Empresas en reorganización suben 20% y quiebras caen 34% en agosto
Según el último reporte de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, entre el 1 de enero y el 31 de agosto 30 empresas se sometieron a procedimientos concursales de reorganización para evitar la quiebra. Se trata de una cifra 20% superior a igual periodo del año anterior, destacando el alza en la Región Metropolitana, luego de pasar de 18 a 24 procesos en el mismo lapso.
Un escenario que se torna más complejo para las empresas es el que detalló el último boletín estadístico de agosto de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir).
Según el reporte, entre el 1 de enero y el 31 de agosto 30 empresas se sometieron a procedimientos concursales de reorganización para evitar la quiebra. Se trata de una cifra 20% superior a la de igual periodo del año anterior, destacando el alza en la Región Metropolitana, luego de pasar de 18 a 24 procesos en el mismo lapso.
De acuerdo a las cifras de la Superir, el 64% (19) de los procedimientos ingresados a reorganización correspondió a grandes empresas, clasificación establecida de acuerdo a criterios del Servicio de Impuestos Internos (SII). Le siguen cuatro empresas medianas y cuatro pequeñas.
Para el superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, el incremento de las reorganizaciones, pese a todo, viene a ser “una señal muy positiva, porque estamos hablando de empresas que, pese a los problemas de solvencia que tengan, siguen siendo viables y eso implica que no se pierden empleos y no se cortan cadenas de suministros o la interacción con proveedores, no arrastrando a empresas proveedoras, mayormente de menor tamaño, a la insolvencia”.
“Durante una reorganización, la empresa recibe una protección financiera concursal, durante la cual no puede solicitarse ni declararse su liquidación contra la empresa , ni iniciarse en su contra juicios ejecutivos, ejecuciones de cualquier clase o restituciones en juicios de arrendamiento. Y también, todos los contratos suscritos por el deudor mantienen su vigencia y condiciones de pago, lo que permite lo señalado al inicio, en cuanto a que la empresa puede seguir funcionando, con todos los beneficios que ello implica”, acotó.
En el mismo periodo enero-agosto, las liquidaciones de bienes y activos de empresas deudoras descendieron 34% en comparación con igual periodo del año pasado. En efecto, durante los primeros ocho meses de 2022 se registraron 702 quiebras y en el mismo lapso de 2021 hubo 1.071 liquidaciones.
El 53% de los procedimientos de quiebras ingresados a la Superir en el periodo analizado correspondió a la Region Metropolitana (251). Le sigue la regiones de Valparaíso y del Biobío con 7,4% (35) y 7,2% (34), respectivamente.
En agosto de 2022 hubo 69 procedimientos de liquidación de activos de empresas deudoras. Se trata del número más alto desde el pasado mes de marzo, cuando se registraron 71 quiebras.
A diferencia de las reorganizaciones, el tamaño de las empresas que solicitaron su liquidación en agosto es más homogéneo, y sólo el 7,8% (37) correspondió a grandes compañías, afectando principalmente a pequeñas 29,3% (139) y medianas 11,2% (53).
Cuidado
Según Hugo Sánchez, “el freno que han tenido las solicitudes de liquidaciones entre las empresas, se debe en gran parte a las medidas que como gobierno hemos adoptado para apoyar, fundamentalmente, a las empresas de menor tamaño. Y acá destacar el Plan Chile Apoya o el nuevo plan Invirtamos en Chile, con el cual se busca reimpulsar el crecimiento a partir de septiembre de este año. Y como Ministerio de Economía se ha trabajado en un nuevo Fogape, que tiene como foco la facilitación del acceso, por parte de las mipymes, a créditos con garantía, además de la flexibilización del pago de impuestos atrasados y la condonación de sus respectivos intereses”.
La liquidadora Loreto Ried llamó a tener cuidado con el análisis, porque “cuando la Superintendencia asegura que han disminuido las liquidaciones, debemos considerar que las personas deudoras son dos o tres veces más y me atrevería a decir que más de la mitad son personas con boletas. Puede ser que esa caída en quiebras se deba a que las personas que tienen inundado el sistema concursal, han disminuido por bonos, IFE y retiros de fondos de pensiones”.
Pulso consultó a expertos en quiebras y reorganizaciones por qué en agosto disminuyeron las empresas en quiebra, pero las reorganizaciones subieron.
Cristian Gandarillas, socio de Gandarillas, Montt, del Río Abogados, sostuvo que “las empresas, en estos momentos, si bien deterioradas, están sufriendo un problema financiero o de caja más que comercial, lo que incentiva a una reorganización más que a una liquidación. En segundo lugar, se ha asentado la reorganización como un instrumento accesible y conocido para los deudores y que les da una posibilidad de conservar su negocios, aunque con sacrificios. Y la tercera es que la economía, si bien está deteriorándose, no ha tocado fondo, por lo que aún hay espacio para reorganizaciones. En todo caso, creo que hay mirar esto a mediano plazo para analizar cuántas de esas reorganizaciones se logran cumplir y cuántas de ellas terminan en procesos de liquidación”.
En tanto, Luis Felipe Castañeda, socio de Castañeda Abogados, respondió: “Básicamente por dos razones. La primera es que los acreedores y en particular los bancos, están en una posición más abierta a salvar empresas viables. Se entiende que hoy día hay una crisis económica generalizada y una situación política muy inestable, que afecta a la mayoría de las firmas de casi todas las actividades económicas. Por ende, se tratan de flexibilizar los criterios de reestructuración, para evitar liquidaciones y potenciar las reorganizaciones. Y, por otra parte, las empresas enfrentadas a situaciones de insolvencia se dan cuenta que hay opciones para evitar la quiebra o liquidación, en la medida que cuenten con una asesoría especializada adecuada”.
Finalmente, Ernesto Solís, presidente de TMA (Turnaround Management Association) Chile, planteó que “los casos de liquidación se siguen concentrando en empresas pequeñas. Los casos de liquidación están disminuyendo por tres razones: muchas empresas pequeñas no tienen los recursos para entrar a un proceso concursal y prefieren intentar revertir la situación de iliquidez en forma interna, posponiendo la decisión de liquidación. Al mismo tiempo, muchas empresas entran en una liquidación no concursal, en que dejan de cumplir sus compromisos, pero no hacen un proceso formal de liquidación. Además, muchas son unipersonales (tienen un dueño), los cuales buscan empleos informales para poder seguir generando ingresos y dejan de gestionar la empresa que tiene problemas de liquidez”.
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