Chile superó a Brasil y fue el país que realizó el mayor gasto social en la región el 2021
De acuerdo al informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022, elaborado por la CEPAL, los recursos para esta área alcanzaron a 24,9% del Producto Interno Bruto (PIB). Pese a que no se dieron a conocer datos actualizados de pobreza en el país, según las proyecciones del organismo éstos tendrían algunos ajustes a la baja para 2021 y 2022.
En medio de los severos efectos de la pandemia sobre la economía y el mercado laboral, las ayudas estatales entregadas por el gobierno llevaron a que Chile fuera el país que destinó los mayores recursos a gasto social el año pasado.
De acuerdo al informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022, que incluye nuevos datos de desigualdad y pobreza en la región y sobre la crisis silenciosa de la educación en el marco de la pandemia del Covid. elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el gasto social en el país llegó a 24,9% del Producto Interno Bruto (PIB) el 2021.
Por debajo se ubicaron Barbados y Brasil con 17,8%, 17,3%. De este modo Chile incrementó su gasto social desde el 20,2% del PIB del año 2020, mientras Brasil lo redujo frente al 22,5% de ese año, con lo que dejó de liderar en la región.
En esta edición del Panorama Social se analiza la llamada crisis silenciosa de la educación y la necesidad de avanzar en la transformación de la educación como base para el desarrollo sostenible. Se incluye un capítulo sobre las desigualdades de género en las trayectorias educativas y laborales en la región.
Sin embargo, no se incluyeron las cifras de pobreza en Chile actualizadas, dado que aún no se han reportado los resultados de la encuesta Casen.
Al respecto, Rolando Campos, directos de la División de Estadísticas CEPAL, dijo que “tenemos la encuesta Casen 2020 cuyos datos reflejaron una estimación de pobreza de 14,2% y pobreza extrema de 4,5%. En el 2021 no se levantó la encuesta, pero según las proyecciones, tendríamos algunos ajustes a la baja para 2021 y 2022″.
Añadió que “no habría diferencia en la proporción de pobreza entre 2021 y 2022. Todo esto, porque el nivel de transferencias en 2021 que tuvo Chile es el más alto en comparación con todos los países del Cono Sur de América Latina”.
Tasas sobre niveles prepandemia
El informe sostiene que pese a la leve disminución registrada en 2021, las proyecciones indican que las tasas de pobreza y extrema pobreza se mantienen en 2022 por encima de los niveles prepandemia en América Latina y el Caribe.
“Después de un fuerte crecimiento de la pobreza y un leve aumento de la desigualdad de ingresos en 2020, a consecuencia de la pandemia por Covid-19, el 2021 dio cuenta de una reducción de las tasas de pobreza extrema y pobreza y un crecimiento de los estratos de ingresos medios, que no fue suficiente para revertir completamente los efectos negativos de la pandemia”, explica la publicación.
De esta forma, en 2021 la tasa de pobreza de América Latina alcanzó el 32,3% de la población total de la región (una disminución de 0,5 puntos porcentuales respecto a 2020), mientras que la tasa de pobreza extrema fue de 12,9% (0,2 puntos porcentuales menos que en 2020).
La CEPAL proyecta que a fines de 2022 la pobreza se situará en 32,1% de la población (porcentaje que equivale a 201 millones de personas) y la pobreza extrema en 13,1% (82 millones), es decir, una leve disminución del nivel de pobreza y un leve aumento de la pobreza extrema respecto a 2021, debido a efectos combinados del crecimiento económico, la dinámica del mercado de trabajo y la inflación.
Estas cifras implican que 15 millones de personas adicionales estarán en la pobreza con respecto a la situación previa a la pandemia y que el número de personas en pobreza extrema será 12 millones más alto que el registrado en 2019.
Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de un cuarto de siglo para la región, señaló la CEPAL.
Al igual que en años anteriores, la CEPAL dijo que la incidencia de la pobreza es mayor en algunos grupos de la población en la región: más del 45% de la población infantil y adolescente vive en la pobreza y la tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años es más alta que la de los hombres en todos los países. De igual forma, la pobreza es considerablemente más alta en la población indígena o afrodescendiente.
En 2021, la desigualdad de ingresos (medida por el índice de Gini) disminuyó levemente con respecto al 2020 en América Latina, situándose en 0.458, en niveles similares a los de 2019.
En tanto, la desocupación proyectada para 2022 representa un retroceso de 22 años, afectando especialmente a las mujeres, para las que la desocupación sube de 9,5% en 2019 a 11,6% en 2022.
“La cascada de choques externos, la desaceleración del crecimiento económico, la débil recuperación del empleo y la inflación al alza profundizan y prolongan la crisis social en América Latina y el Caribe”, planteó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, durante la presentación del documento.
“No se ha logrado revertir los impactos de la pandemia en materia de pobreza y pobreza extrema y los países enfrentan una crisis silenciosa en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones”, advirtió.
América Latina y el Caribe sufrió el apagón educativo más prolongado a nivel internacional (en promedio 70 semanas de cierre de establecimientos frente a 41 semanas en el resto del mundo), lo que exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad.
En este período, una de las principales limitaciones para la continuidad educativa fueron las desigualdades en el acceso a conectividad, equipamiento y habilidades digitales. En 2021, en 8 de 12 países de la región más del 60% de la población pobre menor de 18 años no tenía conectividad en el hogar.
De no actuar ahora, la CEPAL advierte sobre el “riesgo de cicatriz permanente en las trayectorias educativas y laborales de las generaciones más jóvenes” de la región.
De acuerdo con el organismo regional de las Naciones Unidas, ya se han medido pérdidas de aprendizaje en el Caribe y, en América Latina, el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no estudia ni trabaja de forma remunerada aumentó de 22,3% en 2019 a 28,7% en 2020, afectando especialmente a las mujeres jóvenes (36% de ellas se encontraba en esta situación, comparado con un 22% de los hombres).
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