Reseña | Licuadora Philips 7000 Series: rápida, eficiente y autónoma
⭐⭐⭐⭐⭐
Su precio, más elevado que el promedio, se justifica en su fácil uso, su gran desempeño y la capacidad de trabajar por su cuenta. Jugos, sopas y hummus salieron impecables apretando solo un botón, e incluso es capaz de lavarse sola.
La licuadora Philips 7000 Series HR3760/00 se caracteriza por tener una apariencia bastante común. Es decir, de lejos luce como una juguera normal, de esas de toda la vida. Sin embargo, de cerca aparece su modernidad —el panel de control es digital— y al utilizarla uno se puede dar cuenta de que es mucho más eficiente a la hora de trabajar diversos alimentos: prepara en menos tiempo y con mayor eficiencia variadas preparaciones.
Es cierto que no es una de las licuadoras más baratas del mercado —anda por los $120.000—, pero también lo es que su performance a la hora de licuar resulta claramente superior a la de otras jugueras que nos ha tocado utilizar. En palabras simples, y si cocinamos seguido, vale la pena la inversión.
Especificaciones técnicas:
- Volumen de jarra: 2 litros (uso efectivo de 1,8 litros).
- Materialidad: base de metal y jarra de vidrio.
- Potencia: 1500 watts.
- Peso: 4,58 kgs.
- Dimensiones: 216 × 167 ×442mm.
- Programas de selección rápida: Seis (batido, sopa, postre, salsa, mantequilla de frutos secos y picado de hielo)
- Niveles de velocidad: Doce.
- Pulsado manual: Sí
La primera vez
Obviamente, resulta muy fácil comenzar a usar esta licuadora. Solo hay que sacarla de su caja y lavar con agua y jabón su jarra de vidrio. Luego, se pone su base sobre una mesa y cerca de una toma de corriente y ya estamos listos para empezar.
Como medida de seguridad, el motor de la licuadora no arranca sus funciones si es que la jarra no está bien puesta sobre la base, un buen mecanismo para evitar accidentes y alargar la vida útil del aparato.
Una vez acoplada, operarla es muy fácil, ya que tiene varias funciones predeterminadas: jugos, sopas, verduras, cremas, frutos secos y hasta postres. Además, posee una muy útil función de autolavado de la jarra.
Así las cosas, solo hay que elegir el programa, los minutos que queremos que funcione, y listo. El resto lo hace la máquina. Y ojo, si se quieren conocer más recetas que se puedan elaborar con esta licuadora, basta con bajar la aplicación NutriU —gratis en Google Play y App Store— y lanzarse en la búsqueda de todo tipo de preparaciones. Todo muy claro y muy fácil, igual que el panel digital de operaciones de este electrodoméstico.
A trabajar: jugos, sopas y hummus
Ahora lo más importante y clarificador: preparar algunas recetas en la licuadora. Partimos por lo más obvio y básico para este tipo de aparatos: un jugo de frutas.
Para eso, añadimos una manzana pelada y picada, medio plátano pelado y picado, además de dos kiwis pelados y picados. Agregamos también una cucharada de miel bien espesa, más unas hojas de apio, hielo y agua. En el panel, que se manipula con un intuitivo control giratorio, fuimos a la función predeterminada de jugos, la que por sí sola se programó para durar un minuto. ¿El resultado? Un jugo perfecto, con todo bien molido y mezclado. No hubo que darle una nueva pasada ni nada: estaba suave y listo tras el minuto de trabajo.
Ahí se notan las cuchillas, que Philips denomina ProBlend Ultra, cuyo diseño combina una cuchilla dentada —que tritura los ingredientes duros en trozos más pequeños— y otras cuchillas lisas y más afiladas, que los rebanan y entrega esta textura más fina.
