Sebastián Edwards: “Más que ganadores, hubo perdedores. Perdieron el centro y la mesura”
El economista tiene una visión crítica de ambas candidaturas y sus programas económicos. Por ello, dice que tienen que sumar a nuevos personeros y “más aún, designar nuevos jefes de la campaña económica”. Señala que en el caso de Kast "necesita alguien que conozca el funcionamiento de los mercados y la realidad de los equilibrios fiscales". En cuanto a Boric, requiere sumar “'adultos' con experiencia".
El centro y la moderación. Esos fueron los grandes perdedores en estas elecciones presidenciales, dice de entrada el economista y académico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Sebastián Edwards. En su estilo directo y crítico sostiene que “ambas candidaturas (que pasaron a segunda vuelta) tienen que sumar a nuevos personeros a sus equipos económicos” y que “ambas candidaturas tienen programas económicos débiles, los que deberán ser reencauzados y revisados”.
Los candidatos que pasaron a segunda vuelta son quienes presentan proyectos de país diametralmente distintas. ¿Cómo analiza estos resultados desde el punto de vista de lo que José Antonio Kast (JAK) y Gabriel Boric ofrecen al país?
Me preocupa Chile. Hay dos aspectos alarmantes sobre los que hay reflexionar. El primero es la votación de Franco Parisi, y el segundo es la división geográfica del país. El que un candidato fantasma, como Parisi, haya llegado en tercer lugar, con cerca del 13%, refleja la descomposición de la política nacional. Un sistema que no resiste más y que debe reformarse con urgencia. No sabemos aún si Parisi apoyará a uno de los finalistas, pero me parece que desde un punto de vista programático es más cercano a José Antonio Kast. En lo geográfico, tenemos dos países con ideas antagónicas y casi irreconciliables. Los “territorios” pronunciados por el orden votando mayoritariamente por JAK, y ese gran ogro de concreto y acero que es Santiago optando por el progresismo activista. Lo grave es que los países fragmentado de esta manera difícilmente avanzan, y, en general, termina fracasando.
¿Cómo se puede entender que ganaran los candidatos con propuestas más extremas en lo económico y social?
Más que ganadores, hubo perdedores. Perdieron el centro y la mesura. Y, sin duda, la centroizquierda sufrió un fracaso estrepitoso, con Yasna Provoste, una candidata extraordinariamente débil, sin una espina dorsal y con posiciones cambiantes y oportunistas. Ambas candidaturas tienen programas económicos débiles, los que deberán ser reencauzados y revisados.
¿A qué se le puede atribuir la pérdida de votos que tuvo la izquierda, considerando lo que pasó en el plebiscito y en la composición de la Convención Constituyente?
La Convención Constitucional ha decepcionado a la ciudadanía en forma sistemática. La esperanza era que se creara una visión compartida y lo que se llamó la “casa de todos”. En vez de eso se ha visto un desfile de ideas refundacionales, una retórica ajena al temperamento nacional.
Desde el punto de vista de las propuestas económicas y sociales, ¿cómo las analiza? ¿Cuáles cree que son más implementables y mejores para el país?
En lo económico, el objetivo tiene que ser generar un nuevo impulso de modernización, de eficiencia, y de sana competencia económica sin abusos, sin monopolios, y sin ideas nostálgicas. Ello requiere programas económicos serios, diseñados por profesionales con experiencia, y que no se basen en ilusiones ni en quimeras. Ambas candidaturas tienen que sumar a nuevos personeros a sus equipos económicos. Más aún, ambas tienen que designar nuevos jefes de la campaña económica. José Antonio Kast necesita alguien que conozca el funcionamiento de los mercados y la realidad de los equilibrios fiscales. Boric, por su parte, necesita reemplazar a los encargados económicos, sumando “adultos” con experiencia y que conozcan la historia económica nacional y de la región.
¿Cuánto debería cambiar la propuesta tributaria de José Antonio Kast en caso de llegar a ser gobierno?
La política tributaria de Kast debe reformularse y ser realista. Puede tender a impuestos moderados en el largo plazo, pero la realidad es que la propuesta inicial no es factible en los próximos años. Un nuevo equipo, liderado por alguien como José Luis Daza, podría ordenar su propuesta, separando lo factible de lo deseable.
Por el otro lado, la reforma tributaria de Boric apunta a un aumento de la carga tributaria de 8 puntos en un plazo de 8 años. ¿Esa propuesta también se debe moderar si llega a ser gobierno?
La propuesta de Boric es el reverso de la de Kast, en el sentido que, proponiendo lo opuesto en términos de impuestos, es también una ilusión. No hay ninguna posibilidad de conseguir ese aumento de recaudación en un plazo tan corto. Yo he planteado en el pasado que en el largo plazo Chile debiera tender a una recaudación similar al promedio de la Ocde (30% del PIB). Pero eso tomará tiempo. Quizás 15 años. El problema del programa de Boric es que está basado en un enorme voluntarismo, y en una falta de conocimiento de la realidad económica del país. Paradójicamente, deben hacer algo similar a Kast: sumar, de inmediato y con urgencia, a personas con experiencia y credibilidad. Reemplazar al equipo juvenil por un equipo titular y probado. El problema, es que ello requiere sumar a personas que hasta ahora han despreciado en forma rotunda.
¿El apoyo que le entregó Álvaro Elizalde, presidente del PS, y la propia Yasna Provoste, anticipan un equipo con más experiencia para segunda vuelta?
El pronto apoyo de Álvaro Elizalde a Boric puede ser un abrazo del oso. Un apoyo que, en vez de ayudarlo, lo termine de hundir. Después de todo, el señor Elizalde destruyó al PS en forma trágica, y es uno de los grandes responsables de la crisis política nacional. El de Yasna Provoste es irrelevante. Es como multiplicar por cero.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.