Los economistas detrás de la idea de Lavín de utilizar los recursos del Seguro de Cesantía

Hace una semana el gobierno comenzó a analizar la propuesta que el alcalde de Las Condes y precandidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, planteó a principios de marzo y que buscaba hacer frente al proyecto del tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones.

La medida consiste en utilizar los recursos del Seguro de Cesantía para hacer frente a la crisis. De acuerdo a lo señalado, cada persona podría retirar un mínimo de $ 400 mil con un tope de $ 1 millón. El universo de beneficiarios serían casi 10,5 millones de personas.

Al principio, el Ejecutivo descartó esa idea. Sin embargo, con la llegada de Patricio Melero a la cartera de Trabajo y ante el avance del proyecto del tercer retiro, se comenzó a evaluar para llegar a un acuerdo.

Si bien se analizaron cifras y cobertura, no se logró el pacto con el oficialismo y el retiro de fondos avanzó al Senado. La opción que barajó el Ejecutivo es permitir el retiro por un monto máximo de $ 400 mil y sólo a personas con una renta de hasta $ 1,5 millones mensuales. Nuevas negociaciones podrían tener lugar ahora en el Senado, aunque nada asegura que prosperen.

La idea nació en el equipo económico que trabaja con el precandidato. Dos de sus integrantes pertenecen a la Fundación Aire Nuevo –cercana a Lavín-, que preside el exdiputado UDI, Ernesto Silva.

Se trata de los economistas Mario Claro y Anita Zaldívar. El primero es Ingeniero Comercial de Universidad Católica de Chile, con un MBA en Kellogg School, Northewestern University. Es también académico de la Universidad del Desarrollo y forma parte del directorio de la Fundación Aire Nuevo. La segunda es economista de la Universidad Católica, con un magister en esa misma casa de estudios. Antes de llegar a la fundación, donde es investigadora del Área Economía y Políticas Públicas, trabajó en F&K Consultores y en Libertad y Desarrollo.

El tercer miembro de este grupo de trabajo es el economista Tomás Flores. El académico de la Universidad Bernardo O’Higgins tiene una larga trayectoria en políticas públicas a través del Instituto Libertad y Desarrollo, y fue además subsecretario de Economía durante el primer gobierno de Sebastián Piñera.

Flores cuenta que el trabajo comenzó a fines de febrero y partió con el propósito de entregar una alternativa a la discusión que estaba comenzando en ese entonces a aparecer con fuerza: el tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones. “Pensamos en un instrumento que fuera fácil de usar como el retiro del 10% y que tuviera una cobertura importante. Y ahí llegamos al Seguro de Cesantía, porque al igual que el 10%, no tiene tanta burocracia”.

De allí en más tuvieron lugar las reuniones semanales por zoom donde iban intercambiando minutas de trabajo para ir afinando los cálculos. Luego, con la propuesta sobre la mesa, según cuenta Flores, la fueron testeando con varios expertos para tener una visión más amplia de la utilización de este instrumento. Entre los economistas consultados estuvieron el Coordinador Macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, el exjefe de la División de Estudios del Ministerio del Trabajo, Jorge Hermann, y el académico de la Universidad de Maryland, Sergio Urzúa, entre otros.

Sobre la viabilidad técnica y presupuestaria de la propuesta, Flores enfatiza que “mantenía el costo fiscal de los US$2.000 millones que se anunciaron para este fortalecer el Seguro de Cesantía. No se necesitaban recursos extras”.