Elon Musk dice que trasladará las sedes de X y SpaceX fuera de California

Elon Musk está cansado de California.

El multimillonario empresario dijo el martes que va a trasladar la sede de dos de sus empresas, X Corp. y SpaceX, de California a Texas. Los movimientos, anunciados días después de que apoyara a Donald Trump para la presidencia, ilustran aún más cómo Musk se ha alineado cada vez más con posturas conservadoras en cuestiones sociales.

Sus revelaciones se produjeron después de que el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, firmara el lunes una nueva ley que pretende impedir que las escuelas informen a las familias si sus hijos se identifican como homosexuales o transexuales.

“Esto es el colmo”, escribió Musk en X, la plataforma de redes sociales de la que es propietario. Citó la ley así como “muchas otras que la precedieron, atacando tanto a familias como a empresas”.

La ley californiana prohíbe a los distritos escolares exigir a los empleados que revelen información sobre la orientación sexual o la identidad de género de un alumno sin su consentimiento. Los defensores de la ley afirman que protege a los niños de ser obligados a salir del armario y crea un lugar seguro para ellos en la escuela. Los críticos aseguran que vulnera el derecho de los padres a estar informados.

“Le dejé claro al gobernador Newsom hace aproximadamente un año que leyes de esta naturaleza obligarían a familias y empresas a abandonar California para proteger a sus hijos”, dijo Musk.

Newsom, escribiendo en X el martes por la noche, hizo referencia a una publicación que Trump realizó en las redes sociales hace dos años. Trump sostuvo entonces que Musk se habría puesto de rodillas y le habría suplicado subvenciones del gobierno, si Trump se lo hubiera pedido.

“Dobló la rodilla”, señaló Newsom el martes.

SpaceX no hizo comentarios, ni tampoco un representante de X.

El sábado, Musk dio formalmente su apoyo a Trump poco después de que el expresidente sobreviviera a un intento de asesinato en un mitin en Pensilvania. El Wall Street Journal informó el lunes que Musk tiene previsto destinar unos US$ 45 millones al mes a un nuevo comité de acción política que respalda la candidatura presidencial de Trump, citando a personas familiarizadas con el asunto.

El martes, Musk comentó que su empresa de cohetes, SpaceX, trasladaría su sede de Hawthorne, California, a una zona de Texas donde la firma ha estado ampliando su centro de fabricación y lanzamiento Starbase, cerca de Brownsville, en el extremo sureste del estado.

Asimismo, manifestó que X, la plataforma de redes sociales, trasladaría su sede de San Francisco a Austin, Texas.

“Estoy harto de tener que esquivar a bandas de drogadictos violentos para entrar y salir del edificio”, planteó sobre la actual sede de X en San Francisco.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, republicó uno de los tuits de Musk sobre X y dijo que el traslado de SpaceX “consolida a Texas como líder en exploración espacial”.

La empresa de medios sociales de Musk, X, antes conocida como Twitter, tiene su sede en el barrio Mid-Market de San Francisco desde hace más de una década, mucho antes de que Musk adquiriera la compañía en 2022.

Musk ha criticado cómo los líderes de San Francisco han respondido a problemas como la delincuencia. “Muchos empleados de Twitter se sienten inseguros al venir a trabajar en el centro de SF y les han destrozado las ventanillas de sus autos”, publicó Musk en su plataforma el año pasado. “También obtuvieron una respuesta tan nula de la policía que ya casi ni se molestan en denunciar los delitos, porque no pasa nada”.

Sin embargo, Musk también prometió el año pasado que X permanecería en San Francisco. “Muchos han ofrecido ricos incentivos para que X, alias Twitter, traslade su sede fuera de San Francisco”, publicó Musk en X en julio de 2023. “Además, la ciudad está sumida en una espiral catastrófica con una empresa tras otra marchándose. Por lo tanto, esperan que X también se mude. No lo haremos”.

