Hoy se vota en la Comisión de Constitución del Senado hasta total despacho el nuevo retiro del 10% de las AFP, donde ya fue aprobado en general. Previo a la votación, el presidente del Banco Central (BC), Mario Marcel, acudió a presentar los efectos que tendría esta medida tanto en la economía como en los mercados.
En ese sentido, Marcel planteó que en el proyecto “se deberían considerar elementos mitigadores para enfrentar riesgos de efectos negativos en el corto plazo (...) Primero, en lo que se refiere a los plazos para la entrega de los fondos, el proyecto actual considera solo un pago en 30 días, versus el proyecto anterior con dos pagos en 40 días. Esto genera presiones de liquidez sobre los fondos pero también problemas operacionales en todo el proceso que sigue".
Al respeto, dijo que “el tema de los plazos no es solamente cuán presionados estén los fondos de pensiones para vender sus activos, sino que luego de eso hay una serie de desafíos logísticos, que tienen que ver con las transferencias de los fondos a los bancos, la disponibilización de los fondos para los afiliados, la disponibilidad de efectivo para aquellos que quieren retirar efectivo. Toda esa cadena logística requiere tiempo para poder operar de manera eficaz”.
En ese sentido, pidió prolongar plazo de la entrega de los fondos a los afiliados, al menos para los pagos de montos mayores. También advirtió que genera ruido el cambio de fondos de pensiones, que ocurre simultáneo con la liquidación de activos.
Con todo, señaló que el tercer factor de riesgo son las expectativas del mercado sobre una secuencia de futuros retiros, “porque al romperse la lógica de la única vez, esto puede afectar la credibilidad institucional, puede hacer subir las primas por riesgo, las AFP van a tender a tomar posiciones más líquidas y no más rentables para enfrentar futuros retiros, el espacio de acción para el BC va a ser menor frente a cambios más permanentes del mercado de capitales doméstico”.
Inflación
El presidente del BC también señaló que el efecto en inflación de este segundo retiro podría ser mayor a lo ocurrido tras el primero.
Sobre el impacto en precios, Marcel explicó que “hay limitación de stocks disponibles para la compra. Lo que hemos observado en los últimos meses es que no ha habido reposición de stocks en estas categorías, en estos productos, por lo tanto, es posible que un segundo retiro, en el cual vuelva a haber gasto concentrado en estos ítems, probablemente se encuentren con restricciones mayores del lado de los stocks, y la presión sobre los precios sea mayor, por lo tanto, es posible que en un segundo retiro tengamos un impacto algo mayor sobre la inflación”.
Explicó en un gráfico que juntaron “índices de ventas y de importaciones para automóviles, productos electrónicos y electrodomésticos, para vestuario y calzado, y vemos que en todos estos casos, aun cuando han aumentado las ventas, no han aumentado las importaciones. Y por otro lado, en el Índice de Percepciones de Negocios que aplica el BC, los planes de reposición de inventarios que recogemos de las empresas, es de una reposición ligera o considerablemente más lenta. Y la proporción de empresas del sector comercio que consideran que los inventarios están bajos, han aumentado también de manera significativa en el Imce”.
Con todo, detalló que en el primer retiro “tuvimos una proporción relativamente baja del retiro que fue a solventar el consumo habitual que incluye servicios, que son más intensivos en empleo. En un segundo retiro, dado el perfil de beneficiarios, o sea, personas de mayor edad, mayores ingresos, mayores saldos en los fondos de pensiones y que ya efectuaron un retiro anterior, es esperable que la proporción de un segundo retiro que se destine a inversiones financieras y consumo durable, probablemente sea mayor, y sea menor la proporción destinada a consumo no habitual y de servicios que generan un efecto multiplicador mayor”.
Efecto en mercados
Marcel recordó que “el impacto del primer retiro sobre los mercados financieros fue muy reducido por la liquidación concentrada en activos externos, este impacto en un segundo retiro es potencialmente mayor, sobre todo si es que a partir de aquí se genera la expectativa de nuevos retiros y si es que hay plazos menores de implementación, que es un tema que ha estado discutiendo la Comisión”.
Asimismo, Marcel dijo que “un segundo retiro del 10% presionaría en el corto plazo el mercado monetario, el de bonos bancarios, y generaría liquidaciones relevantes de activos externos. El efecto sobre los precios financieros dependería de la demanda sobre estos activos financieros, de la expectativa de nuevos retiros, y del margen de acción para los reguladores”.
