¿Freír sin aceite? Probamos tres marcas
Bajo la consigna de una opción más saludable, con mínimas cantidades de aceite, utilizamos durante una semana tres artefactos disponibles en el mercado chileno. Así nos fue.
Si la memoria no me falla, en nuestra casa son contadas las veces en que hemos freído algo. Todo lo cocinamos al horno o salteado, pero la cocción en aceite hirviendo no es parte de nuestras técnicas culinarias. Por eso, nos entusiasmamos al probar las llamadas “freidoras de aire”, que prometen la misma crocancia de la fritura, pero más sana.
Primero, hay que establecer que este tipo de utensilios no son técnicamente freidoras. Utilizan aire caliente para cocinar los productos, lo que permite una cocción pareja logrando resultados muy parecidos a una inmersión en aceite.
La ventaja de esto es que en vez de utilizar aceite en abundancia, solo es necesario un pequeña cantidad para lograr productos con crocancia y apariencia muy similares a una preparación frita. Durante una semana, testeamos tres productos de tres marcas distintas. Así nos fue.
1. Airfryer de Philips
La freidora de aire de la marca holandesa tiene un diseño muy sobrio, con controles fáciles de operar, lo que permite una adaptación instantánea para su uso. Con una capacidad en su compartimiento de 0,8 kgs, se puede cocinar sin problemas, por ejemplo, un pollo apanado para cuatro personas o una porción de papas fritas equivalente.
Para cocinar papas fritas, no es necesario más que una cucharada de aceite para lograr un acompañamiento perfecto. Su rejilla permite que los productos se cocinen muy parejamente, y en unos 20 minutos podemos tenerlas listas. Sin ensuciar, sin estar pasados a fritura y bastantes sanas.
Para hacer preparaciones más elaboradas, Philips tiene una aplicación con recetas paso a paso para poder cocinar platos como ratatouille, alitas de pollo o arrollados primavera. Esta es una de las ventajas de este tipo de máquinas: no solo se utilizan como freidoras, sino que también como mini hornos de convección, lo que permite salir de las clásicas papas fritas o apanados. También se pueden comprar accesorios que permiten cocinar en una especie de olla o una miniparrilla.
2. Air Fryer de Oster
De aspecto y controles similares a la Airfryer de Philips, este artefacto de Oster cumple perfectamente con lo esperado de una freidora de aire. Su canasta para cocinar es amplia, con una capacidad de 3,4 litros, y muy fácil de manipular y luego limpiar. Su superficie con recubrimiento de cerámica se agradece luego de cocinar, ya que solo con un paño húmedo es posible remover la mayor parte de la suciedad.
Con esta máquina nos aventuramos con unas verduras apanadas con harina de garbanzo, para ver si podíamos conjugar ingredientes sanos con una preparación saludable. Los resultados fueron óptimos. Logramos una textura crocante, un sabor muy bueno y, sobre todo, un proceso muy fácil. Al igual que en la máquina de Philips, también cocinamos un pollo apanado con harina y avena, logrando esa sensación crujiente que encontramos en las frituras, pero con una mínima dosis de aceite.
En este artefacto también se pueden lograr preparaciones que muchas veces asociaríamos a un horno, como lasañas, galletas o garbanzos asados, aprovechando la cocción pareja y rápida que da el aire caliente.
3. Actifry Tefal
Una de las primeras en irrumpir en el mercado, esta freidora es un poco distinta a las dos anteriores. Tiene una temperatura fija y cuenta regresiva de referencia, por lo que una buena opción es utilizar la aplicación móvil, en donde podemos encontrar recetas y tiempos de cocinado para distintas preparaciones.
Además, si bien utiliza el mismo mecanismo para cocinar con aire caliente, en este caso incorpora una pala que va revolviendo las preparaciones para lograr una cocción homogénea, logrando una muy buena fritura.
Su tamaño es más compacto aunque su capacidad es de 1 kilo, lo que permite cocinar sin problemas para cuatro personas. Además, al no tener rejilla sino que una superficie lisa, es posible preparar incluso arroces o guisos en su interior.
El veredicto
En conclusión: aplicando el “índice de las papas fritas”, en las tres máquinas nos quedaron ricas. Crujientes y efectivamente con muy poco aceite. Para mí, a la hora de optar por una, lo que importa es el tamaño que tengas en tu cocina, el precio y cuál te gusta más estéticamente. ¿Te gustan mucho las frituras pero te quieres cuidar un poco? Definitivamente, valen la pena.
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