Una baja de 14,2% registran las acciones de Vapores en lo que va del ejercicio, presionadas por el impacto del coronavirus y sus efectos adversos en el comercio global, pero también por la adquisición de un paquete de acciones de Hapag-Lloyd que le permitió alcanzar un 30% de la propiedad.
La operación implicó un desembolso de US$330 millones, pero para financiarlo, Vapores anunció un aumento de capital por US$350 millones, el séptimo desde que el grupo Luksic entró a la propiedad.
Sin embargo, el escenario para Vapores está mejorando. Hapag-Lloyd anunció esta mañana que propondrá a la junta de accionistas un dividendo de 1,1 euros por acciones (por sobre los 0,15 euros del año pasado), lo que implica que su política de dividendos cambia desde el actual rango de 20-30%, hasta un 51,8%.
Con esto, Vapores, controlada por el grupo Luksic, recibirá 58 millones de euros por sus 52,7 millones de acciones, equivalentes a casi US$60 millones.
Desde hace meses, los dos mayores accionistas de la naviera alemana han sostenido una carrera por incrementar su participación en la compañía. Así, Vapores aumentó su posición desde un 26% a un 27,3% en 2019, mientras que Kühne pasó desde el 25% al 29,2% entre 2018 y 2019.
Este escenario llevó a la acción de Hapag-Lloyd a subir 241,5% en 2019.
En paralelo, en septiembre de 2019, Quiñenco adquirió un 4,89% de Vapores a través de la bolsa, incrementando su participación en la empresa desde un 56% a un 61%.