Tomás Izquierdo y futuro ministro de Hacienda: “Es clave que ponga una persona que tenga un prestigio que uno sepa que no está dispuesta a hacer brutalidades”
"Lo que tiene que entender el presidente electo es que no puede ir contra los mercados y contra los empresarios, porque esa es la crónica de una muerte anunciada", dijo el gerente general de Gemines. Sobre el titular de Teatinos 120 sostuvo: "Andrea Repetto es la persona".
Gabriel Boric ganó por un amplio margen la segunda vuelta. Será entonces el Presidente de la República más joven y el más votado de la historia cuando asuma el cargo en marzo de 2022. Su holgado triunfo frente a José Antonio Kast -de 55% versus 44%- generó inmediatas reacciones en los mercados. El dólar trepó a nuevos máximos y la bolsa de Santiago baja con fuerza tras los resultados del balotaje.
Para los economistas será clave quiénes asuman en su equipo económico. Pulso conversó con el gerente general de Gemines Consultores, Tomás Izquierdo, quien enfatizó que quien asuma en Hacienda debe ser un nombre de prestigio, para dar tranquilidad al mundo inversor y económico. Además, sostuvo que el nuevo Mandatario debe ir con los mercados, de lo contrario, indicó, que podría ser “la crónica de una muerte anunciada”.
Hemos visto una reacción importante en los mercados, con la bolsa cayendo y el dólar en máximos históricos. ¿Cómo debiera seguir su evolución y de qué depende, tras el abultado triunfo de Boric?
-Yo creo que la reacción de los mercados hoy día es una sobrerreacción. Esa sobrerreacción tiene que ver con la sorpresa de un resultado muy por sobre lo esperado. Uno podría pensar que los mercados tenían internalizado un triunfo de Boric, pero no esta diferencia. Esa sola sorpresa genera un temor en los mercados, respecto que pueda haber cambios profundos en el modelo y que lleva los precios a ese nivel. Creo que se van a devolver. Hay que tener en cuenta varios elementos clave. Uno muy relevante que va a ganar más peso es el Senado que tenemos. Tenemos un Senado empatado y eso es un dique para avanzar con un ritmo acelerado en reformas muy disruptivas. Una segunda cuestión clave es que tenemos un Banco Central independiente, y yo diría que el riesgo de que pierda su independencia es muy bajo. Esto es clave para diferenciarnos de otras economías latinoamericanas. Si Boric, desconociendo su discurso de la segunda vuelta, fuera hacia un plan fiscal irresponsable -que creo que no va a ser así-, tiene como contendor al Banco Central, que en ese escenario va a ocupar su instrumento y va a subir la tasa todo lo que sea necesario.
Creo que el gobierno de Boric va a tener que privilegiar algunas reformas que son urgentes, pensiones es prioritario, y explicar a la gente que las condiciones no están para avanzar más rápido. Hay que avanzar en una consolidación fiscal y enfriar la economía, para evitar que la inflación persevere y explicar eso a la gente. Como ha tenido la capacidad empática para entender lo que la gente necesitaba, ahora deberá tener esa misma capacidad para explicar a la gente que, al menos en 2022, el avance que va a poder hacer es muy marginal.
¿Cuál es la importancia del discurso y del equipo económico, teniendo en consideración que viene un escenario económico complejo en 2022-2023?
-Aquí se va a medir su capacidad de liderazgo dentro de su grupo político de apoyo. El peso específico que puedan tener los miembros más ultra, particularmente de lo que va a ser la constitución de su equipo. Porque él fija una prioridad, o simplemente va a exacerbar que vamos a tener un 2022 peor a lo que se estima y un 2023 aún peor. El mundo está globalizado y el mercado financiero chileno está integrado. Si te desordenas de verdad, la respuesta en tiempo real instantánea es de afuera. Eso significa que el riesgo país se dispara, el servicio de la deuda pública se dispara, que la salida neta de capitales es gigantesca, que el Banco Central, para contrarrestar eso, tiene que subir la tasa al infinito, y ahí sí que la recesión te la encargo. Cualquier asesor económico razonable le puede explicar en 30 segundos que si se va por un lado chasconeado esto termina muy mal y pronto. En ese sentido, es clave a quien escoja en su equipo económico y político. No solo a quien escoja en Hacienda, sino que también en interior. Después, es clave que sea capaz de transmitir a sus votantes que van a hacer las cosas en la medida de lo posible. El dijo paso a paso. Si pone una prioridad, y creo que es pensiones, y después avanza en acuerdos respecto de otras cosas, pero que no le signifiquen plata en el corto plazo, puede hacer avances que en una primera etapa que no le signifiquen dinero.
¿Qué características debe tener el ministro o la ministra de Hacienda que nombre?
