Romano
La romano es una cepa de origen francés —allá conocida como César Noir— que de casualidad, a fines de los años noventa, se encontró en Chile en una muy pequeña cantidad. Aún sigue siendo una rareza para los consumidores nacionales, pero afortunadamente este romano El Pacto es una excelente manera de aproximarse a ella.
Se trata de un vino originario de Cauquenes, 100% romano y bastante complejo en aromas: hay frutos rojos y negros, además de algo de mentol. En boca es profundo, con algo de chocolate amargo además de una acidez persistente. Un vinazo, que se debe servir a unos 15 grados. Ideal para una buena selección de embutidos calientes.
Romano Santa Carolina El Pacto Agreement Nº5
Semillón
Peter Richards, uno de los críticos de vino británico que más conoce la escena enológica nacional, siempre lo dice: “no arranquen más parras de semillón”. Es que se calcula que actualmente, y con suerte, hay apenas unas 700 hectáreas con semillón en Chile. Muy poco para una de las cepas protagonistas de nuestros vinos blancos hasta mediados de los ochenta. Si quieren conocer —o recordar— al semillón, pueden conseguir una botella de este elaborado por Morandé, que está a muy bien precio. Con ese amarillo intenso y sus toques ácidos parece pedir a gritos unas almejas al matico. Y ojo: servir a unos 18 grados.
Semillón Morandé Terroir Wines Gran Reserva
Garnacha
Grenache o garnacha: una de las cepas más plantadas en todo el mundo y que acá en Chile, poco a poco, se hace de algunos seguidores. Se trata de tintos muy jugosos, llenos de fruta roja y muy agradables de beber. Así es por ejemplo este grenache de la viña PS García, elaborado con uvas provenientes del Valle de Itata, que viene muy bien para acompañar un costillar de chancho a la parrilla y hasta unos choros al alicate. ¿A qué temperatura se sirve? Ojalá a no más de 18 grados.
Grenache PS García
Mourvèdre
También conocida como monastrell, esta es una uva bastante cultivada en Europa y California. Por estos lados, eso sí, aún parece una novedad, aunque afortunadamente ya se pueden encontrar buenos exponentes. Como por ejemplo este, de la viña Lagar de Codegua: de muy buena acidez y agradable en boca, tiene algunas notas herbales y otras más frutales.
Lo cierto es que es un vino bien todo terreno a la hora de pensar en comida. Se defiende frente a una provoleta pero también lo hace con una palanca adobada. Servir a unos 15 grados.
Mourvèdre Lagar de Codegua
Syrah
Dicen que para el cordero no hay mejor vino que un syrah. Claro: tal vez para un curry de esta carne, con mucho aliño, le vaya mejor una cerveza fría; sin embargo, si el cordero se ha cocinado a la parrilla, esta cepa le irá como anillo al dedo.
Por ejemplo, una botella del syrah de la viña Siegel, del valle de Colchagua: tiene una muy buena relación precio-calidad y una suavidad en boca que ayuda a matizar la potente carne y grasa del cordero. Un lujo de vino y por muy pocas lucas, que se debe servir a no más de 17 grados.
Syrah Siegel Handpicked Reserva
Gewürztraminer
Una uva muy popular en Alemania y ciertas zonas de Francia es la gewürztraminer, que algunas viñas en Chile, hace ya varias décadas, se han preocupado de producir. Es el caso de la AltaCima, del valle de Lontué, que con su gewürztraminer 4090 Reserva, nos entrega un vino blanco muy fresco y frutal, pero en clave levemente ácida. Ideal para un pad thai con camarones. No olvidar servirlo como máximo a unos 16 grados.
Gewürztraminer AltaCima 4090 Reserva
Cinsault
Esta uva por años fue conocida en Chile como “cargadora”, debido a la abundancia de racimos que suele entregar. Originaria del sur de Francia, acá encontró su hábitat en el Valle del Itata. Justamente de ahí, más específicamente el sector de Guarilihue, viene este 100% cinsault de la viña de Martino. Un vino ligero, pura fruta que se vive literalmente como jugo de uvas. Grato al paladar y el olfato, infalible para una sierra ahumada o unas cholgas al vapor. Si se sirve a unos 17 grados, mucho mejor.
Cinsault De Martino Gallardía
Carignan
Carignan es otra uva que en los últimos años ha experimentado un alza en su consumo, principalmente por el trabajo que han hecho varias viñas en la búsqueda de antiguas parras de esta cepa, que en su mayoría se encuentran en la zona centro-sur del país.
Claro ejemplo de todo esto es la serie Crazy Rows de la viña Bisquertt. Este carignan del Maule es muy frutal y ligero, ideal para tomarlo durante una tarde calurosa a la orilla de la piscina. Ojalá a no más de 14 grados.
Carignan Bisquertt Crazy Rows
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 17 de enero de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.