Natalia Compagnon demanda al Banco de Chile, Sebastián Dávalos y su actual pareja por venta de casa: “El precio no es real”
La cientista política acusa que la compraventa fue un "contrato simulado" y por ello demandó la nulidad de la operación. La propiedad de La Reina es ocupada por Compagnon y los hijos de ambos, y fue vendida por Sebastián Dávalos a su actual pareja, María José Cordero. Esta última había iniciado un juicio de precario para la restitución del inmueble.
Natalia Compagnon presentó una demanda de nulidad por simulación de contrato en contra del Banco de Chile; Sebastián Dávalos -hijo de la presidenta Michelle Bachelet- y su actual pareja, María José Cordero, por la venta de la casa en que vive actualmente la cientista política en La Reina, Región Metropolitana.
En la acción judicial, la ex socia de Caval denunció que el 27 de julio de 2022, los demandados celebraron, en la 48° Notaría de Santiago, un contrato en el que Dávalos vendió a Cordero el inmueble ubicado en calle Julia Berstein y su estacionamiento a través del cambio de deudor en un crédito hipotecario de tasa fija con el banco ligado al grupo Luksic.
Luego de terminar su relación, Compagnon y Dávalos se han enfrascado en una disputa patrimonial. A todo ello se sumó otra causa por violencia intrafamiliar que la exsocia de Caval inició en contra de su aún esposo.
Pulso tuvo acceso a la demanda presentada el 14 de diciembre de 2022, pero que recién hace pocas semanas se hizo pública en el Sistema del Poder Judicial, luego de ser notificada a las partes. En ella, la cientista política sostuvo que Dávalos habría adquirido la propiedad a la Inmobiliaria y Constructora Las Canteras Limitada el 5 de enero de 2011.
“La propiedad supuestamente fue vendida en 8.500 UF ($305 millones), pagadera en dos partes, la primera de ellas en la suma de 5905,75 UF ($212 millones), que supuestamente pagó la Sra. Cordero al Sr. Dávalos en dinero en efectivo, al contado y a su entera satisfacción, y la suma restante de 2.594,25 UF ($94 millones), que el comprador paga al vendedor reconociendo y haciendo suyo el saldo total de la deuda hipotecaria que mantenía el Sr. Dávalos con el Banco de Chile”, acotó Compagnon en la acción judicial notificada al banco el 20 de febrero.
En el documento, denunció que Dávalos y Cordero “tienen una relación de convivencia, e incluso habrían contraído matrimonio en Argentina, sin haberlo inscrito en Chile, por la obvia razón que en nuestro país se encuentra unido por un vínculo no disuelto, lo anterior, claramente nos lleva indefectiblemente a la conclusión que el contrato de compraventa es totalmente simulado, toda vez que la entrega de dinero no ha existido de una parte a otra, aunque la escritura diga lo contrario”.
“Podemos establecer que el precio no es real, y solamente se verificaría en el traspaso de la deuda en la suma de UF 2.594,25 ($94 millones), pero no en la mayor parte del precio, que supuestamente fue entregado en dinero en efectivo”, consignó el mismo escrito patrocinado por el abogado Ilan Eck.
En el mismo escrito acusó a Dávalos y su actual pareja de intentar engañar a terceros. Las partes recurren a esta figura jurídica con el objeto de hacer creer en la existencia de un acto jurídico irreal, ocultando así la verdadera voluntad de las partes, destacó el texto judicial.
“En los hechos, lo que pretendían las partes era simplemente traspasar la propiedad mencionada entre convivientes. Así las cosas, la intención de las partes al cometer la simulación impugnada, fue justamente distraer del patrimonio del Sr. Dávalos transfiriendo gratuitamente a su conviviente la Sra. Cordero, sin respetar los derechos de su cónyuge e hijos para vivir en dicha propiedad, que es la residencia principal de la familia”, consignó la demanda de Compagnon.
En su demanda, Compagnon solicitó al tribunal que se ordene a los demandados anular el “contrato simulado”, cancelando la inscripción de dominio que efectuó Sebastián Dávalos a favor de María José Cordero Rochet y que esta última sea responsable de los eventuales pérdidas o deterioros que ocurrieron en el inmueble.
A su juicio, la operación “se utiliza para ocultar una donación y renegociar una deuda. La compraventa es el acto simulado, como ha ocurrido en los hechos, pues aparentemente se realiza el negocio jurídico de vender un bien a cambio de un precio, pero en realidad lo que pretenden las partes es llevar a cabo un negocio distinto, que es el de donación; es decir, entregar un bien de manera gratuita sin obtener nada a cambio”.
Por otro lado, sostuvo que “el valor estipulado en el contrato que se impugna asignado especialmente al bien raíz, es irrisorio tomando en cuenta que el único valor real es del de 2.594,25 UF que es el reconocimiento de deuda con el Banco de Chile, atendido que este ni siquiera alcanza el valor del avalúo fiscal, ni menos aún el avalúo comercial”.
“María José Cordero Rochet carecía de las facultades económicas suficientes y necesarias como para haber pagado los montos. En dicho sentido, claramente el precio que se dispuso en el contrato no tiene la seriedad suficiente para ser objeto del contrato de compraventa, razón por la cual, debe declararse la nulidad del contrato”, acotó.
Pulso consultó a Banco de Chile sobre la acción judicial y declino efectuar comentarios sobre este artículo.
Juicio de precario
La acción de Compagnon ocurre luego de que el 11 de noviembre de 2022, María José Cordero, médico cirujana, presentara una demanda de precario, exigiendo la restitución de la casa.
En el escrito, patrocinado por el abogado Félix Antolín, Cordero sostuvo que desde fines de 2020 comenzó a interesarse en comprar una casa para tenerla primero como inversión y luego para vivir en ella.
“Inicié en ese entonces tratativas con su único dueño en tal época, Jorge Alberto Sebastián Dávalos Bachelet, quien, a pesar de mostrar cierto interés en vender, tenía alguna reticencia o incomodidad porque dicha propiedad estaba siendo ocupada por Natalia Compagnon Soto –quien si bien es actualmente su cónyuge, se encuentra separada de hecho desde el año 2017 –, los hijos de ambos, y la madre de esta última Margarita Soto Acevedo”, acotó Cordero.
Sin embargo, “pasó el tiempo y, COVID-19 de por medio, la situación económica del Sr. Dávalos empeoró significativamente, al punto que a inicios de 2022 ya no estaba en condiciones de financiar y mantener dos viviendas (la suya y la que ocupa Natalia Compagnon junto a su madre)”.
“Una vez materializada la compraventa y la respectiva inscripción conservatoria, Sebastián Dávalos me indicó que él hablaría con Natalia Compagnon y su madre para que desocuparan el inmueble de mi propiedad, solicitándome, de buena fe, un periodo de tolerancia para que pudieran organizarse y dejar la vivienda. Es así como acepté que las precaristas se quedaran en el inmueble como máximo hasta el día 31 de octubre, lo cual fue comunicado por Sebastián Dávalos a su ex–mujer con fecha 01 de septiembre”, concluyó Cordero.
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