Por qué un sweater es hoy (más que nunca) un buen regalo para las mamás
Abrigan, dan estilo, tienen la dosis justa de comodidad y formalidad y, además, proyectan calor y contención, algo que todas y todos necesitamos estos días.
Este año, el día de la madre será muy distinto a los anteriores. Probablemente, muchos no podrán ver a las suyas y no porque vivan a kilómetros de distancia, sino por los resguardos que debemos tener en estos tiempos de pandemia. Quizá algunos solo las saludarán a través de videollamada. Para ellos, mandarles un regalo puede ser una excelente forma de hacerce presentes.
Cuando el distanciamiento social rige nuestras vidas, el vitrineo está lo más en pausa posible. Sí, por supuesto, se puede comprar por internet, pero aunque una sea adicta a las compras online, la vida en confinamiento y con teletrabajo no deja mucho tiempo para sentarse a buscar lo que uno quiere.
Para toda una generación de madres, además, la compra a través del computador, una tablet o un celular es lo más parecido a una prueba de alto rendimiento físico, incluso una tortura. Si bien hay cientos de buenas ideas de regalos, sorprenderla con uno que otro ítem para estar a la moda —aunque solo se pueda lucir frente al espejo o en una videollamada—, nos parece una excelente propuesta.
En Práctico te damos algunas razones de por qué creemos que un sweater —que cumple el doble rol de abrigar y lucir— puede ser un muy buen regalo este 2020.
1. Es útil para estos tiempos
¿Por qué? Un buen sweater o chaleco siempre es bienvenido, sobre todo cuando uno empieza a guardar la ropa de verano, a sacar la de invierno, y se da cuenta de que dio de baja algunos el año anterior. O peor aún, que guardó los que no tenía que guardar, lo que se traduce en chalecos con motas y roñosos, ideales para el look estar-en-casa, no hay duda, pero no para presentarnos frente a una reunión por Zoom. Un sweater puede ser cómodo y elegante al mismo tiempo, formal y relajado, lo que se necesita para trabajar desde el comedor, hacer aseo y salir a comprar a la esquina.
2. Pocas posibilidades de que le quede mal (chico o grande)
Comprar pantalones, faldas, zapatos o cualquier ítem que vaya de la cadera para abajo es un poco más osado que regalar prendas para el otro hemisferio del cuerpo. De la cintura para arriba uno no se pierde tanto y puede comprar más al ojo, con menos posibilidades de errar.
3. Preparándose para el frío invernal
Los fríos ya empezaron. Aún no son tan bajas las temperaturas, pero nos estamos acercando al otoño más helado. Y un sweater o chaleco abrigado para hacerle frente es una excelente opción. Ahora, que estamos mucho más tiempo en la casa, será mejor y más económico abrigarse un poco más que prender estufas y calefaccionar nuestros hogares todo el día.
4. Renovar el look
La cuarentena nos ha llevado a la monotonía estilística. Los clóset están medios intactos y nuestras tenidas diarias se repiten constantemente. No someterse a diario a la tortura de pensar qué me pongo hoy para ir a trabajar es bastante cómodo, sin embargo, cuando muchos ya sobrepasaron el mes quedándose en su casa y teletrabajando, esa monotonía en un principio atractiva puede estar convirtiéndose en otra carga mental. Una pequeña renovación nos puede hacer muy bien.
¿Te falta inspiración? A continuación te dejamos algunas ideas.
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