El componente de la lista negra de EE.UU. contra empresas chinas que perturba el mercado de autos de alta gama
Un transformador de un proveedor chino prohibido recientemente por su vinculación con el trabajo forzado, está retrasando las importaciones de Porsche y otros automóviles en EE.UU... La pieza, utilizada para conectar automóviles y computadores a redes, estaba dentro de un sistema de control de vehículos que Volkswagen enviaba a EE.UU. desde Europa y México.
BEIJING- Un componente magnético de uso común fabricado por una empresa china incluida en la lista negra de EE.UU. está detrás de la retención de miles de envíos de autos de lujo a EE.UU., lo que ilustra cómo la política comercial estadounidense está trastornando las cadenas de suministro mundiales.
La pieza, un transformador LAN utilizado para conectar automóviles y computadores a redes, estaba dentro de un sistema de control de vehículos que Volkswagen enviaba a EE.UU. desde Europa y México.
La pequeña pieza fue fabricada por una empresa llamada Sichuan Jingweida Technology, dijo una persona familiarizada con el asunto, que en diciembre fue añadida por el Departamento de Seguridad Nacional a la lista de entidades cuestionadas por su presunto uso de trabajo forzado en China.
La empresa china suministró la pequeña pieza a otro proveedor y no suministró directamente el transformador LAN a Volkswagen. Su inclusión en la lista negra provocó que el fabricante de automóviles retuviera las importaciones de automóviles Porsche, Audi y Bentley en EE.UU., y se espera que los retrasos duren hasta marzo, mientras Volkswagen sustituye la pieza.
El fabricante chino, también conocido como JWD Technology, se rehusó a hacer comentarios.
Volkswagen confirmó que la pieza problemática era un transformador LAN y que el subproveedor se añadió a la lista de entidades en diciembre. Volkswagen también dijo que está trabajando para garantizar que su cadena de suministro cumple las normas, y que está utilizando los procedimientos existentes y buscando nuevas soluciones para evitar el trabajo forzado en su cadena de suministro.
El Financial Times informó anteriormente que los autos del grupo Volkswagen fueron retenidos en los puertos estadounidenses después de que el fabricante de automóviles descubriera que un subcomponente no especificado incumplía la ley de prevención del trabajo forzado.
La causa del retraso de Volkswagen ilustra las complejidades a las que se enfrentan las empresas para cumplir una ley estadounidense de dos años de antigüedad que bloquea las importaciones de bienes vinculados a Xinjiang. La región, en el extremo occidental de China, alberga a millones de musulmanes uigures, y el gobierno está llevando a cabo una campaña de asimilación forzosa que EE.UU. ha denunciado como genocidio. Beijing niega las acusaciones.
La ley afecta a la industria automovilística, después de haber afectado ya a fabricantes de ropa y de energía solar, que han visto retenidos o devueltos sus envíos a EE.UU..
Según Oliver Montique, analista de Eurasia Group, este caso, unido a recientes informes de investigadores que vinculan el trabajo forzado a las cadenas de suministro de automóviles, ha asustado probablemente a la industria automovilística y a los fabricantes industriales vinculados a la región. Entre los componentes de automoción vulnerables a las acusaciones de vinculación con el trabajo forzado figuran los componentes electrónicos, el aluminio, los neumáticos, el acero y las baterías, similares a los artículos identificados en algunos informes de investigación.
“Aunque los fabricantes de automóviles intenten mejorar la visibilidad de la cadena de suministro [de la industria], llevará mucho tiempo, y podríamos ver más incidentes como este”, indicó Montique.
Tesla y otros socios
La inclusión de JWD Technology en el grupo de entidades de la Uyghur Forced Labor Prevention Act llevó a uno de los proveedores de Volkswagen a alertar al fabricante de automóviles de que su subproveedor había sido incluido en la lista negra. Esa alerta llevó a Volkswagen a notificarlo a las autoridades estadounidenses y a retener las importaciones en la frontera.
