La columna de Karin Moore: “Chile en crisis demográfica: un país que envejece sin relevo”

La columna de Karin Moore: “Chile en crisis demográfica: un país que envejece sin relevo”

Es hora de un giro radical. Necesitamos políticas públicas efectivas que permitan a las personas tomar decisiones reproductivas sin que ello signifique altos costos laborales. El derecho a la maternidad y paternidad debe abordarse desde una perspectiva social. Chile se enfrenta a una encrucijada y el tiempo se agota. Si no actuamos hoy, el futuro nos pasará la cuenta.



Imaginen un país donde las salas de maternidad se vacían mientras los hogares de ancianos se llenan. Un país donde la jubilación se convierte en un callejón sin salida, porque no hay suficientes jóvenes que trabajen para sostener a los mayores. Ese país es Chile. Y el problema ya no es una advertencia: es una realidad.

Nuestra tasa de fecundidad ha caído a niveles alarmantes. Con 1,17 hijos por mujer en 2021 y proyecciones que apuntan a un 0,88 en 2024, estamos frente a una crisis de proporciones inéditas. Para sostener nuestra población, la tasa de reemplazo es de 2,1. Estamos lejos de ese umbral, y la pregunta que debemos hacernos es simple, pero brutal: ¿quién sostendrá a Chile en el futuro?

Las razones detrás de esta crisis son múltiples y complejas. Existe una transformación estructural del rol de la mujer, quien ha conquistado espacios en la educación y el mercado laboral, pero en un contexto que sigue penalizando la maternidad. Las políticas actuales no garantizan una conciliación real entre la vida profesional y la crianza, lo que obliga a muchas mujeres a elegir entre su desarrollo personal y la formación de una familia. A ello se suma un factor económico innegable: el alto costo de la vida ha convertido la maternidad y la paternidad en un privilegio que cada vez menos parejas pueden asumir. Además, la falta de tiempo, junto con la creciente intensificación de la crianza, genera incertidumbre y retrasa la decisión de tener hijos.

Sin embargo, en este debate se ha instalado una visión incompleta y reduccionista. Tener hijos no es solo una carga económica o un sacrificio personal. La evidencia muestra que la parentalidad puede ser una fuente de bienestar y realización, proporcionando sentido de propósito y fortaleciendo los lazos familiares y sociales. Pero para que más personas puedan ejercer libremente su deseo de formar familia, es fundamental generar condiciones que lo hagan viable. Sin cambios estructurales, la natalidad seguirá cayendo y Chile enfrentará consecuencias económicas y sociales devastadoras.

El problema es que, si no revertimos esta tendencia, enfrentaremos un colapso en nuestras pensiones, un mercado laboral reducido y un freno definitivo al crecimiento económico. No es casualidad que países como Francia y Suecia hayan desplegado estrategias activas para sostener su natalidad. Lo han hecho con sistemas de cuidado infantil accesibles, licencias parentales para ambos progenitores y condiciones laborales flexibles. En Chile, en cambio, la maternidad sigue siendo vista como un problema de las mujeres, en lugar de una responsabilidad compartida entre los padres, y entre el Estado y la sociedad.

Las cifras son tozudas: los países con mayores tasas de fecundidad no han insistido en aumentar las licencias maternales, sino en proporcionar estructuras de apoyo que faciliten la corresponsabilidad y la crianza. Mientras sigamos enfocándonos solo en la madre, sin avanzar en permisos parentales equitativos ni garantizar servicios de cuidado accesibles, perpetuaremos la penalización del empleo femenino y profundizaremos la crisis demográfica.

Es hora de un giro radical. Necesitamos políticas públicas efectivas que permitan a las personas tomar decisiones reproductivas sin que ello signifique altos costos laborales. El derecho a la maternidad y paternidad debe abordarse desde una perspectiva social. Chile se enfrenta a una encrucijada y el tiempo se agota. Si no actuamos hoy, el futuro nos pasará la cuenta.

La autora de esta columna es Coordinadora Legal de Clapes UC.

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