En Chile, cada año se celebra la Semana del Riñón durante mayo, en el marco de la campaña mundial para crear conciencia respecto a la importancia de los riñones.

En esta nueva ocasión, las actividades contaron con la presencia de la ministra de la cartera, Dra. Begoña Yarza, en un acto en el Cesfam Las Torres de Peñalolén. El llamado a la acción de la conmemoración es a reducir la brecha de conocimientos para mejorar la atención de salud renal. Esta convocatoria para actuar, consiste en que las personas tomen conciencia de la enfermedad y averigüen activamente qué medidas de salud, incluida la educación, pueden adoptar ellos mismos para proteger sus riñones.

Los profesionales de la salud renal y atención primaria de salud pueden desempeñar un papel fundamental a la hora de proporcionar información y educación accesible y fácil de entender para personas con distintos niveles de conocimientos.

Por eso, este año las actividades de la Semana del Riñón vincularán a pacientes, familiares y equipos de salud a través de actividades virtuales, como webinars y challenges, que apoyarán las actividades presenciales en los diferentes servicios de salud.

“Estamos muy contentos con la participación del Ministerio de Salud en el lanzamiento de esta campaña que todos los años procura aportar a la educación y prevención de la enfermedad renal crónica, con el fin de reducir la brecha de conocimiento entre profesionales de la salud, pacientes y población general. De esta manera contribuimos a frenar la progresión de la enfermedad a nivel mundial”, manifiestó el doctor René Clavero, nefrólogo y presidente de la Sociedad Chilena de Nefrología.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es parte de las patologías priorizadas en el Régimen de Garantías Explícitas en Salud (AUGE-GES) y considera las tres alternativas terapéuticas: trasplante renal, hemodiálisis (HD) y diálisis peritoneal (DP). Actualmente, cerca de 24.000 personas reciben diálisis, lo que significa que casi el 30% del presupuesto GES se destina a financiar el tratamiento de personas con enfermedad renal crónica avanzada.

Debido a estos antecedentes y a que sus síntomas en muchos casos son inespecíficos, es importante informar a la población respecto a los factores de riesgos que pueden provocar ERC, como diabetes, presión arterial alta, cardiopatías, obesidad y tabaquismo.

“El alto riesgo cardiovascular que tiene la población chilena, que ronda el 34%, genera de la mano un factor importante para el crecimiento de la ERC en el país, dado que el vínculo es demasiado directo entre corazón y riñón. Es por lo mismo, que los factores de riesgo podrían provocar lo que los médicos llamamos síndrome cardio-renal”, describe el doctor Eduardo Lorca, nefrólogo y presidente de la Fundación Pro-Salud Renal.

Según la “Estrategia Nacional de Salud para los Objetivos Sanitarios al 2030″, “la prevalencia de ERC etapas 3a a 5 aumentó de 2,5 a 3,2% en personas de 18 años y más, considerando las Encuestas Nacionales de Salud (ENS) 2009-10 y 2016-17″. Asimismo, se estima que en las personas de 40 años o más con ERC etapas 3a a 5, el 86,2% de esta población tiene hipertensión arterial y el 31,2% diabetes mellitus.

La certeza que existe respecto a la población con las últimas enfermedades crónicas mencionadas, radica en la pesquisa temprana que se hace gracias a exámenes preventivos de salud GES, a diferencia de la enfermedad renal crónica. El examen de creatinina en sangre no se considera parte de estos exámenes preventivos, por lo tanto, no existe exactitud de la población que tiene ERC en sus etapas tempranas.

La mortalidad el año 2021 alcanzó los 3.339 pacientes en hemodiálisis. Del total de fallecidos por enfermedad renal crónica, el 54,4% eran diabéticos. En cuanto a la edad al momento de fallecer, el 78,2% tenía entre 51 y 80 años.

Con la llegada de la pandemia de coronavirus, ha aumentado la preocupación en quienes padecen de ERC, quienes han tenido que extremar los cuidados contra el Covid-19 dado la alta tasa de agravamiento que padecen ellos al contagiarse. Algo que respaldan datos entregados por la Sociedad Chilena de Nefrología, que estima una letalidad de un 20% en pacientes con hemodiálisis que no cumplen con el esquema de vacunación completo propuesto por el Ministerio de Salud para la población de alto riesgo e inmunocomprometida.

“En el contexto que nos encontramos, con la pandemia aún presente, se hace aún más necesario tener chequeos continuos por lo menos una vez al año para controlar o ver el inicio de una ERC”, sentencia Lorca.

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