Otra receta infaltable a la hora de trabajar con una licuadora es la crema de verduras. Es un desafío mayor para las máquinas, puesto que las temperaturas más altas de esta preparación a veces complican el material de la jarra o la capacidad de los motores. En este caso, usamos 300 gramos de zapallo, una cebolla pelada y tres dientes de ajo, todo previamente cocinado en el horno con sal, pimienta y aceite de oliva.
Metimos los ingredientes en la jarra junto a una cucharada de jengibre rallado crudo, y rellenamos el vaso con un poco de agua tibia. Luego, apretamos el botón correspondiente a las sopas, que hizo funcionar la licuadora por un minuto. Nuevamente, el resultado fue impecable: una textura cremosa perfecta, sin grumos ni trocitos que no alcanzaran a licuarse.
Una última receta que probamos en esta licuadora fue un hummus de betarraga. Es decir, una mezcla de betarragas —ya cocidas— con garbanzos —también ya cocinados—, ajo crudo, tahini, sal, aceite de oliva y jugo de limón. Como son ingredientes más sólidos, y buscamos un resultado más espeso, lo procesamos en la función de postre. La Philips HR3760 lo ajustó a dos minutos y listo: sedoso y consistente quedó el hummus. Muy fácil.
También probamos la muy útil función de picado y molido de hielos, como también la de moler productos secos, como nueces, semillas y otros frutos secos. En este caso, transformamos pan duro y añejo en uno rallado, que quedó muy bien.
Lavado automático: gran función
Tras trabajar con esta licuadora, hay dos opciones de limpieza. Una es la convencional: pasar un paño por la base desenchufada del aparato y luego enjuagar la jarra con agua y jabón. Todos los componentes desmontables, además, se pueden limpiar en un lavavajillas.
Lo otro es usar la función de lavado de la jarra que trae la licuadora, y simplemente poner un poco de agua (mejor si es tibia), apretar el botón y esperar dos minutos. Cuando no se ha procesado algo muy espeso o grasoso —como preparaciones con aceite o mantequilla—, la verdad es que este sistema funciona muy bien. La jarra queda bien limpia, lo que ahorra tiempo, esfuerzo y riesgos.
En cuanto a guardar la licuadora, y dado su volumen, yo la dejaría sobre un mesón de la cocina y listo. De verdad no molesta, su diseño es atractivo y así, además, queda a tiro de cañón para futuros usos.
Otras observaciones
Más allá de las bondades que ya hemos descrito aquí, vale la pena detenerse también en otros detalles de esta licuadora. Por ejemplo, los topes de goma que tiene este aparato en su base, que lo dejan virtualmente pegado a la superficie en la que se instale, y que resultan muy útiles: gracias al cierre hermético de la jarra y la programación de tiempo, se le puede dejar trabajando sola sin preocupaciones mientras uno hace otras tareas en la cocina. Con estas características, no hay posibilidad alguna de que esta juguera se vuelque durante su funcionamiento.
Otra buena ayuda de este artefacto es la espátula que viene incluida, la cual es muy útil para vaciar el contenido de la jarra cuando es muy espeso, y que también se puede introducir por el orificio superior de la tapa, si es que fuese necesario mover la mezcla entre el funcionamiento de la licuadora. Ojo: nunca hacerlo mientras el motor esté encendido.
Veredicto Práctico
Solo con verla queda claro que esta es una licuadora distinta a las que hemos usado siempre. Y al probarla más aún: es más potente y por lo mismo tiene mejores resultados, tanto en preparaciones calientes o frías.
Además, y lo volvemos a decir, gracias a sus topes de goma y su cierre hermético, no requiere de atención al operarla ni menos la obligación de sujetar la juguera mientras ella funciona. Es decir, es más autónoma y segura que una licuadora común.
Por otro lado, nos da la libertad para ocupar ese tiempo, aunque sea breve, en otras funciones de la cocina, haciendo más eficiente todo el trabajo. En resumen, la licuadora Philips HR3760 funciona muy bien y de manera eficiente. Y lo más importante, con excelentes resultados.
Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐ (5/5)
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 1 de junio de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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