Morfina económica
"El consumo privado se expandió en el segundo trimestre en 33,7% en doce meses y la inversión en 24,8% anual. Pero hay que tener cuidado con pensar que estos crecimientos son extrapolables, porque el efecto estadístico puede ser muy distorsionador".
El crecimiento interanual del segundo trimestre de 18,1% -el mayor desde que existen cifras comparables-, es sin duda una buena noticia, porque refleja que el apagón económico que provocó la crisis sanitaria se ha revertido más rápido de lo que anticipábamos.
En esta recuperación acelerada han contribuido el mejor escenario externo, la recuperación progresiva de la actividad -de la mano de un exitoso proceso de vacunación-, los paquetes de estímulo fiscal, una política monetaria ultra expansiva y los retiros sucesivos de los fondos de pensiones. Gracias a este mix, el consumo privado se expandió en el segundo trimestre en 33,7% en doce meses y la inversión en 24,8% anual.
Pero hay que tener cuidado con pensar que estos crecimientos son extrapolables, porque el efecto estadístico puede ser muy distorsionador. Por ejemplo, cuando comparamos la inversión del segundo trimestre de este año con el tercer trimestre de 2019 -previo a la crisis sanitaria y el estallido social, usando la serie desestacionalizada-, la formación bruta de capital fijo registra una caída acumulada de 0,9% en este periodo. Esta se descompone de una caída abrupta de 8% del componente “construcción y otras obras”, mientras “maquinarias y equipos” registró un alza de 10,7% en el mismo periodo. Es decir, desde el tercer trimestre de 2019 se aprecia un esfuerzo de las empresas por invertir en reposición de equipamiento o transformación digital, pero la inversión de base -asociada a proyectos de mayor envergadura- se mantiene completamente rezagada.
¿Significa esto que es necesario mantener los estímulos? Todo lo contrario. Las inyecciones de liquidez de las transferencias fiscales y los retiros de las AFP han apalancado el consumo, que en buena medida es abastecido por productos importados. Basta ver el crecimiento de 130% del consumo de bienes durables en el segundo trimestre, la mayoría producido fuera de nuestras fronteras. Esto sugiere que una parte no despreciable de los ingresos que han recibido las familias han ido a parar a nuestros principales socios comerciales.
Pero los equilibrios macroeconómicos locales se han resentido. El déficit estructural fiscal llegará este 2021 a 9,5% del PIB, la deuda fiscal escalará al 34% del PIB -calculados antes del IFE extendido-, y la inflación anual está en 4,5%, por sobre el rango definido por el Banco Central. Mientras tanto, pese a que las remuneraciones reales han subido y la cantidad de vacantes de puestos de trabajo ha aumentado progresivamente, los niveles de inactividad laboral se mantienen anormalmente altos.
¿Conclusión? La morfina fue fundamental para evitar el dolor extremo del paciente, pero dado que el tratamiento ha sido más que exitoso es momento de empezar a retirarla y aplicar tratamientos focalizados. No vaya a ser cosa que el paciente se vuelva adicto.
*Javier Vega, economista.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.