El crítico balance del Consejo Fiscal Autónomo a las cuentas públicas del gobierno
Una de las advertencias que entregó el CFA apuntan a las cifras de crecimiento que proyecta Hacienda. Para este año, el Ejecutivo prevé que la actividad económica subirá 2,5%. “Si las cifras macroeconómicas que inciden en las estimaciones de ingresos fiscales resultan ser inferiores que las supuestas por el Ministerio de Hacienda podrían tensionar aún más la situación fiscal”.
Una visión crítica sobre el manejo de las finanzas públicas del gobierno en 2023 y las proyecciones de mediano plazo es el que hizo el Consejo Fiscal Autónomo (CFA). En su “Informe de evaluación y monitoreo del cálculo del Balance Estructural y nivel prudente de deuda: estimaciones 2023‐2028 del IFP del cuarto trimestre de 2023″, el CFA ve un deterioro de las cifras fiscales en 2023 respecto a 2022.
En particular, ponen su foco de atención en el aumento de la deuda bruta a un nivel de 39,8% del PIB, comparado con el 38% en 2022, mientras que la deuda neta aumentó de 32% a 34,7% del PIB.
A la vez, dicen que el Balance Estructural (BE) pasó de un superávit de 0,2% en 2022 a un déficit de 2,6% del PIB en 2023. En ese sentido recalcan que “el Ministerio de Hacienda ha postergado el ajuste prudencial por los ingresos transitorios del litio para el año 2024, con lo que en 2022 y 2023 éste no fue realizado, precisamente en los momentos de mayor precio de dicho mineral. Si en 2023 se hubiese considerado el ajuste prudencial por litio, el BE habría sido de -3,6% del PIB”.
El Consejo también analizó las proyecciones de mediano plazo, las que siguen mostrando un estrés fiscal. Si bien afirman que “la deuda bruta se mantendría por debajo de su nivel prudente de 45% del PIB, se proyecta un aumento de la deuda neta, una caída de los activos del Tesoro Público (TP) y holguras muy acotadas para el período 2025-2028. Es así como la proyección de deuda neta para 2028 alcanza un 38,2% del PIB, mientras que los activos del TP se proyecta que pasen de 5% del PIB en 2023 a 3% en 2028″.
En su visión, las holguras para el período 2025-2028, definidas como la diferencia entre el gasto compatible con la meta de BE y el gasto comprometido, son muy acotadas, incluso con valores negativos para 2025 y 2026. Por ello, el CFA insiste en que no existen espacios para nuevos gastos permanentes en los próximos años si no se aumentan las fuentes de financiamiento también permanentes, tales como un mayor crecimiento tendencial, nuevos ingresos tributarios, reducción de la evasión y/o elusión tributaria y, complementariamente, ganancias de eficiencia del gasto para la creación de espacio fiscal.
Las dudas sobre el PIB
Otra de las advertencias que entregó el CFA apuntan a las cifras de crecimiento que proyecta Hacienda. Para este año, el Ejecutivo prevé que la actividad económica subirá 2,5%. “Si las cifras macroeconómicas que inciden en las estimaciones de ingresos fiscales resultan ser inferiores que las supuestas por el Ministerio de Hacienda podrían tensionar aún más la situación fiscal”.
Por ello, el CFA reitera su recomendación a la Dirección de Presupuestos (Dipres) “de iniciar una agenda de trabajo conjunta de mediano plazo en la que se comparta la metodología empleada para la estimación de las distintas líneas de ingresos, para efectos de buscar perfeccionamientos que mejoren su capacidad predictiva”.
Adicionalmente, el Consejo hace notar que actualmente no se publican las proyecciones del precio y producción del litio, lo que dificulta dimensionar el efecto que cambios en dichas variables tendrían sobre los ingresos fiscales. Por ello, recomienda a la Dipres que publique estas cifras junto con los demás supuestos macroeconómicos.
Respecto del gasto fiscal, el Consejo observa que si bien en 2023 estuvo en línea con lo presupuestado en cuanto a su nivel total, hubo un cambio en su composición, con sobreejecución de gastos en personal y subejecución de inversiones. “Esto podría implicar mayores presiones de erogaciones permanentes hacia el futuro, a la vez que, de mantenerse, podría tener efectos negativos sobre el crecimiento potencial de la economía”, sostiene el informe.
En otro punto, mencionan “la falta de una adecuada transparencia en relación con las transacciones de activos y/o pasivos financieros del Tesoro Público y recomienda que la Dipres publique periódicamente el detalle de sus respectivo stocks y cambios, especialmente considerando la magnitud de la diferencia observada en dichas transacciones en tan sólo un trimestre y sus efectos a la baja sobre la deuda pública proyectada para 2024″.
Por último, sostienen que dado que de acuerdo a las proyecciones de la Dipres los activos financieros del Tesoro Público continuarán cayendo en los próximos años, a juicio del Consejo ello implica un riesgo de menor capacidad para hacer frente a eventuales crisis.
“Dado el complejo panorama fiscal actual para poder restablecer dichos fondos, el Consejo enfatiza la importancia de robustecer la credibilidad de la regla e institucionalidad fiscal, de forma tal que en una futura situación de crisis el país cuente con un acceso a financiamiento en condiciones favorables.”. Por lo mismo, el CFA recomienda que el Ministerio de Hacienda defina un nivel adecuado para el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) a mediano plazo, que permita hacer frente a futuras crisis y que sea consistente con la fijación de metas de Balance Estructural.
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