“Teníamos un préstamo aprobado, pero cuando la semana pasada fuimos a cobrarlo, nos dijeron que había vuelto al comité de crédito para reevaluarlo”, asegura el encargado de finanzas de una empresa que en bolsa vale más de US$1.000 millones, y cuyo relato en las últimas semanas se empieza a generalizar entre muchas compañías.
Las empresas están en búsqueda de liquidez para paliar los efectos negativos en la actividad provocada por el coronavirus, pero los bancos no están entregando todo el acceso que podrían llegar a requerir por la contingencia, o, más bien, están siendo selectivos en un contexto de amplía demanda. Ante ello, asegura el director de finanzas corporativas de una intermediaria local, algunas empresas se han acercado a compañías de seguros tanteando colocaciones privadas de bonos, pues el mercado público también está estrecho.
A mediados de febrero el Banco Central adoptó una serie de medidas para tratar de asegurar el flujo de créditos hacia las empresas y también normalizar el mercado de renta fija: entre ellas, la compra a los bancos de bonos bancarios por hasta US$8.000 millones, de los cuales han usado US$3.355 millones, y una línea de crédito por US$4.800 millones con cargo al 3% de la cartera comercial y de consumo. De esta, las entidades ya han retirado US$1.456,8 millones.
Guillermo Kautz, gerente de Renta Fija de MBI Inversiones, sostiene que las medidas tomadas por el Banco Central ayudan a que las tasas base bajen junto con los bonos bancarios, “lo que hace más atractivo el alto spread de los papeles corporativos con buenas clasificaciones de riesgo”, y en esa línea apunta a que en una eventual colocación, el mercado podría absorber papeles con notas s AA- hacia arriba.
Al respecto, Jorge Maureira, operador de Renta Fija en Tanner Investments, detalla que justamente por estos días el mercado ha estado comprando bonos bancarios, debido a que el spread -contra bonos de Tesorería- de estos bonos se encuentra alto respecto a su histórico, donde en la parte corta de 2 años se ubica entre 200 y 220 bp, de 3 años en 210 bp y 5 años en 190 bp”.
Las tasas de las aseguradoras
Sin embargo, algunas firmas consultadas apuntan a que el crédito está fluyendo, pero no tan rápido ni en la magnitud que podrían requerir. De hecho, un director de un banco pequeño de la plaza comenta que algunos de sus clientes empresas han acudido a ellos porque no han podido conseguir financiamiento en bancos de mayor tamaño, y que, dado esto, su actividad en el comité de créditos se han incrementado en alrededor de 20%.
En un audio enviado por Claudo Melandri, presidente de Santander, a los trabajadores de la entidad, sostuvo que “dada la magnitud de la emergencia se requerirán nuevas fórmulas para hacer que el crédito fluya”.
“No estamos pidiendo que nuestros créditos tengan 100% de garantía. No es eso. Pero claramente hoy en una coyuntura tan especial, donde un gerente de riesgo tiene que tomar la decisión para poder entregar nuevos créditos, yo estoy pensando en una situación a tres meses más por ejemplo, cuando veamos la real magnitud del problema, es muy necesario evaluar garantías estatales, que hoy se denominan Fogape, Fogain, que son garantías que existen para pequeñas empresas”, dijo.
En este complejo escenario, desde una compañía de seguros de vida indican que ya son varias las empresas que se han contactado con ellos buscan concretar colocaciones privadas de bonos.
Sin embargo, los precios no son los mismos que hace un mes, y para esta clase de operaciones se habrían incrementado entre 200 y 400 puntos base, dependiendo del sector. Así, para papeles AA, A y A-, las aseguradoras estarían pidiendo UF+4,6%, 7% y 8,5%, respectivamente.
Uno de los sectores que podría verse más afectado es el de crédito no bancario. Desde varias firmas del sector, aseguran que algunos de los bancos con los que mantienen compromisos rebajaron el monto de sus líneas de crédito o las congelaron en las últimas semanas.
Un gerente de un banco comenta que no están realizando recortes a nivel industria, sino que el análisis de riesgo se está realizando caso a caso, aunque reconoce que hay sectores, como el comercio y el financiero no bancario, incluyendo el factoring, que podrían verse más afectados.
Y el retiro de dinero por parte de clientes desde los fondos de deuda especializado en financiar compañías no bancarias de menor tamaño, como las de financiamiento automotriz, también impactará el sector, dice un director de una AGF.
Sin embargo, “no todos están recortando líneas o negando créditos, es caso a caso, banco a banco, y BancoEstado está funcionando”, asegura el gerente de finanzas de una compañía.
A pesar de la compleja situación que enfrenta el mercado, la semana pasada ingresaron a la Comisión para el Mercado Financiero tres solicitudes de inscripción de bonos: Wenco con dos líneas por UF6 millones cada una, a 10 y 30 años, e Inversiones Punta Blanca, por UF2.750.000. Además,hoy Feller Rate asignó clasificación “A” a la solvencia y las líneas de bonos, en proceso de inscripción, de Aceros AZA S.A En marzo, EFE realizó una solicitud de papeles por UF3.870.000, y en febrero sólo se registró SQM, con bonos a 10 y 30 años por UF 4 y UF8 millones.