Las aguas micelares se han transformado en un producto básico para el cuidado de la piel, ya que son una forma rápida y fácil de desmaquillar, limpiar y ayudar a tonificar el rostro, cuello y escote sin dejar una sensación de tirantez y sin incorporar alcohol ni parabenos en su formulación.
Su nombre viene de las micelas que contiene, moléculas que actúan como un imán atrapando la suciedad y la grasa de la piel. Esto lo pueden hacer a partir de su carácter bipolar, ya que por un lado atraen el agua y por otro la repelen. Para eso, la solución se aplica suavemente sobre la piel con un algodón o pad desmaquillante reutilizable.
Fueron las mujeres francesas quienes popularizaron este producto que entrega fundamentalmente dos grandes beneficios:
1. Por una parte, simplifica la rutina de cuidado diario, rápido y fácil.
2. Es una acción suave que permite ser utilizada incluso en pieles sensibles; tanto así, que también se puede usar en las zonas más delicadas, como los ojos y los labios.
Y de ahí su éxito: es un método rápido y práctico que todos y todas pueden utilizar.
Hoy existen aguas micelares para todos los bolsillos y necesidades. Se pueden encontrar para piel mixta, seca, grasa, sensible, reactiva e incluso algunas para todo tipo, y su uso es el primer paso en la rutina de skincare.
En Práctico te mostramos algunas de las variedades que se pueden encontrar hoy en el mercado:
Agua micelar HT5 para todo tipo de piel, de L’Oreal
Desmaquilla en un solo paso, elimina impurezas, previene irritaciones, hidrata sin sensación grasosa y suaviza la piel.
Micellair 4 en 1 Piel Seca, de Nivea
Remueve el maquillaje y limpia profundamente con suavidad. Humecta, sin dejar residuos y revitalizando la piel.
Agua micelar termal piel mixta a grasa, de Uriage
Limpia con suavidad, purifica y regula, controlando la producción de sebo.
H20 Sensibio, de Bioderma
Limpia y desmaquilla la piel sensible, descongestioando y entregando una sensación de frescor inmediato.
Agua Micelar Ultra Piel Reactiva, de La Roche Posay
Desmaquilla y limpia rostro, ojos y labios de las pieles reactivas o con tendencia alérgica, respetando su balance fisiológico.