Tras Imacec de abril, economistas proyectan que PIB del segundo trimestre se ubicaría entre 4,5% y 5,3%

Empeoran perspectivas para la inversión en construcción ante fuerte alza en costos de materiales y menor demanda por viviendas

La economía creció en el cuarto mes 6,9% en doce meses, ubicándose en la medianía del rango esperado por los economistas. No obstante, la serie desestacionalizada presentó una caída de 0,3% respecto del mes precedente. Las expectativas para mayo fluctúan entre 3,7% y 5,6%.


La economía creció en abril 6,9% en doce meses, con un Imacec ubicándose dentro en la medianía del rango esperado por los economistas. De acuerdo al Banco Central, la serie desestacionalizada presentó una caída de 0,3% respecto del mes precedente y un aumento de 8,2% en doce meses. El mes registró un día hábil menos que abril de 2021.

El aumento del Imacec fue explicado principalmente por las actividades de servicios y, en menor medida, por el comercio. En tanto, la producción de bienes cayó incidida por la minería.

Por su parte, la caída del Imacec desestacionalizado fue explicada por la producción de bienes, en particular por la minería, resultado compensado en parte por el aumento del comercio.

Este último punto es el que resalta la economista de EuroAmerica, Martina Ogaz, quien sostiene que “consideramos que en el actual Imacec toma mucha más relevancia la medición mes contra mes, la que registró una contracción mucho más acotada a la indicaban nuestras estimaciones, lo que daría piso para que la actividad durante 2022 se ubique más cerca de 2% que de 1%”.

Francisca Pérez, economista principal de Bci, comenta que “desde el próximo mes debería haber un cambio de tendencia en casi todos los sectores, ya que hay un cambio en la base de comparación. Servicios y comercio deberían mostrar un menor dinamismo del observado actualmente. Minería, por su parte, seguirá deprimido por la casi nula inversión que ha tenido el sector en los últimos cinco años. Desde mayo en adelante veremos menores tasas de crecimiento y ya en agosto observaríamos caídas anuales”.

Cristóbal Gamboni, investigador del OCEC-UDP, subraya que “en primer lugar, se sigue observando una normalización de la economía hacia niveles de tendencia. Aunque el crecimiento año contra año fue mayor al de marzo, (6,9% vs 6,4%), la caída del Imacec desestacionalizado da cuenta de dicha desaceleración”. No obstante, dice que “la desaceleración continúa, pero a ritmo aún pausado, lo que pone una cuota de duda sobre cuándo y cómo se producirá el ajuste más fuerte durante el año”.

Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, añade que “se observa un grado mayor de resiliencia de la economía doméstica, lo cual constituye un factor positivo. Al analizar más en detalle el comportamiento de la serie desestacionalizada, se aprecia un claro proceso de desaceleración. De hecho, en el margen la economía se contrae”.

¿Qué viene ahora?

Tras el dato de abril, las expectativas para el Imacec de mayo fluctúan entre 3,7% y 5,6%, mientras que para el segundo trimestre los economistas esperan un PIB entre 4,5% y 5,3%, que se trataría de la menor expansión desde el primer primer trimestre de 2021.

“El sector comercio se mantendrá con un importante dinamismo, el que atribuimos a la importante liquidez que aún mantienen las personas y que probablemente tenga un lento ajuste durante el año”, dice Ogaz. Por el lado contrario, puntualiza que “está minería, sector que ya ha mostrado señales de desaceleración, seguido de la industria manufacturera y el resto del sector bienes, sectores que están altamente relacionados a la inversión. Esta última muy probablemente siga deteriorándose este año ante el alza de las tasas de referencia y la incertidumbre”.

Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, menciona que “si bien el consumo y servicios mantienen en pie a la economía, indicadores asociados a la inversión muestran un claro deterioro, y las confianzas empresariales (IMCE) conocidas esta mañana caen por cuarto mes consecutivo, y se ubican por tercer mes en zona de pesimismo. La desaceleración está en curso, mientras que se acentúan los riesgos de un crecimiento por debajo del potencial hacia el año 2023″.

Gamboni añade que “para el segundo trimestre, esperamos un crecimiento entre 4,5% y 5% anual, lo que llevaría a una muy leve caída en el índice desestacionalizado”.

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