Son muchas las causas que pueden provocar el bruxismo y sus consecuencias no son necesariamente sólo incómodas, ya que realmente pueden llegar a afectar la vida diaria. “El bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos masticatorios caracterizada por un apriete o rechinamiento dentario y/o empujar o tensionar la mandíbula”, define la Dra. Paulina Rozas, especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial del Centro Nacional de Bruxismo.
Habitualmente se piensa que esto sólo ocurre por las noches, pero quienes sufren de esta condición pueden bruxar tanto despiertos como mientras duermen. La Dra. Rozas explica: “El bruxismo de sueño suele ser secundario principalmente a trastornos del sueño abuso de sustancias estimulantes como café, alcohol y tabaco cercano a la hora de dormir, y algunos fármacos; no se ha demostrado que el estrés tenga un rol en este caso”. Y agrega: “Por otra parte, el bruxismo en vigilia (despierto) se considera un mal hábito/comportamiento, y se ha visto que podría tener algún tipo de relación con factores como el estrés”. También se ha descubierto qué pacientes con síndrome de Parkinson o con reflujo gastroesofágico son propensos a bruxar.
Para la mayoría es un hábito inconsciente, en especial en el caso del que sucede en las noches, por lo que se reconoce la conducta sólo al ver los efectos, los que -según datos de la Clínica Mayo- pueden ser desgaste en los dientes, ya sea en su forma o su esmalte; sensibilidad dental; cansancio, dolor o rigidez en los músculos de la mandíbula, la que incluso puede disminuir su movilidad; problemas para dormir; dolor de cabeza, en el cuello, la cara o el oído; heridas en la parte interior de la mejilla, entre otros. Pero es esencial consultar, porque esos indicios no siempre están directamente ligados. Rozas aclara que esos síntomas no se correlacionan necesariamente con bruxismo: “Sino más bien con patologías de la articulación de la mandíbula y los músculos asociados, por eso siempre es muy importante la evaluación por parte de un especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial, para un correcto diagnóstico y tratamiento”.
Además de la imprescindible revisión, seguimiento e indicaciones por parte de un(a) doctor(a) experto en la materia, los masajes faciales pueden ayudar a disminuir las molestias. Victoria Bernabei (@victoriabernabei), especialista en esa práctica, señala: “Realizar masajes intrabucales en la zona afectada puede calmar la tensión muscular y aliviar los síntomas, así también masajear el cuello ya que las contracturas cervicales son muy comunes en los casos de bruxismo”. Victoria agrega: “Para las personas que se animen a realizar el masaje, los invito a explorar los puntos de tensión y quedarse en ellos con una suave presión. Para terminar la relajación me gusta usar un poco de algún ungüento o aceite con lavanda para masajear el cuello ya que relaja el sistema e invita a conciliar mejor el sueño”.
¿Qué hábitos se pueden incorporar en el día a día para prevenir el bruxismo? Eduardo Salas, director de Odontología de Vidaintegra, entrega sus recomendaciones:
- Control de estrés y ansiedad a través de terapias farmacológicas, dispositivos protectores bucales o terapias de relajación.
- Limitar consumo de cafeína, tabaco y alcohol.
- Dispositivos de relajación muscular.
- Biorretroalimentación, técnica que usa la mente para controlar el cuerpo.
- Procedimientos que ayudan al control de la musculatura masticatoria a través de terapias kinesiológicas.