Banca Ética cerrará ronda de inversión por US$10 millones y apunta a aumentar presencia en Brasil

El próximo 10 de febrero es el cierre de una nueva ronda de inversión por US$10 millones de parte de Banca Ética, una iniciativa creado originalmente por Fundación Avina y Sistema B, que hoy se ha transformado en un plataforma de crowlending (financiamiento colectivo de pequeños inversionistas), además de un fondo de inversión público con la AGF chilena QuestCapital.

Surgida bajo el alero de la organización Fundación Dinero y Conciencia, Banca Ética financia los denominados “proyectos de impacto” en tres áreas: educación y cultura, desarrollo social y medioambiente. Surgido en 2018 en nuestro país, ya ha financiado casi 800 proyectos por cerca de US$80 millones a través del aporte de más de 5.000 inversionistas, de los cuales 750 iniciativas son de Chile y el resto, localizadas en Brasil. De hecho, uno de los objetivos del levantamiento de capital, es financiar las operaciones de Banca Ética, es entrar con mayor fuerza en América Latina, principalmente en Brasil.

Actualmente, los inversionistas pueden participar a través de un instrumento llamado SAFER, utilizado comúnmente para la industria de venture capital (capital de riesgo) en mercados desarrollados como Europa y Estados Unidos, pero adaptado a los principios y valores que la Banca Ética promueve. “Estamos creando una comunidad global de inversionistas conscientes, que entienden la importancia de hacer un cambio en la economía y se suman con distintos montos de inversión”, explica el CEO de Banca Ética, Sebastián Cantuarias.

A partir de 2023, con la autorización para administrar fondos de inversión privados y la nueva ley fintech, Banca Ética busca fortalecer su estructura corporativa y poder ofrecer nuevos productos a sus inversionistas. “La Ley fintech es una oportunidad muy relevante, porque la regulación traerá más transparencia y confianza al sector, lo que implica un fortalecimiento y escalabilidad de la inversión de impacto en nuestro país”, comenta Jorge Muñoz el gerente general de la oficina en Chile de Banca Ética.

Por su parte, Cantuarias comenta que están en tramitación con la CMF para convertirse en un banco propiamente tal, pero con el foco orientado siempre a la sustentabilidad. “Este tipo de tramitación es larga. Estamos en el intercambio de información con la CMF. Pero lo bueno es que mientras se consolida eso, nosotros seguimos con nuestra plataforma de crowlending, buscando proyectos de reciclaje, de viviendas sociales, de educación y electromovilidad, por poner algunos ejemplos”, explica el CEO de Banca Ética.

Sebastián Cantuarias aclara que el financiamiento en las tres áreas en que están enfocados es amplio. “No buscamos sólo las mejores empresas o la que ya son buenas; sino que apostamos por financiar empresas que están en transformación. Por ejemplo, financiamos la primera planta de reciclaje de la industria de la construcción”, explica, y agrega: “Entendemos que la economía está en transformación. Si una empresa tradicional tiene un plan creíble de transformación, nos interesa. No andamos con un garrote del juicio moral. Por ejemplo, si hay agricultores que ocupan pesticidas y quieren transformar eso, nosotros podemos ayudarles”, concluye el CEO de Banca Ética.