X se ha estado expandiendo en Texas. A principios de este año, la firma comunicó que estaba contratando empleados para un equipo con sede en Austin que se centraría en cuestiones de seguridad de contenidos.

No está claro qué ocurrirá con el complejo de la sede de X en San Francisco. X podría mantener su presencia en la zona. Eso podría dar lugar a una configuración similar a la de la empresa de vehículos eléctricos de Musk, Tesla, que tiene su sede en Texas, pero que cuenta con una oficina denominada “sede de ingeniería” en Palo Alto, California.

Antes del anuncio de Musk del martes, X estaba haciendo planes para subarrendar el espacio sobrante que ya no utilizaba en su sede de San Francisco tras la reducción de personal, dijeron la semana pasada personas familiarizadas con los planes.

En cuanto a SpaceX, la empresa de cohetes lleva mucho tiempo instalada en Texas y ha tomado medidas para aumentar su presencia allí. La compañía ha presentado documentos para reincorporarse en Texas, desde Delaware, donde un juez a principios de este año falló en contra del paquete salarial de Musk en Tesla.

En McGregor, ciudad situada cerca de Waco, SpaceX prueba motores y otros equipos. En las afueras de Austin, abrió una nueva fábrica de más de 213 kilómetros cuadrados para producir terminales de usuario Starlink. A lo largo de una playa del Golfo de México, no lejos de Brownsville, la empresa ha estado vertiendo recursos en lo que denomina Starbase.

Starbase, que pronto será el cuartel general de SpaceX, se extiende por varias parcelas de terreno cerca de marismas y parques. La empresa comentó que en 2023 emplearía directamente a más de 1.800 personas en Starbase, lo que la convertiría en el mayor empleador de la zona.

El complejo, que SpaceX ha bautizado como la “Puerta a Marte”, incluye una plataforma de lanzamiento para el cohete Starship de la firma, una fábrica, viviendas y otras instalaciones relacionadas con el enorme vehículo, que SpaceX aún está intentando demostrar que puede volar tal y como fue diseñado.

Se espera más actividad en Starbase. A principios de este año, la empresa declaró que tenía previsto construir una oficina de cinco plantas como complemento de su fábrica, de acuerdo a un informe del Departamento de Licencias y Regulación de Texas. Recientemente, SpaceX solicitó a las autoridades federales de aviación permiso para realizar hasta 25 lanzamientos al año desde Starbase, lo que supondría un aumento con respecto a los cinco lanzamientos anuales autorizados actualmente.

SpaceX se ha ganado el apoyo de muchos miembros de las comunidades en las que opera en Texas, pero también ha generado rechazo y frustración. Hace más de un año, decenas de residentes del condado de Bastrop mostraron su disconformidad con la fábrica Starlink de SpaceX y con los planes de expansión de Boring Company, la empresa de Musk dedicada a la construcción de túneles.

SpaceX, mientras tanto, cierra con frecuencia la playa adyacente a Starbase para las operaciones de Starship, y algunos ambientalistas y residentes señalan que los reguladores no han hecho lo suficiente para mitigar el efecto que las operaciones están teniendo en la tierra y la vida silvestre. La compañía ha declarado que se siente orgullosa de formar parte activa de la comunidad cercana a Starbase, promocionando su trabajo en la región.

El traslado de la sede de Hawthorne, California, a Starbase, marca al menos simbólicamente el fin de una era para la empresa. SpaceX, fundada por Musk hace más de dos décadas, creció en el sur de California.

Ocupa un gran complejo fabril en Hawthorne, una ciudad al sureste del aeropuerto internacional de Los Ángeles, y tiene una importante plantilla allí. Cerca de una de las entradas del edificio hay un imponente cohete de SpaceX.

Tras el traslado de X y SpaceX, Neuralink, la startup de Musk dedicada a los chips cerebrales, y xAI, serán las dos únicas firmas del empresario con sede en California.