Son varias las áreas en que se puede avanzar para tener un mejor sistema financiero en el país, según plantearon hoy los dos candidatos para integrar la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Augusto Iglesias y Bernardita Piedrabuena, quienes llegarán a reemplazar a los comisionados Rosario Celedón y Christian Larraín, pues estos cumplirán su periodo el 7 de octubre.
Piedrabuena e Iglesias esta mañana hicieron una presentación a los senadores de la Comisión de Hacienda, donde detallaron las experiencia que tienen, y qué esperan hacer en caso de que el Parlamento apruebe sus designaciones como comisionados.
En esa línea, Piedrabuena detalló cuáles son las áreas en que cree que existen espacios “para mayores avances con la finalidad de tener un sistema financiero desarrollado e inclusivo, pero al mismo tiempo robusto y estable”.
Al respecto, señaló que “veo importante avanzar en la supervisión basada en riesgo de las compañías de seguros. También considero necesario dar nuevos pasos en pos de un modelo maduro y robusto de supervisión y regulación de conglomerados financieros, facultando al regulador para establecer requisitos de capital y liquidez que tomen en cuenta la estructura y efectos sistémicos de dichos conglomerados”.
Continuó diciendo que “es importante fortalecer la supervisión de la conducta de los agentes del mercado financiero, y aumentar la transparencia para promover la confianza en este mercado”.
Cuando se trata del área de bancos, Piedrabuena dijo que “si bien la modernización de la LGB fue un paso de suma importancia, queda pendiente fortalecer el marco de resolución bancaria, y el sistema de seguros de depósitos. Adicionalmente es necesario avanzar en un registro consolidado de deudas”.
Adicionalmente, detalló que “un tema de gran relevancia es que todas las decisiones que se adopten deben velar por un sistema financiero inclusivo, que dé cabida por igual a mujeres y hombres, jóvenes y adultos, empresas grandes y pequeñas, así como contribuir a fomentar un crecimiento amigable con el medio ambiente y las comunidades”.
Fintech
Piedrabuena comentó que “entre los temas que están tomando creciente importancia, veo necesario avanzar en integrar el perímetro regulatorio a los actores fintech, de forma tal de promover la competencia, permitiendo de este modo, aumentar los servicios a la población, y evitar el arbitraje regulatorio. Dicho arbitraje puede ser el origen de crisis financieras en el futuro”.
Sobre este último punto también coincidió Iglesias. En su discurso frente a los senadores, el actual asesor en pensiones del gobierno, señaló que “está el desafío de desarrollar un marco de regulación y fiscalización adecuado para las nuevas entidades financieras, denominadas fintech”.
Iglesias indicó que “no cabe duda que en cualquier mercado, y el mercado financiero no es la excepción, hay riesgos asociados a regular y sobrerregular, pero sin embargo, y especialmente en el mercado financiero, la regulación es una condición necesaria para el desarrollo del mercado, pues genera confianzas. Y vuelvo al tema de las fintech, eventualmente una hipótesis, parte de la lentitud en el desarrollo de las fintech en Chile, es la ausencia de un marco regulatorio”.
En ese sentido, agregó que “en ausencia de un marco regulatorio, los depositantes, en particular, no tienen todas las garantías, y por lo tanto, no desarrollan la confianza necesaria para usar esos instrumentos. Por lo tanto, la regulación, en el caso del sector financiero, me parece una condición necesaria para lograr el desarrollo”.
Las definiciones de Iglesias
El asesor presidencial en pensiones, dijo que “está el desafío, si se avanza en el Parlamento la aprobación de la ley de responsabilidad de agentes de mercado, normar e implementar esa ley”.
Iglesias también puso énfasis en el proceso de integración que lleva adelante la CMF. “Me parece que el desafío de implementar una entidad plenamente integrada aún no se ha concretado, sin duda hay muchos avances, pero esta tarea no se ha completado”, dijo.
Al respecto, explicó que “el modelo institucional de la Comisión sigue teniendo un carácter sectorial, con las tareas de fiscalización y regulación organizadas según mercados, siguen coexistiendo al interior de la Comisión dos culturas y realidades institucionales heredadas de la antigua SVS y SBIF”.
Añadió que “no cabe duda que culminar un proceso de integración exitosa, no supone solamente construir una cultura común, sino también estructurar una entidad dotada de todos los recursos necesarios para su tarea, y aquí hay un desafío muy importante para la Comisión”.
Puntualizó que “hay que definir el modelo operacional de la Comisión, hay que resolver cuestiones de dónde están las líneas de responsabilidad entre el Consejo y el cuerpo administrativo y ejecutivo de la Comisión, en fin, esa es una tarea importante”.
Otro tema que comentó Iglesias, es que “hay instrumentos de corto plazo, pero también hay cuestiones de fondo que se pueden hacer y que se deben estudiar y eventualmente implementar (…) estoy pensando, por ejemplo, en el impacto que puede tener la implementación de la ley de portabilidad sobre las condiciones de competencia en el sector bancario, y por lo tanto, sobre calidad de servicio”.
En esa línea, dijo que “aquí hay un desafío que le va a caer a la Comisión, de lograr la mejor implementación posible de esa ley. Está el desarrollo de estas nuevas tecnologías, o entidades financieras bancarias, las fintech, esto puede ser una fuente de competencia, muy importante y muy virtuosa para el sistema financiero, que también ayuda a dar respuestas permanentes a algunos de los desafíos que se plantearon”.
Por último, argumentó que “las sanciones tienen que ser proporcionales al daño, las sanciones tienen que disuadir. Si la sanción no disuade, si la sanción, por lo tanto, no es proporcional al daño, no va a ser efectiva. Ese tiene que ser un ámbito permanente de examen, estudio y ajuste continuo”.