Las personas en Chile utilizan bodegas como una “extensión del hogar” y las pymes como “aliadas” para su crecimiento
Desde muebles hasta libros, son algunos de los objetos que los usuarios más guardan en bodegas, según un estudio de Mibodega. En la actualidad, el 60% de sus clientes son personas naturales, enfrentadas en su mayoría a la crisis habitacional, y el otro 40% son pequeñas empresas.
Los espacios reducidos y los altos costos asociados a la vivienda son algunas de las razones que explican la alta demanda de bodegas. Pero no son solo las familias las que están optando por este servicio, sino que también pymes que buscan estar más cerca de su público para competir así con las grandes empresas, sus consolidados centros de distribución y mayor logística.
Mibodega, del grupo Megacentro, es una de las empresas que ofrece este servicio en el país. La compañía cuenta con minibodegas en diez regiones del territorio nacional, desde Antofagasta hasta Puerto Montt. Sin embargo, concentra su oferta principalmente en la Región Metropolitana, donde posee cerca de veinte centros de almacenamiento. Las bodegas están ubicadas tanto en el centro como en zonas más alejadas de la ciudad y su uso varía según las necesidades de los clientes.
En un reciente “Estudio Perfilamiento y Compresión a Clientes”, realizado durante noviembre de 2024, la empresa analizó las principales características de las personas que utilizan sus bodegas, cuáles son los objetos que guardan, los factores más valorados a la hora de elegir un recinto y otros aspectos del mercado.
En conversación con Pulso, el subgerente de la compañía, Benjamín Matthews, detalló que en relación al número de usuarios, el 40% corresponde a empresas -el foco actual de Mibodega- y el 60% a personas naturales. De estos últimos, el 70% es hombres, los que van desde los 35 hasta los 64 años. En términos socioeconómicos, un 56% pertenece al estrato C1, un 37% al C2, y el resto a niveles más bajos.
De acuerdo a cifras del estudio, el 69% de las personas naturales guardan muebles o artículos del hogar; el 47% utiliza las bodegas para almacenar maletas con ropa; y un 40% para cajas con libros o recuerdos. Estos datos revelan el carácter cotidiano de los objetos que se almacenan en las minibodegas.
Para quienes arriendan bodegas la seguridad destaca como uno de los factores más importantes a considerar, con un 49% de las preferencias. En un contexto nacional donde hay una permanente sensación de inseguridad en la población, este aspecto se alza como muy relevante. “Hoy día el contexto de seguridad es que, en vez de ellos hacerse cargo de resguardar, prefieren entregarle la seguridad a un tercero, que en ese caso somos nosotros, donde ellos pueden estar tranquilos de que nosotros les vamos a cuidar la espalda, de que nosotros contamos con accesos, donde tenemos control de identidad, donde tenemos cámaras 24/7″, explica Matthews.
Otro aspecto fundamental es la ubicación y, con ella, la accesibilidad. La compañía detalla que todas las bodegas tienen demanda, independientemente de la zona donde están ubicadas, ya que los clientes discriminan por precio o cercanía, el factor principal del 56% de las personas consultadas. En función de aquello, eligen la que mejor se adapte a sus necesidades y presupuesto, en el caso de las personas naturales.
En tanto, las pymes eligen los recintos que se ubican cerca del mercado donde operan, generalmente en lugares con gran densidad geográfica o una alta tasa de despacho por habitante.
“Cada centro tiene su propia vida, su propia dinámica, su propio mix de clientes, y viene muy de la mano, sobre todo en las empresas, de la dinámica del sector”, enfatiza el subgerente.
El futuro del negocio
En Mibodega estiman que el futuro del negocio es prometedor, pese a que se prevé que la demanda sea menor a la disponibilidad e implementación de nuevos y más metros cuadrados. Las buenas perspectivas se basan en el hecho de que el 81% de las empresas consultadas en su estudio proyecta crecimiento en los próximos seis meses.
“Según el último informe, existen 91.000 m² de vacancia, y el mercado crece en promedio anual aproximadamente 15.000 m² . Por lo tanto, todavía existe un espacio enorme para poder absorber ese crecimiento y, de hecho, la expectativa es que las tasas de vacancia sigan aumentando, dado que los nuevos metros construidos son mayores a lo que crecen los clientes”, plantea Matthews. Todo esto considerando que las tasas de disponibilidad se encontraron en niveles muy bajos con el boom del ecommerce.
El mundo está viviendo un proceso de digitalización, y así también lo reconoce e integra Mibodega a su estrategia comercial. En este sentido la empresa ha hecho un esfuerzo importante por integrar nuevas tecnologías, como el big data y la inteligencia artificial. El uso de estas herramientas se ha consignado en la creación de una plataforma que permita obtener una atención instantánea.
Sin embargo, Matthews reconoce que, a pesar de los avances que lograron en 2024, aún les falta incluir estas tecnologías en otros niveles del servicio, ya sea en la “digitalización de las contrataciones, en el uso de las bodegas, y también en los accesos y controles de acceso”. Esta es una deuda pendiente, pero el camino ya se comenzó a recorrer y la empresa espera poder cumplir con las demandas de sus clientes y contribuir a la mejora del servicio.
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