Los militantes de Hamás detrás del ataque a Israel recaudaron millones en criptomonedas
Las transacciones en divisas digitales ponen de relieve los esfuerzos de EE.UU. e Israel por impedir el acceso de Hamás, la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá al financiamiento extranjero. Las billeteras conectadas a Hamás recibieron alrededor de US$ 41 millones entre agosto de 2021 y junio de este año, según la firma de análisis y software de cripto, BitOK, con sede en Tel Aviv.
El ataque relámpago de Hamás a Israel el pasado fin de semana ha suscitado la pregunta de cómo financió el grupo la operación sorpresa. Una respuesta: las criptomonedas.
Durante el año previo a los ataques, tres grupos militantes -Hamás, la Yihad Islámica Palestina (PIJ, por su sigla en inglés) y su aliado libanés Hezbolá- recibieron grandes cantidades de fondos a través de criptomonedas, según una revisión de las órdenes de incautación del gobierno israelí y los informes de análisis de cadena de bloques (blockchain).
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Los monederos de divisas digitales que las autoridades israelíes vincularon con la PIJ recibieron hasta US$ 93 millones en criptomonedas entre agosto de 2021 y junio de este año, según mostró el análisis del destacado investigador de criptomonedas Elliptic.
Las billeteras conectadas a Hamás recibieron alrededor de US$ 41 millones en un período de tiempo similar, de acuerdo a la investigación de otra firma de análisis y software de cripto, BitOK, con sede en Tel Aviv.
Militantes de la PIJ se unieron a Hamás el sábado para irrumpir en Israel desde la Franja de Gaza, matando a unos 900 civiles y secuestrando al menos a un centenar más. Al menos 700 palestinos han muerto desde que Israel tomó represalias con una oleada de ataques contra Gaza.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, no hizo comentarios sobre el uso de criptomonedas por parte de los grupos. Tampoco se pudo contactar con la PIJ ni con Hezbolá para que hicieran comentarios.
Los tres grupos militantes han sido designados organizaciones terroristas extranjeras por el gobierno estadounidense y están sujetos a sanciones del Departamento del Tesoro, lo que limita su acceso al sistema bancario internacional. Cualquiera que realice transacciones con estas entidades corre el riesgo de ser perseguido penalmente y de ser objeto de sanciones.
Las criptotransacciones ponen de relieve cómo Estados Unidos e Israel han luchado por cortar el acceso de esos grupos a la financiación extranjera, según afirman analistas y antiguos funcionarios occidentales especializados en terrorismo. PIJ y Hamás, que ostenta el poder en Gaza, fueron capaces de amasar armamento y otros equipos en las narices del gobierno de Israel, para lanzar la ofensiva más significativa en su contra desde la Guerra de Yom Kippur de 1973.
No se pudo determinar si el cripto que recibieron se utilizó directamente para financiar el asalto. Tampoco se pudo determinar cuánto cripto incautaron las autoridades israelíes de las carteras. Los investigadores dijeron que probablemente habría sido un pequeño porcentaje de la cantidad total de fondos que fluyeron a través de ellos.
La policía israelí sostuvo el martes que congeló más cuentas de criptomonedas utilizadas por Hamás para solicitar donaciones en las redes sociales, como parte de un esfuerzo continuo para localizar la “infraestructura financiera en criptomonedas utilizada por entidades terroristas para financiar sus actividades”.
Las criptomonedas permiten a los usuarios eludir a los bancos mediante la transferencia instantánea de tokens entre carteras digitales, que normalmente se mantienen en una bolsa de criptomonedas. El Departamento del Tesoro de EE.UU., en un informe del año pasado, afirmó que las lagunas en los controles de delitos financieros en dichos intercambios de criptomonedas pueden permitir que los grupos terroristas hagan un uso indebido de ellas, señalando que el Estado Islámico y Al Qaeda también habían recibido donaciones en criptomonedas.
Tras una operación llevada a cabo en junio para incautar criptomonedas pertenecientes a Hezbolá, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que el uso de monedas digitales hacía cada vez más compleja la tarea de frenar la financiación del terrorismo.
“No es una tarea fácil”, afirmó Gallant.
