Los efectos de la pandemia global siguen complicando el escenario macroeconómico, y economistas, empresarios, expertos y bancos han salido a expresar la necesidad de una garantía que asegure que el crédito fluya haca empresas de todo tamaño.
El financiamiento no estaría llegando a todos los sectores que lo requieren para afrontar el periodo de cuarentena, a pesar de que entre el 1 y 6 de abril los bancos del país han solicitado US$4.245 millones mediante las distintas facilidades que el Banco Central dispuso para afrontar la crisis.
Del ese total, las entidades han requerido US$2.124 millones a través de la Facilidad de Crédito Condicional al Incremento de las Colocaciones (FCIC), la cual implica préstamos por el 3% de la cartera de colocaciones comerciales y de consumo, es decir unos US$4.800 millones. Sin embargo, el monto total del préstamos puede aumentar en la medida que las entidades incrementen sus colocaciones en estos segmentos.
Adicionalmente, las entidades financieras solicitaron US$2.100 millones a la Línea de Crédito de Liquidez (LCL) en moneda nacional, la cual tiene por límite el encaje promedio en pesos de cada banco.
Por la mañana, el presidente de BancoEstado, Arturo Tagle, señaló que es necesario “aumentar los recursos a Fogape, aumentar el tamaño del fondo, para poder también llegar a empresas medianas e incluso algunas que ya están en la categoría cercanas a grande”, e incluso comentó que se deben buscar fórmulas “para empresas grandes que ya están diciendo que su proyección a tres meses es no resistir. Temas como que Fogape pueda dar créditos convertibles en acciones, en capital, con garantías en acciones de la misma compañías, creo que es un tema que hay que poner en la mesa y que hay que discutir ya”.