La columna de Tomás Rau: A Chile se le apareció marzo (y también el nuevo orden mundial)

El plan de Donald Trump de elevar aranceles hasta un 25% y endurecer las restricciones a China traerá consigo una guerra comercial renovada. Aunque Chile no es el objetivo principal, el impacto será inevitable.
El mes de marzo es complejo en Chile. Al término del período estival se suma el inicio de clases, múltiples gastos y el estrés propio de la vuelta al trabajo. Pero este marzo viene “recargado”. El mundo parece moverse más rápido las últimas semanas. Las directrices del comercio global están cambiando abruptamente con el regreso del proteccionismo en Estados Unidos y una guerra comercial que vuelve a escalar. En este nuevo orden, los países -bien liderados- que reaccionen con agilidad y claridad estratégica podrán sortear sus efectos nocivos, mientras que aquellos atrapados en la inercia quedarán rezagados.
Chile, desafortunadamente, parece pertenecer a este segundo grupo. Mientras en Washington se discuten nuevas barreras arancelarias y en Pekín buscan alternativas para sortearlas, nuestro país sigue sumido en el pantano de los permisos, la incertidumbre regulatoria y la falta de incentivos para invertir. En lugar de actuar estratégicamente y con rapidez, la forma parece ser esperar a que la tormenta pase y conformarnos con un crecimiento de 2,5% y desempleo de 8%.
El plan de Donald Trump de elevar aranceles hasta un 25% y endurecer las restricciones a China traerá consigo una guerra comercial renovada. Aunque Chile no es el objetivo principal, el impacto será inevitable. China y Estados Unidos son nuestros mayores socios comerciales, recibiendo en conjunto más del 55% de nuestras exportaciones. Si China crece menos debido a estas restricciones, la demanda por cobre y otros commodities clave se debilitará, golpeando nuestra economía.
Si EE.UU. decide aplicar aranceles a productos chilenos, el golpe será directo: no solo quedarían en desventaja sectores como la agroindustria y la manufactura, sino que se afectaría el acceso a un mercado estratégico para nuestras exportaciones. ¿Estamos preparados para este escenario? ¿Existe un plan de contingencia? Hasta ahora, no hay señales claras de que exista.
Mientras el mundo redefine sus estrategias económicas, algunos países han tomado decisiones concretas para fortalecer su comercio exterior. Brasil ha ampliado sus lazos con China y el Golfo Pérsico, diversificando mercados para mitigar riesgos geopolíticos. India ha cerrado acuerdos con socios emergentes para potenciar su industria y Vietnam sigue captando inversión extranjera, consolidándose como un centro productivo clave en Asia. En Chile, en cambio, la inercia parece ser la estrategia.
La pregunta es si el país seguirá en esta pasividad o si aprovechará las elecciones de noviembre para corregir el rumbo. No es solo una elección política; es una decisión económica de largo plazo. La próxima administración deberá definir cómo Chile enfrentará este nuevo orden: ¿seguiremos estancados mientras el mundo avanza o tomaremos, de una vez, decisiones estratégicas para insertarnos en este nuevo escenario?
El país necesita una política comercial más proactiva, con énfasis en la diversificación de mercados, la atracción de inversiones y la modernización del Estado para facilitar la inversión y el crecimiento. No podemos seguir apostando a que el cobre siempre nos salvará, ni confiando en que los tratados comerciales firmados hace 30 años serán suficientes para protegernos de la incertidumbre global.
Mientras otros buscan nuevas oportunidades, Chile sigue inmóvil, esperando a que los cambios ocurran sin prepararse para ellos. El mundo no espera. La economía global se está reconfigurando y los países que tomen decisiones hoy -o que ya reaccionaron- serán los líderes mañana.
Aún estamos a tiempo de cambiar con asertiva visión y voluntad. Pero no queda mucho. Bob Dylan cantó esto mejor que yo: “Más vale que empecemos a nadar o nos hundiremos como una piedra, porque los tiempos están cambiando.”
El autor de esta columna es profesor titular de la UC
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