Sobre el margen de acción, Marcel apuntó que “tanto por efecto de los programas de estímulo que ha implementado el BC, como por las propias medidas que tomó para limitar o facilitar el primer retiro, ha cambiado tanto la composición de los pasivos de la banca, como de los activos del BC. Del lado de los pasivos de la banca ha aumentado la proporción de deuda con el BC, que corresponde al FCIC. En cambio, se han reducido los depósitos en fondos mutuos, o los créditos externos”.
En tanto, “por el lado de los activos del BC, ha disminuido la proporción de activos de reserva, la reservas internacionales fundamentalmente, y ha aumentado en los créditos a los bancos, y el portafolio interno de inversiones. Ahora, por supuesto, esto ha ocurrido en un contexto donde se ha ampliado el balance del total de activos del banco. Se ha prácticamente duplicado como proporción de esto”.
En esa línea, comentó que, “hasta ahora, un instrumento que se ha usado mucho en todo este proceso, tanto para el estímulo a la actividad para inyectar liquidez a la economía, como para absorber el impacto del retiro de los fondos de pensiones, que han sido los bonos bancarios, actualmente el BC ya tenemos más de US$8.000 millones en bonos bancarios, y eso reduce nuestro margen de acción, porque los bonos bancarios son la deuda que tienen los bancos”.
Sobre ello, Marcel argumentó que “nosotros como BC no podemos terminar siendo el principal o único acreedor de la banca, no podemos aumentar ilimitadamente nuestra tenencia de bonos bancarios. Eso es algo que hay que tener en mente. Ahora, aparte de esto, por supuesto hay otras facultades que tiene el Banco (como) compra de bonos de Tesorería en el mercado secundario”.
Crecimiento
Marcel reiteró a los senadores cuál es el efecto de largo plazo de una reducción del ahorro previsional. “Dado que el retiro de los fondos no es un ingreso, sino que es la liquidación de un activo, el mayor consumo que se financia por esta vía genera un ahorro negativo para los hogares, entonces reduce el ahorro privado”, dijo.
En ese sentido, señaló que “si esa reducción del ahorro privado no se compensa con el aumento de ahorro de algún otro agente doméstico, entonces quedan dos alternativas: una es que el ahorro externo sea el mismo, y por lo tanto, se reduzca la inversión. Y la otra posibilidad es que se mantenga la inversión pero se requiera un ahorro externo mayor. Ese ahorro externo mayor significa que la economía se vuelve más dependiente de los flujos de capitales; y que el tipo de cambio, nuestra moneda, tiende a depreciarse en el largo plazo”.
Marcel también dijo que habrían efectos fiscales y que “también existen potenciales efectos sobre la prima de riesgo y los costos de financiamiento, si es que a partir de una medida como esta se generan dudas sobre la calidad de las instituciones locales, o simplemente si es que hay expectativas de que este es un proceso que no tiene un límite muy claro, y por lo tanto, todo este proceso de liquidación de activos y de cambios que implica para el mercado financiero, eso eleva el riesgo de la economía local, porque esa economía local tiene menos capacidad para separarse de lo que ocurra con los shocks externos, que ha sido una de las fortalezas que hemos tenido durante los últimos años”.
20% más rico y tributación
Marcel dijo que “un segundo retiro estaría más concentrado en afiliados del 20% más rico de la población, dado que este segmento ya hizo un retiro de la misma magnitud, y que su propensión a consumir bienes de consumo habitual es más bajo, el impacto sobre consumo privado, la demanda interna, y el Producto, probablemente sea menor en un segundo retiro”.
También se refirió a la tributación: “Además, este segundo retiro tendría un componente mayor de beneficios tributarios por exención de impuesto a la renta para los afiliados que pertenecen al quinto quintil. Para todos los efectos prácticos, dada la cobertura que tiene el impuesto a la renta en Chile, todos los que pagan impuesto a la renta están en el quinto quintil, ese segmento se benefició de la exención tributaria, y probablemente en un segundo retiro ese beneficio sea mayor porque al ser un ingreso adicional, le corresponde aplicar tasas marginales mayores, entonces, al estar exento el beneficio tributario es mayor”.
Marcel dijo que “esto contrasta con la menor magnitud del retiro para el primer quintil, al excluir a los afiliados que quedaron con saldo cero. Entonces, en la práctica, si queremos comparar estas dos cosas, el beneficio tributario acumulado para el 20% más rico, entre el primer y segundo retiro, sería largamente superior a todo el segundo retiro del 20% más pobre”.
De esta manera, agregó que “si uno combina el efecto de este segundo retiro, que tiende a estar más concentrado en los quintiles de mayores ingresos, que ya tuvieron el máximo de retiro anterior, lo combina con una presión adicional sobre la inflación, la efectividad o el impacto sobre la actividad del segundo retiro, sería entre un cuarto y un tercio menor al del primer retiro”.