La “salsa secreta” de Warren Buffett pasa por una de las estrategias más básicas de la inversión
Los valores con dividendos son fundamentales para la cartera de Berkshire Hathaway, que se espera que genere unos US$ 5.700 millones en efectivo este año. Casi una quinta parte de ese dinero procederá de Chevron y también recaudará más de US$ 700 millones cada una de Coca-Cola, Apple y Bank of America.
¿Qué ha hecho que la cartera de acciones de Warren Buffett haya tenido tanto éxito a lo largo del tiempo?
Una respuesta es su asombrosa habilidad para elegir buenas empresas. Otra, según Buffett, es algo más subestimado: la apreciación de las acciones que pagan dividendos.
Los valores que pagan dividendos son acciones de empresas que devuelven regularmente una parte de sus beneficios a los accionistas, normalmente en forma de efectivo.
La mayoría de las empresas en las que invierte Buffett reparten dividendos. De hecho, este año se espera que Berkshire Hathaway, de Buffett, obtenga unos US$ 5.700 millones en efectivo de su cartera de acciones, según un análisis de los archivos de la empresa realizado por Dow Jones Market Data.
Casi una quinta parte de ese dinero procederá de Chevron, que el año pasado se convirtió en una de las mayores participaciones de Berkshire. El productor de petróleo ha aumentado sus dividendos durante 36 años consecutivos. Berkshire también está preparada para recaudar más de US$ 700 millones cada una de Coca-Cola, Apple y Bank of America, más de US$ 500 millones de Kraft Heinz y unos US$ 363 millones de American Express, de acuerdo a Dow Jones Market Data.
“Eso es lo que le encanta: los dividendos y las recompras”, dijo Todd Finkle, profesor de iniciativa empresarial en la Universidad Gonzaga y autor de un libro sobre la carrera de Buffett.
Según Finkle, Buffett ha destacado en la elección de compañías que han resistido el paso del tiempo a lo largo de muchos ciclos económicos, y también que han tenido aumento de sus dividendos. Esto ha elevado el valor de la cartera de acciones de Berkshire a lo largo del tiempo y se ha sumado a la amplia pila de efectivo que Berkshire puede utilizar en sus propios negocios, así como en adquisiciones y recompras de acciones.
La empresa tenía US$ 128.600 millones en efectivo y equivalentes a finales de 2022, según su último informe de resultados.
Los inversores tendrán la oportunidad de escuchar a Buffett el sábado, cuando suba al escenario en un centro de convenciones de Omaha, Nebraska, para dirigirse a miles de personas que asisten a la reunión anual de accionistas de Berkshire. Buffett suele abordar una variedad de temas en la reunión, incluyendo la economía, su filosofía sobre la inversión y, a veces, sus inversiones recientes.
Los valores con dividendos son atractivos para muchos inversores porque ofrecen pagos constantes como los bonos y, al mismo tiempo, tienen el potencial de ofrecer rendimientos mucho mayores si sube el precio de sus acciones. Disfrutaron de un periodo de rentabilidad superior a principios de 2022, cuando el nerviosismo por la inflación hizo que los inversores huyeran de muchas otras partes del mercado bursátil.
Pero, como todo en el mercado de renta variable, los dividendos conllevan riesgos. Las empresas pueden recortar o incluso suspender sus dividendos si se enfrentan a una crisis de liquidez. Esto puede hacer caer el precio de sus acciones, ya que los inversores suelen interpretar la decisión de una empresa de suspender su programa de dividendos como una señal de que se enfrenta a importantes problemas financieros. Los dividendos también tienden a rendir menos cuando los inversores se decantan más por valores de crecimiento relativamente caros, como ha sido el caso este año.
Para Buffett, los dividendos no son “la salsa secreta, pero son parte de ella”, señaló Finkle.
Por ejemplo, en 1994, Berkshire terminó de comprar los aproximadamente 400 millones de acciones de Coca-Cola que posee actualmente, por US$ 1.300 millones. Ese año, Berkshire recibió US$ 75 millones en dividendos en efectivo de Coca-Cola.
En 2022, Berkshire recibió US$ 704 millones en dividendos del fabricante de bebidas. El valor de su participación había aumentado a US$ 25.000 millones.
“El crecimiento se produjo cada año, tan cierto como los cumpleaños”, sostuvo Buffett en su carta anual a los accionistas, publicada a principios de este año. “Todo lo que Charlie Munger y yo teníamos que hacer era cobrar los cheques trimestrales de dividendos de Coca-Cola”, aseguró.
Buffett añadió en la carta que él y Munger, presidente y vicepresidente de Berkshire respectivamente, esperan que la empresa siga repartiendo mayores dividendos en el futuro. Tienen buenas razones para creer que así será: Coca-Cola indicó en febrero que había aprobado su 61º aumento anual consecutivo de dividendos.
Berkshire también se vio recompensada por invertir en American Express.
Completó la mayor parte de sus compras de acciones de American Express en 1995 por US$ 1.300 millones y recibió US$ 41 millones en dividendos ese año. El año pasado, la participación de Berkshire en la empresa estaba valorada en US$ 22.000 millones. Recibió US$ 302 millones en dividendos de American Express.
“Estas ganancias de dividendos, aunque agradables, están lejos de ser espectaculares”, aseguró Buffett en su carta. “Pero traen consigo importantes ganancias en los precios de las acciones”, añadió.
Berkshire no optó por reinvertir los dividendos que recibió de Coca-Cola y American Express de nuevo en esas acciones, una forma común en que muchos inversores terminan aumentando sus rendimientos con el tiempo. Su participación en ambas empresas ha aumentado a lo largo de los años gracias a las recompras.
Aunque Buffett no ha comentado públicamente por qué no ha comprado más acciones de Coca-Cola y American Express desde los años 90, sus seguidores han teorizado que se debe a su aversión a pagar de más por las inversiones.
“Para el inversor, un precio de compra demasiado alto por las acciones de una empresa excelente puede anular los efectos de una década posterior de evolución empresarial favorable”, escribió Buffett a los accionistas de Berkshire en 1983.
El martes, las acciones de Coca-Cola cerraron a US$ 64,01, no muy lejos de su récord de US$ 64,30 alcanzado en 2022, pero muy por encima del rango de US$ 10 a US$ 12 al que cotizaban en 1994.
“Consiguió un gran negocio con esas acciones”, dijo Finkle.
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