Gobierno corporativo y startups

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"Se hace más necesario que nunca, entonces, que las compañías que están en este camino de crecimiento exponencial y, por consiguiente, necesitados de capital, definan su gobierno corporativo en etapas tempranas de su vida. Esto les permitirá acceder a fondos de inversión internacionales y de mayor nivel, de una forma más acelerada y confiable".



Chile se puso emocionante. Así lo aseguró días atrás Nicolás Szekasy, cofundador de Kaszek Ventures, uno de los fondos de inversión más importantes en Latam y el mismo de NotCo y Betterfly. Y concuerdo con él. Nunca antes habíamos vivido en Chile un auge tan relevante en el escalamiento y valorización de startups. No hay duda que esto traerá consigo un fuerte efecto contagio en el emprendimiento y también en el apetito por riesgo, el cual ya se está comenzando a ver a toda escala.

Se hace más necesario que nunca, entonces, que las compañías que están en este camino de crecimiento exponencial y, por consiguiente, necesitados de capital, definan su gobierno corporativo en etapas tempranas de su vida. Esto les permitirá acceder a fondos de inversión internacionales y de mayor nivel, de una forma más acelerada y confiable. Lo que no podemos hacer es perder la oportunidad.

Es muy común que las startups intenten escalar sin tener totalmente resueltos estos temas. La formalización de sus documentos legales, una adecuada estructura jurídica y muchos otros temas básicos, son los que permiten, por ejemplo, el ingreso de nuevos accionistas. Sin embargo, muchas veces se dejan de lado para “más adelante” o “cuando sea necesario”.

Es evidente que para crecer, dirigir, administrar y gestionar una empresa es necesario contar con una buena estructura corporativa. En mis años vinculado al mundo del emprendimiento y como asesor de varias compañías de base tecnológica, he visto mucho cómo en etapas más tempranas de la empresa, son los mismos fundadores los que ejercen todas las labores y toman las decisiones relevantes, ya sea porque no cuentan con un equipo adecuado, con un consejo asesor o una junta directiva que tome ese rol de apoyo. Esto genera un escenario ideal para la entrada de un nuevo tipo de consejero: los advisory boards.

Los advisory boards han funcionado muy bien en este tipo de empresas y son cada vez más comunes, ya que apoyan con experiencia, redes de contacto y entregan una señal de confianza al mercado a la hora de definir los temas más críticos, acompañando al equipo fundador durante estos procesos críticos, en donde se definen temas tales como internacionalización, levantamiento de capital y niveles de deuda o temas legales complejos, entre otros.

Las competencias necesarias en cada etapa de la vida de una startup normalmente difieren entre ellas y tienen poco o nada en común. Si en la primera es más valioso un visionario “one man show”, por las restricciones de caja, en la siguiente etapa, cuando el timming y la velocidad de escalamiento juegan un rol crítico en el éxito, se requieren otras capacidades, tales como negociación, pensamiento crítico, visión estratégica y fuertes capacidades de gestión.

Aquí es donde el gobierno corporativo juega el rol más relevante, ya que él o los fundadores, deben comenzar a ceder parte de su espacio a este nuevo equipo, asesores incluidos, cuyas reglas fundamentales de gobierno están normadas y no son decisión exclusiva de ellos. Lo importante es que, en cualquier caso, tanto este equipo de asesores, como los líderes de la empresa, compartan el sueño y propósito por el cual la compañía fue creada.

*Roberto Camhi, emprendedor, fundador y ex-Gerente General de Mapcity.

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