Alfredo Coutiño de Moody’s y el triunfo del Rechazo: “Los efectos para la economía se prevén que sean positivos”

Alfredo Coutiño

El economista argumenta que el Rechazo abre espacio para reformar el texto presentado o bien volver a escribir "una nueva carta que satisfaga de mejor manera a la mayoría d ellos chilenos y que sea una constitución que verdaderamente unifique al país como una nación en lugar de polarizarlo".


El efecto económico de los resultados del plebiscito donde el Rechazo a la propuesta constitucional obtuvo una amplia victoria sigue generando análisis entre los especialistas. En Chile la visión mayoritaria era que esta opción generará mejores perspectivas para la actividad, porque habrá una menor incertidumbre lo que mejorará las expectativas.

Esta misma visión es compartida por el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, quien afirmó a Pulso que “dado que la mayoría de los votantes chilenos expresaron su rechazo a la nueva carta magna, es de esperar que los mercados reacciones positivamente dado que la visión predominante era en contra de lo que la nueva constitución establecía”.

En ese contexto, el economista argumenta que “el Rechazo abre espacio para reformar el texto presentado o bien volver a escribir una nueva carta que satisfaga de mejor manera a la mayoría de los chilenos y que sea una constitución que verdaderamente unifique al país como una nación en lugar de polarizarlo”. Todo esto a juicio de Coutiño, hará que los efectos para la economía “sean positivos”.

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Dirigentes de Centroizquierda por el Rechazo celebran el conteo de votos del plebiscito constitucional. Foto: Agencia Uno.

Para el director para América Latina de Moody’s Analytics el Rechazo representa la oportunidad de mejorar, incluir, y desechar los puntos que entraban en conflicto con sectores importantes de la sociedad. De hecho, acota que “la nueva carta agudizó la polarización en lugar de promover la unificación”. Por ello, se abre la posibilidad para construir una nueva carta que “sea más incluyente y que lejos de perjudicar a unos beneficie a todos”. Por todo ello, menciona que “es posible prever que efectivamente el periodo que se abre pueda reducir la volatilidad e incertidumbre y acercarse a un punto de mayor acuerdo entre las fuerzas políticas”.

Por último enfatiza que si la nueva Constitución que está por venir “satisface y preserva el objetivo de mejorar el bienestar social, sin demérito de unos para beneficios de otros, entonces Chile se estará moviendo hacia un estado de mejoría económica, social, y política, lo cual va a tener resultados positivos más allá del corto plazo”.

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