Asesor económico de Sichel sube la puntería y fija como meta un crecimiento promedio de 3% para período de gobierno

Una reunión con la Comisión Nacional de Productividad sostendrá hoy el equipo económico de Sebastián Sichel, encabezado por Patricio Rojas.

El objetivo de este encuentro, según cuenta el propio Rojas, es conversar sobre las propuestas en materia de productividad para elevar el crecimiento potencial en el complejo cuadro macroeconómico que habrá en 2022.

“Nuestro programa tiene incorporada una transición en 2022. La economía se enfrentará a un ajuste fiscal importante, con una política monetaria que se estará normalizando y una inflación que terminará relativamente alta″, dice.

¿Habrá medidas especiales para hacer frente a las complejidades de 2022?

-Claro. Tendremos que implementar algunas medidas para hacer frente a la salida de la pandemia, porque algunas familias requieren seguir con cierto apoyo fiscal, por lo tanto, tendrá que ser focalizado, además se necesitará mantener algún tipo de ayuda a las pymes.

¿Para apuntalar el mercado laboral también tienen considerado algunas medidas especiales?

-Es probable que aumente la cantidad de personas que comiencen a ingresar al mercado laboral, por lo que será necesario continuar con los programas de incentivos a la contratación, pero también hacernos cargo de un porcentaje de trabajadores que han sido desplazados durante esta pandemia y que requieren capacitarse para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado laboral. En ese contexto se tiene que pensar en programas de capacitación.

¿Suscriben la proyección de un complejo 2022 con probabilidad de recesión en algunos trimestres?

-El próximo año tendremos una política monetaria que seguirá subiendo la tasa de interés con fuerza hasta niveles de entre 4% y 4,5%, y adicionalmente habrá un ajuste fiscal importante. En ese sentido, si no hay un nivel de coordinación de la política monetaria y fiscal podemos llegar a una situación en que el Banco Central deba realizar un ajuste mucho más fuerte y eso puede llevar a una situación de menor crecimiento. Será clave la coordinación entre la política monetaria y fiscal para el crecimiento de 2022. Un escenario de 2% puede parecer favorable.

Hernán Frigolett, asesor económico de Yasna Provoste, puso como meta de crecimiento para los próximos cuatro años un 2,5% promedio. ¿Ustedes tienen algún objetivo de expansión de la economía para el período?

-Es mejor hablar de crecimiento tendencial. La economía chilena tiene un PIB tendencial bajo 2% y nosotros queremos elevar esa cifra. Estamos generando políticas para que la capacidad tendencial de crecimiento llegue al 3% o 4% y con ello obtener una mayor recaudación de impuestos hacia la segunda parte de la década. No basta con crecer un año bien y luego tener crecimiento mediocre.

¿Pero tienen meta de crecimiento efectivo?

-En el primer año de gobierno es factible tener un crecimiento en torno a 2%, considerando que los dos primeros años serán bastante complejos. Habrá que ordenar las cuentas fiscales y monetarias. Hacia la segunda parte del período queremos tener crecimientos cercanos a 4%, de manera de lograr un crecimiento promedio más cercano a 3% en los cuatro años de gobierno.

En ese sentido, ¿qué lugar ocupan las propuestas tributarias y las políticas económicas para lograr un mayor crecimiento?

-Nuestra propuesta tributaria propone elevar en 3% del PIB la carga tributaria. Es más factible de realizar y de recaudar que las que proponen las candidaturas de izquierda. Es menos disruptiva de lo que están planteando Boric y Provoste. La principal diferencia entre nuestra propuesta tributaria y las de ellos es en la recaudación. No hay evidencia exitosa de que se pueda lograr recaudar 5% u 8% del PIB como lo proponen.

¿Ve que su propuesta tributaria es más “amistosa” para el crecimiento que las de Boric y Provoste?

-Claramente la posición que pueden tener los inversionistas sobre las propuestas tributarias es distinta. Nuestra propuesta plantea cambios, pero mucho más realistas de cumplir. Esto le genera una mayor tranquilidad a los inversionistas extranjeros y locales de que la institucionalidad chilena seguirá siendo alta como lo ha sido hasta ahora. Nuestro programa de gobierno es realista y factible de materializarse en los cuatro años de gobierno. Y genera confianza a los inversionistas.