Alrededor de los 10 años, cuando los niños ya tienen conciencia del valor y la belleza de figuras y juguetes, comienzan a pedirlos repetitivamente en cada fecha posible de regalos. Y así, muchas veces sin planearlo, se enfrentan al inicio del coleccionismo, un hobby que tiene mucho de positivo porque está relacionado con la pasión y la persistencia. Hoy incluso, hay personas que usan cajas de luz para destacar su colección o complementar la decoración de esta.

De todas, la colección que más atrae a chicos y grandes por igual en estos días es la de figuras de personajes de series, películas, cómics y animé. Todas, muy a tono con el mundo actual del streaming. La oferta de muñecos pequeños y estatuas -algunas llegan a medir 50 cm e incluso un metro- es variadísima y la calidad en la definición de los detalles es impresionante. Estamos frente a un universo de miniaturas perfectas dentro de un universo mayor que suele ser el dormitorio de un niño o adolescente, o el escritorio o living de un adulto joven.

Los reinos de Marvel, DC Comics, Funko Pop, Disney, e incluso Mario Party entre otros, se juntan en los espacios que sus dueños les tienen cuidadosamente elegidos para exhibirlos. No hay límites a la hora de decidir iniciar una colección, aunque entendidos en el tema señalan que es recomendable pensarlas con antelación. Javier Antonelli, coleccionista argentino (@miradageek), dice que es necesario definir las prioridades: “Yo comencé con personajes del cine de terror de los años 80, como Freddy Krueger, Terminator y Alien, y luego seguí con Dragon Ball y Mortal Kombat, pero fue como irse por las ramas de muchos árboles. Star Wars, por ejemplo, es un árbol por sí solo. Por eso es mejor analizar bien qué los apasiona”.

Disfrutar de salir a cazar figuras, pero evitar caer en el acumular por acumular, es una obligación. Si se dedica un sitio especial para lucir los juguetes, ese gozo se compartirá, porque hará que todo espectador quede absorto ante sus colores, poses y detalles mínimos.

• Todo sirve: repisas, estantes, vitrinas. Lo importante es asegurarse de que queden bien firmes para evitar caídas que pueden dañarlas o romperlas.
• Nunca las amontones. Es verdad que las colecciones no están hechas para ser guardadas en la bodega, pero si no cuentas con suficiente espacio y tienes muchas piezas, elige sólo las que te quepan bien para exhibirlas, las que consideres más importantes. Y puedes, mes a mes, ir cambiándolas por otras que mantengas guardadas. Eso es mejor a mostrarlas unas encimas de las otras.
• Si eres un fanático del orden, reúnelas según el criterio que elijas: puede ser por familia de origen (no es lo mismo juntar a Super Mario Bross. con Superman), por colores y tamaños, o por años. La idea es que estéticamente se vean bien y sean fácilmente reconocibles.
• Si tus figuras no se sostienen por sí solas, puedes buscar bases acrílicas en tiendas especializadas. Si no, basta con ponerles un poco de plastilina en sus pies o patas para afirmarlas bien.
• Aunque es tedioso, debes darte el trabajo de limpiarlas en profundidad al menos cada dos meses (salvo que las tengas en una vitrina cerrada). La mejor forma de hacerlo es sacudirles el polvo con pequeños pinceles o brochas.
• Si quieres personalizarlas por grupos, puedes recurrir a las cajas de luz y ponerles el nombre que corresponda. Se verán espectaculares.
• Las figuras no son indestructibles, de modo que haz todo por evitarles el sol directo, el exceso de polvo, la humedad y las caídas. En general, están hechas de resina sintética, PVC, vinilo o polietileno, entre otros materiales.
• Si quieres iluminarlas, no lo hagas con luz común, sino con LED. Pueden ser incluso tiras LED, que crean un ambiente muy especial. En muebles con este tipo de luces puedes guardar también tus juegos coleccionables como Super Mario Party u otros que tengan relación con tus figuras.