JWD Technology había mencionado a Tesla, BMW, HP, Cisco, Google y Amazon, entre otros, como sus socios en un vídeo de perfil de la empresa sin fecha y en un post de 2021 en su cuenta de redes sociales china. El video y el post fueron retirados después de que The Wall Street Journal preguntara por ellos.
BMW comentó que JWD Technology no figura como proveedor según su cartografía de la cadena de suministro, y las aduanas estadounidenses no han puesto objeciones a la importación de sus productos a causa de la ley sobre trabajos forzados.
HP sostuvo que no encontró pruebas de una relación directa entre ella y JWD Technology. Cisco afirmó que lleva a cabo la diligencia debida en consonancia con los principios pertinentes de las Naciones Unidas. Amazon, Google y Tesla no hicieron comentarios.
Las exportaciones chinas de componentes de automoción se triplicaron en los 10 años hasta 2023, a unos US$ 79.000 millones, según muestran los datos de las aduanas chinas. Muchos se destinan a EE.UU., México, Alemania y Japón.
Un auto suele constar de decenas de miles de componentes: unos 30.000 para un auto con motor de combustión interna y unos 20.000 para un vehículo eléctrico, según algunas estimaciones. Un solo componente puede tener varios niveles de proveedores, a veces hasta cinco o seis empresas en la cadena.
Los fabricantes de automóviles suelen conocer bien a sus principales proveedores, pero es difícil saber de dónde proceden los subcomponentes o las materias primas.
JWD, en la lista de empresas con trabajos forzados
Las autoridades estadounidenses han ampliado cuatro veces la lista de entidades con trabajos forzados, que ahora cuenta con más de 30 empresas.
JWD Technology es una de las tres últimas en incorporarse. Tiene su sede en Mianyang, ciudad de la provincia de Sichuan situada a más de 2.414 kilómetros de Ürümqi, la capital de Xinjiang. EE.UU. acusa a la empresa de participar en programas de transferencia de mano de obra de minorías étnicas perseguidas a la compañía, patrocinados por el gobierno.
Fundada en 2002, JWD Technology fabrica transformadores de red y potencia, filtros de radiofrecuencia y otros productos utilizados en la comunicación en red, la electrónica de consumo y la comunicación en automoción, de acuerdo a lo que muestra su sitio web.
En el sitio web de la empresa se enumeran más de 130 tipos de transformadores de red.
Muchas de las importaciones estadounidenses de automóviles de Volkswagen proceden de Europa y México, según S&P Global Market Intelligence. El fabricante de automóviles alemán importó 199 millones de dólares de autopartes a México desde China en 2023, que incluyeron ruedas, piezas de motor, ejes de transmisión e interruptores eléctricos, detalló S&P Global Market Intelligence. Los datos sobre las importaciones de Volkswagen de piezas fabricadas en China a Europa no estaban disponibles.
El cumplimiento se toma en serio
Xinjiang no es un gran centro manufacturero, pero alberga productores de electrónica y componentes, así como de acero, aluminio, cobre y otras materias primas.
Investigadores del Instituto Australiano de Política Estratégica y de la Universidad Sheffield Hallam, así como Human Rights Watch, han publicado informes por separado en los que advierten de que las empresas necesitan un mayor escrutinio para comprobar que los componentes no están vinculados a trabajos forzados en Xinjiang.
Estos estudios han impulsado la revisión de la cadena de suministro entre los fabricantes de automóviles, según los ejecutivos del sector, pero las empresas se han dado cuenta de que rastrear la procedencia no es fácil.
Los proveedores pueden dudar en revelar de dónde obtienen sus subcomponentes o materiales por miedo a perder su ventaja comercial. Y para los proveedores chinos, podría ser políticamente delicado revelar información en el contexto del trabajo forzado de Xinjiang, dado que el gobierno chino niega que exista tal problema.
John Foote, un abogado con sede en Washington D.C. que dirige la práctica de aduanas en Kelley Drye & Warren, señaló que el caso demuestra que Volkswagen se tomó en serio el cumplimiento de la ley sobre trabajos forzados.
“Tomó una medida que perturbó enormemente el comercio por un claro sentido de la obligación de cumplir la legislación estadounidense”, aseguró Foote.
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