícil de exigir últimamente, y si solamente te tranquiliza la voz de un o una especialista médico, una manera inteligente de resolver esto es a través de una videoconsulta.

Al igual que el teletrabajo y las teleclases, la telemedicina también era algo que ya existía pero de la que muchos desconfiaban. “Incluso muchos doctores eran detractores de ella”, explica Claudia Arpon, gerenta general de Teledoc , una compañía que hace 5 años entrega este servicio en Chile. “¿Cómo ausculto a un paciente sin tocarlo?, se preguntaban. Pero las circunstancias actuales, que recomiendan no ir a un centro médico a menos que sea realmente grave y urgente, además de las mejoras tecnológicas, han logrado que los médicos se convenzan de que es una gran alternativa”.

Y eso se ha visto en la demanda. Hasta antes comienzos de marzo, a través de Teledoc se hacían unas 800 videoconsultas mensuales. Para abril, según el comportamiento de la última quincena, tienen proyectadas unas 7 mil. “Pasamos de tener dos médicos de turno a necesitar diez u once”, dice Arpon.

Algo parecido le ha pasado a Mediclic, empresa que lleva haciendo telemedicina por 7 años en Latinoamérica. “Hemos subido un 30 por ciento estas semanas”, cuenta Cyntia Rocha, su jefa de marketing. “Esto ha servido para que los pacientes confíen en este sistema, que es mucho más rápido y cómodo, ayudando también a descongestionar el sistema de salud”.

Ambas dan acá algunos consejos para tener una videoconsulta satisfactoria, con la cual se pueden obtener órdenes de exámenes, recetas de remedios e incluso, según las últimas excepciones efectuadas por el Ministerio de Salud, licencias médicas.

1. Mantener la calma

Quizá lo que parece más fácil sea lo más difícil. Pero además de los aplausos, la mayor ayuda que le podemos dar a los trabajadores de la salud es no darles trabajo innecesario: yendo a la urgencia cuando no es realmente urgente o haciendo espera en una consulta que puede ser hecha a través de un teléfono o un computador.

“También no nos exponemos nosotros mismos al contagio”, dice Cyntia Rocha, de Mediclic. “A menos de que sea realmente grave, en vez de llevar a tu hijo a una urgencia a las 10 de la noche, mucho más seguro es una videoconsulta con un pediatra”. En su plataforma, que funciona entre 9 y 23 horas, el tiempo de espera para la atención es de máximo 15 minutos. “Ahí, el o la doctora puede derivarlo al especialista indicado, recetarle un remedio o indicarle algún examen”. Sus profesionales, al igual que los de Teledoc, están inscritos en el código de la Superintendencia de Salud.

2. Encontrar un espacio

A menos de que no vivas con nadie, en cuarentena —obligatoria o voluntaria— a veces es difícil hacerse de un espacio de calma y privacidad. Pero no se puede tener una videoconsulta exitosa sin un rincón y un momento de tranquilidad.

“Hay que asegurarse de tener buena conexión y poder generar un momento privado junto al médico”, dice Claudia Arpon, de Teledoc. “Así el tiempo de la consulta será mejor aprovechado y más certero el diagnóstico del o la doctora”.

“En Mediclic tenemos tres alternativas: chat, llamada o videollamada”, enumera Cyntia Rocha. “La modalidad la elige el paciente según su preferencia, pero la recomendable siempre será la comunicación por video: así no solo hay más evidencia para el médico sino también más confianza entre él y el paciente”.

3. Confiar

Es posible que este sea el punto más complicado, pues todos sabemos que para obedecer las instrucciones de un doctor primero tenemos que confiar en él, y esa confianza se obtiene por sus antecedentes profesionales pero principalmente por la manera en que nos revisa, nos escucha y nos trata.

A muchas personas les cuesta, con una pantalla de distancia y sin los rituales de una visita al médico —llegar apurado, sacar número, pagar la consulta, esperar viendo algún programa del cable y luego escuchar tu nombre—, confiar en una versión más distante de la medicina. Pero para algunos síntomas o patologías —como los respiratorios, gástricos, dermatológicos, geriátricos y nutricionales, por ejemplo—, el uso de la telemedicina ya viene siendo habitual.

“El o la doctora te dará, si es necesario, una receta, la que se puede descargar e imprimir para mostrar en la farmacia”, explica Cyntia Rocha, de Mediclic, donde un 85 por ciento de las consultas quedan con un diagnóstico cerrado. “También, si hace falta, una orden de exámenes o la derivación a un especialista, todo sin salir de la casa”.

“La contingencia del coronavirus ha hecho que esa desconfianza inicial de los pacientes se revierta”, dice la gerenta de Teledoc. “Y es probable que esto apure el cambio cultural”.

“Las isapres, por ejemplo, han entendido la complejidad del momento y les están entregando facilidades de este tipo a sus beneficiarios, como videoconsultas gratuitas”, agrega Rocha.

Un ejemplo de ello, es lo que ha implementado Isapre CruzBlanca, que está entregando el beneficio de videoconsultas de medicina general con costo cero para todos sus usuarios en los prestadores de la red seleccionados para ello. “La salud en Chile y el mundo está viviendo un momento crítico, y las isapres jugamos un rol muy importante en la lucha contra la pandemia del Coronavirus. Nuestro objetivo es proteger la salud de nuestros afiliados y sus familias, trabajando día a día en entregar prestaciones de mayor calidad y accesibilidad. En ese sentido, y dado el momento actual en el que nos encontramos, la digitalización nos permite ofrecer una atención médica de calidad, segura y oportuna a todos nuestros beneficiarios.”, afirma la gerente asistencial de Isapre CruzBlanca, Patricia López.

“Es una oportunidad para que tanto pacientes como médicos comprueben los beneficios de la telemedicina —más rápida, menos costosa y más cómoda—, que por supuesto no reemplaza una atención tradicional, pero sí la complementa y, lo más importante hoy, ayuda a descomprimir el sistema de salud y a evitar contagios”, concluye Rocha.

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