-Obviamente el más clave es el ministro de Hacienda por el tema que nos convoca, pero no puede poner un Jadue en Interior, porque eso es una contradicción. En Hacienda es clave que ponga una persona que tenga un peso específico, una trayectoria, un prestigio tal que uno sepa que esa persona no está dispuesta a hacer brutalidades. Que no está dispuesta a echar a perder toda la reputación que ha ganado en tantos años, promoviendo irresponsabilidades desde el Ministerio de Hacienda. No puede ser alguien poco conocido, aunque sea de orientación de mercado, porque no sirve. Que dé la impresión de que esa persona no está dispuesta a entregar su activo en pos de una campaña afiebrada y populista.
Hay algunos nombres que han trascendido como posibles. Se habla de Andrea Repetto, Roberto Zahler, Eduardo Engel, Guillermo Larraín ...
-Andrea Repetto es la persona. Es una mujer con mucha personalidad, con mucha fuerza. Él podría vender bien ese cargo entre comillas, en el hecho de que sea una mujer por primera vez ministra de Hacienda. Creo que Andrea es una buena carta, y otros nombres más probablemente no están dispuestos a aceptar, salvo que sea con muchas condiciones.
¿Pero es clave que sea una persona que dé esa confianza que usted planteaba?
-Sin duda. Lo que tiene que entender el presidente electo es que no puede ir contra los mercados y contra los empresarios, porque esa es la crónica de una muerte anunciada. El primer check es dejar todo lo posible tranquilos a los mercados, para que trabajen con él y no contra él. De lo contrario, es un fracaso seguro. Si se va por la libre y pone a (Nicolás) Grau o (Claudia) Sanhueza, eso no da confianza en los mercados. Él puede hacer la reforma tributaria que quiera, pero si la economía no crece, lejos de tener más recursos va a tener menos recursos. Sí o sí se tiene que abuenar con los mercados y, por lo tanto, es prioritario. De lo contrario, su proyecto parte muerto. Sin los mercados su proyecto parte muerto. Así de duro es el asunto. Esta es una economía chica, abierta, integrada. Ya hemos visto cuánto capital ha salido en los últimos meses.
Con un Senado empatado, una reforma como la de pensiones también va a tener dificultades y va a requerir de mucha negociación ...
-Eso es lo que los mercados van a empezar a leer y se va a reflejar tanto en la bolsa como en el dólar. Los mercados se van a dar cuenta de que el carril de cambios para adelante es estrecho. Esa estrechez la da el Senado y el Banco Central independiente, además de los mercados que reaccionan. La banda en la que se pueda mover es una banda estrecha. Va a tener que estar permanentemente negociando y eso obliga a que lo que haga sea ponderado. El único flanco abierto que queda y complica más profunda y largamente es el proyecto de la Convención Constitucional. Eso sigue abierto. La gente va a estar llamada a ponderarse, pero algunos podrán leer este triunfo de Boric como un espaldarazo a los ánimos refundacionales. Las señales que vayan apareciendo son súper relevantes, y como pimponea el Ejecutivo con la Convención, respetando su mandato e independencia, pero a la vez poniendo bordes. Es muy relevante.
¿No se ha resuelto entonces la incertidumbre con la elección, si aún queda este tema y el plebiscito de salida?
-Por suerte es un plebiscito con participación obligatoria. Queda la sensación, por lo que pasó en la primera vuelta y la elección parlamentaria, que el electorado no está dispuesto a apoyar cualquier cosa, y el fantasma del rechazo es un fantasma real.
La semana pasada el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés no descartó un escenario con un dólar a $1.000 si las cosas se hacen mal. ¿Ve esa posibilidad?
-Para validar esos niveles se necesitan dos cosas. Un Banco Central que se quede dormido y un gobierno que de verdad se pase de vueltas con una cantidad de anuncios súper amenazantes. Creo que ninguna de las dos cosas va a pasar. Por el contrario, creo que el dólar va a corregir a la baja. Estamos con un nivel récord histórico por lejos en términos reales. Tenemos un castigo respecto a las monedas con las cuales nos comparamos. Si Chile se toma rumbo hacia Venezuela, sí, pero si toma rumbo hacia Uruguay, no. Depende de las señales que vaya entregando el gobierno. El Banco Central no está dispuesto a validar un tipo de cambio a $1.000. Va a actuar. Salvo que el discurso sea ir a Venezuela. Ahí el Banco Central está sonado, ahí tiene que aceptar que es un país con un nivel de riesgo mucho mayor y un tipo de cambio mucho más alto. El tipo de cambio va a corregir a la baja en la medida que Boric entregue señales tranquilizadoras. Basta que se empiecen a dar señales tranquilizadoras para que poco a poco se vayan votando posiciones y el tipo de cambio vaya corrigiendo para abajo.
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