En una orden del mes siguiente contra los monederos de la PIJ, la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo de Israel también solicitó la incautación de cualquier criptomoneda mantenida en 67 cuentas de clientes en Binance, la mayor bolsa de criptomonedas del mundo. Órdenes anteriores de este año de la Oficina contra Hamás y Hezbolá también pretendían confiscar fondos en Binance. El Departamento de Justicia de EE.UU. ha estado llevando a cabo una amplia investigación sobre los controles de la empresa contra el blanqueo de dinero, según ha informado el Journal.
Un representante de Binance señaló que la bolsa colabora activamente con las fuerzas del orden, incluidas las de Israel, para combatir la financiación del terrorismo.
“En los últimos días, nuestro equipo ha estado trabajando en tiempo real, las 24 horas del día, para apoyar los esfuerzos en curso”, aseguró el representante. La policía israelí indicó el martes que las nuevas congelaciones de cuentas se llevaron a cabo con la ayuda de Binance.
Los investigadores que estudian la financiación de Hamás explican que las criptomonedas siguen siendo una de las herramientas que el grupo utiliza para recaudar fondos, incluida la entrada de dinero en efectivo en Gaza desde Egipto. Estados Unidos afirma que Irán ha sido durante mucho tiempo el principal benefactor del grupo, cifrando la financiación regular procedente de Teherán en unos US$ 100 millones al año.
“Las criptomonedas son otra cuerda en su arco”, dijo Joby Carpenter, especialista en criptomonedas y finanzas ilícitas de ACAMS, un grupo industrial para profesionales de la lucha contra el crimen financiero.
Hamás ha buscado públicamente recaudar fondos en cripto desde al menos 2019, cuando las Brigadas al-Qassam comenzaron a pedir a sus seguidores en su canal de Telegram que donaran bitcoin. “La realidad de la yihad es el gasto de esfuerzo y energía, y el dinero es la columna vertebral de la guerra”, escribió el grupo en un post, adjuntando una dirección de billetera que recibió alrededor de $ 30.000 en bitcoin ese año.
El grupo es uno de los usuarios de criptomonedas más sofisticados en el ámbito de la financiación del terrorismo, de acuerdo a Ari Redbord, exalto funcionario del Tesoro que ahora es jefe de política global en TRM Labs, una empresa de inteligencia de cadena de bloques que rastrea al grupo.
Hamás dejó de publicar las direcciones de sus donaciones para proteger el anonimato de los donantes después de que investigadores israelíes y estadounidenses rastrearan las transacciones en la cadena de bloques, los libros de contabilidad públicos que cotejan los datos de todas las transacciones en moneda digital.
Desde entonces, Hamás ha recurrido a procesadores de pagos que generan criptodirecciones y ayudan a ocultar su verdadera cartera de criptodivisas, incrustando enlaces a esos procesadores en las páginas de recaudación de fondos de sus sitios web, según Redbord.
Las Brigadas al-Qassam declararon en abril que dejarían de recibir donaciones a través de bitcoin y pidieron a sus seguidores que contribuyeran de otras formas. Esto fue “por preocupación por la seguridad de los donantes”, manifestó el grupo en Telegram, citando una “duplicación de los esfuerzos hostiles contra todos los que tratan de apoyar a la resistencia a través de esta moneda”.
Hamás y la PIJ ya habían acumulado millones de dólares en criptomonedas, según se desprende de las órdenes de incautación.
El análisis de Elliptic indicó que los grupos no sólo recaudaban fondos mediante criptomonedas, sino que también las utilizaban para mover fondos dentro de sus organizaciones. La firma de investigación con sede en Londres descubrió que los grupos separados también estaban transfiriendo fondos entre las billeteras de los demás, con la PIJ enviando más de US$ 12 millones en cripto a Hezbolá desde 2021.
Para las transacciones, utilizaron principalmente el tether stablecoin, que está vinculado al dólar estadounidense, evitando la volatilidad que afecta a otros tokens. Cuando se le preguntó sobre el uso de su token, Tether dijo que mantiene su compromiso de disuadir la participación terrorista, incluso mediante la congelación de billeteras relacionadas. La empresa colaboró estrechamente con las fuerzas de seguridad de todo el mundo para restringir las actividades ilícitas, afirmó Tether.
El uso de criptomonedas es “mucho más fácil que el contrabando de dinero en efectivo a través de la frontera de Egipto”, sostuvo Matthew Price, un exinvestigador del IRS que ahora dirige el negocio de Elliptic trabajando con las fuerzas del orden.
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