Inflación pone a prueba ciclos de relajación en América Latina
Los precios al consumidor de México mostraron la mayor alza desde noviembre debido a un aumento en los precios de los combustibles y la energía, mientras que Brasil registró la inflación mensual más rápida de este año en medio de los crecientes costos de vivienda y transporte.
La inflación se aceleró en Brasil y México en julio, lo que dio razones para que los encargados de política monetaria sean más cautelosos al decidir recortes adicionales de las tasas de interés para impulsar sus economías devastadas por el virus.
Los precios al consumidor de México mostraron la mayor alza desde noviembre debido a un aumento en los precios de los combustibles y la energía, mientras que Brasil registró la inflación mensual más rápida de este año en medio de los crecientes costos de vivienda y transporte. Las cifras se suman a las señales de que los ciclos anuales de flexibilización monetaria pueden estar llegando a su fin en ambos países.
El repunte del costo de vida de Brasil se produce en medio de la preocupación por los posibles efectos inflacionarios de un gasto público más rápido durante la pandemia de coronavirus. Mientras tanto, los encargados de política monetaria de México enfrentan dificultades para respaldar una economía que se espera que se contraiga casi 10% este año, mientras que los precios al consumidor suben por encima del objetivo.
“Un recorte adicional de tasas en Brasil puede generar problemas con los activos financieros y un mayor debilitamiento del real, mientras que proporciona pocos beneficios en términos de estímulo adicional”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. “El banco central de México es conservador y debería seguir siendo restrictivo. Pero, debido al gigantesco colapso de la economía, seguirá recortando”.
Se prevé que México reducirá los costos de endeudamiento a 4,5% el 13 de agosto, en lo que podría ser el recorte final de su ciclo. Factores como la inflación subyacente probablemente evitarán que Banxico reduzca su tasa de política más allá de ese nivel, escribió Joan Domene, economista sénior de Oxford Economics, en una nota de investigación publicada el viernes.
“Los impactos acumulados y la persistente debilidad del peso nublan las perspectivas a corto plazo, compensando la falta de demanda agregada y manteniendo la inflación subyacente incómodamente cerca del límite superior del objetivo”, escribió Domene. “Por lo tanto, esperamos que la mayoría de los miembros de Banxico sigan preocupados por la incertidumbre en torno al balance de riesgos para la inflación”.
Después de recortar la tasa Selic el miércoles a un mínimo histórico de 2%, los encargados de política monetaria señalaron que nuevas reducciones dependerían en gran medida de la trayectoria fiscal, ya que el Gobierno sigue gastando miles de millones de dólares en ayuda de emergencia para los trabajadores. El viernes, las tasas swap mostraron pocas posibilidades de otro recorte en septiembre.
“El resultado del IPCA de julio confirma la tesis de que, después de unos meses de deflación, la economía brasileña está mostrando algunas presiones inflacionarias que se reflejan naturalmente en la reanudación de la demanda”, según Victor Beyruti, analista de Guide Investimentos SA.
Sin duda, hay motivos para que los encargados de política monetaria de ambos países miren más allá del aumento de precios de julio. Además de las fuertes caídas del PIB este año, se prevé que la inflación anual de Brasil estará por debajo del objetivo hasta 2021, mientras que el subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel dijo en una entrevista el mes pasado que los aumentos más rápidos del costo de vida no durarán.
Ambas naciones reaccionaron a la fuerte desaceleración provocada por el coronavirus flexibilizando la política monetaria. México llegó a recortar los costos de endeudamiento en dos reuniones sorpresa este año, mientras que Brasil aumentó temporalmente el ritmo de las reducciones de tasas.
“Brasil ya señaló que probablemente este sea el último recorte de este ciclo”, dijo Win Thin, encargado global de estrategia cambiaria de Brown Brothers Harriman & Co, en referencia a la decisión del miércoles. “Es posible que México se desacelere a 25 puntos básicos, pero todavía soy partidario de un recorte de 50 puntos básicos la próxima semana”.
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