La demanda de “bonos solares” se dispara en Estados Unidos
Los inversionistas más grandes están comenzando a comprar la deuda detrás de los préstamos a los propietarios de viviendas que desean reducir su dependencia de las vulnerables redes eléctricas.
Las empresas de inversión están comprando cantidades récord de los llamados bonos solares, una deuda emitida para ayudar a los ciudadanos estadounidenses a financiar la compra de paneles solares que van en los tejados, para así alimentar sus hogares.
Las ventas de bonos solares alcanzaron alrededor de US$ 2.000 millones en los primeros seis meses del año, aproximadamente el doble de los niveles durante el mismo período en 2020 y 2019, según el rastreador de acuerdos Finsight.com. Los bonos, que están respaldados por paquetes de préstamos otorgados a propietarios de viviendas para la compra de paneles, están siendo emitidos por un puñado de compañías financieras que se especializan en paneles solares residenciales, incluidas GoodLeap LLC, Sunnova Energy Corp. y Solar Mosaic Inc.
Al aprovechar los mercados de bonos, las empresas están conectando a los administradores de fondos que buscan inversiones ecológicas con los propietarios de viviendas que desean obtener electricidad más barata —y potencialmente más confiable— al tiempo que reducen sus huellas de carbono.
“Todo se redujo al costo y al medio ambiente”, afirmó Josh Rudin, un abogado de bienes raíces de 34 años que obtuvo un préstamo a 10 años de Solar Mosaic para instalar paneles solares en la casa que su familia compró en Woodbury, New York., este año. “Empezamos hace una semana, e incluso con el mal clima, el sistema está produciendo el 82% de nuestra electricidad”.
Los paneles solares reducen el costo de sus compras de electricidad de la red en un 95% y lo califican para aproximadamente US$ 15.000 en créditos fiscales federales y estatales. Incluso después de contabilizar los pagos del préstamo, su gasto de energía mensual se reducirá, lo que le permitirá ahorrar alrededor de US$ 8.500 durante la vigencia del préstamo, según EmPower Solar, la compañía que le vendió el equipo. Los pagos del préstamo permanecerán fijos, y cuando los paneles produzcan más electricidad de la que él usa, Rudin puede vender el exceso a su red eléctrica local, afirmó.
La demanda de préstamos se está acelerando este año en medio de patrones climáticos más violentos e impredecibles, afirmó Tanguy Serra, presidente de GoodLeap LLC, el mayor emisor de bonos solares. “Los incendios forestales en California, el invierno de Texas, los cortes eléctricos en Louisiana, son publicidad a gran escala del producto”, sentenció.
El huracán Ida cortó el suministro eléctrico a aproximadamente un millón de clientes en New Orleans y Mississippi, y a 200.000 personas en New York, New Jersey y Pensilvania la semana pasada.
A los inversionistas de bonos les gusta la deuda respaldada por préstamos solares porque los prestatarios deben ser dueños de sus casas y tener un buen historial hipotecario para calificar, afirmó Katrina Niehaus, directora de finanzas estructuradas corporativas de Goldman Sachs Group Inc., que gestiona bonos solares. La compra de valores también ayuda a los administradores de activos a cumplir con los objetivos de inversión ambientales, sociales y de gobierno, o ESG, requeridos por sus clientes.
El creciente apetito por los bonos está reduciendo los costos de los préstamos para empresas como GoodLeap. Los inversionistas compraron la mayor parte de los bonos emitidos más recientemente por la empresa con un rendimiento del 1,94%, en comparación con el 2,77% de un acuerdo realizado en julio del 2020, según Finsight.com.
Los sistemas de energía solar pueden costar US$ 30.000 o más y, hasta hace poco, la mayoría de los propietarios tenían dos opciones al comprarlos: pagar en efectivo o firmar un contrato de arrendamiento. Durante los últimos cinco años, las empresas de financiación solar ampliaron sus operaciones pidiendo dinero prestado a bancos y cooperativas de crédito, para luego prestarlo a clientes de proveedores de paneles como EmPower.
Las empresas utilizan algoritmos para evaluar y aprobar rápidamente a los prestatarios, cobrar tarifas sobre los préstamos y luego venderlos a los administradores de fondos. Los préstamos representaron el 63% del financiamiento solar en 2020, frente al 21% en 2015, afirmó el director ejecutivo de Mosaic, Billy Parish.
Inicialmente, las compañías financieras vendieron gran parte de sus préstamos y bonos a administradores de fondos de cobertura. El administrador de fondos alternativo CarVal Investors LP compró más de US$ 500 millones en préstamos de GoodLeap y Blackstone Group Inc. compró grandes cantidades de la compañía cuando los mercados de bonos se apretaron en el verano del 2020, afirmaron personas familiarizadas con el asunto.
El mercado de bonos solares todavía es pequeño, pero ahora está comenzando a atraer a inversionistas tradicionales más grandes, afirmó Rob Camacho, codirector de crédito estructurado de Blackstone. “Este mercado va a crecer mucho, por lo que hay administradores de dinero dispuestos a dedicarle tiempo”, afirmó.
BlackRock Inc., la compañía de administración de fondos más grande del mundo, ha comenzado a comprar bonos solares, afirmó una persona familiarizada con el asunto.
A medida que el mercado se expande, también podría aumentar el riesgo de los préstamos que respaldan los bonos solares. El puntaje FICO (un estándar para medir el riesgo de ciertos créditos) promedio de los prestatarios de préstamos solares es de aproximadamente 745, pero “definitivamente existe la posibilidad de que la industria se expanda a prestatarios que se encuentran en el espectro crediticio más bajo”, afirmó Melvin Zhou, analista de Kroll Bond Rating Agency LLC.
El mayor apoyo del gobierno está desempeñando un papel en el crecimiento de la industria, afirmó Bryan White, analista solar de la firma de investigación de mercado Wood Mackenzie. El crédito fiscal federal por inversión del 26% en paneles solares residenciales expirará por completo en 2024, pero la administración Biden y los demócratas en el Congreso están trabajando para extenderlo hasta ocho años a través del actual proceso de conciliación presupuestaria, afirmó.
“Hoy es un gran día para la energía solar”, sentenció Rudin el jueves cuando el cielo azul reemplazó al aguacero torrencial del huracán Ida. “Estoy exportando cinco kilowatts a la red y son solo las 9 a.m.”
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