En $31.330 millones se incrementaron las ganancias de LQIF, sociedad a través de la cual Citi y el grupo Luksic controlan Banco de Chile, debido al término de la deuda subordinada que la entidad mantenía con el Banco Central desde la crisis financiera de 1982.
A fines de abril de 2019, la Sociedad Matriz del Banco de Chile (SM Chile) concretó el pago de $90.299.886.695, correspondiente al remanente de la obligación subordinada contraída originalmente por el Banco de Chile, que totalizaba UF56 millones. La deuda se saldó 17 años antes de los pactado.
En su análisis razonado correspondiente a los estados financieros del último trimestre de 2019, LQ Inversiones Financieras detalló que logró un resultado neto atribuible a los propietarios de la controladora de $273.875 millones durante el ejercicio pasado, lo que representa un incremento de un 12,9% respecto de los $242.545 millones obtenidos al 31 de diciembre de 2018.
“Este incremento, se explica principalmente por un menor reconocimiento de intereses y reajustes producto del término de la Obligación Subordinada con el Banco Central de Chile, ocurrido el 30 de abril de 2019. Otro efecto de la señalada extinción de la Obligación Subordinada con el Banco Central de Chile, es que se igualaron los derechos económicos a los derechos políticos de LQIF y subsidiaria en Banco de Chile, pasando éstos de un 34,10% a un 51,15%.”, indicó la compañía
Efecto crisis social
En su análisis razonado, LQIF, controlada en partes iguales por Quiñenco y Citi, también detalló que las ganancias de Banco de Chile alcanzaron los $593.009 millones a diciembre de 2019, representando una disminución de 0,3% ($1.864 millones) con respecto al resultado obtenido a diciembre de 2018, aunque, indica el retorno sobre capital y reservas promedio se ubicó en 18,0%, por sobre el 12,8% registrado por el sistema.
“Este desempeño se logró en un entorno económico complejo y de elevada incertidumbre, y es fruto de una consistente estrategia de crecimiento rentable y sostenible”, dice la compañía.
Respecto de los daños producto de la crisis social, informó de un aumento de $2.221 millones en deterioros, mayormente ligado a daños de sucursales y cajeros automáticos, en el contexto de las manifestaciones ocurridas a partir del 18 de octubre.
En el caso del riesgo, apuntó que se observó un mayor gasto en el periodo explicado “principalmente por el deterioro visto durante el último trimestre de 2019, debido a la crisis social, lo cual afectó al sistema bancario chileno en términos de riesgo crediticio”, lo que conllevó “un mayor gasto por $60.100 millones, asociado principalmente a un aumento en la provisión producto de un deterioro neto en la calidad crediticia, causado por un aumento en la morosidad total en el mes de octubre, concentrado principalmente en el segmento banca minorista, que contribuyó con $38.100 millones”.
El año pasado la acción de Banco de Chile cayó 16,78%, y en lo que va de este ejercicio pierde otro 7,49%.