40 horas: Comisión de Productividad ve caída de 3% en los salarios reales e impacto en PIB
Para amortiguar los impactos, el informe recomienda que se consideren mecanismos de flexibilidad que permitan aumentar la productividad, y plazos e instrumentos de ajuste que permitan a las firmas reorganizar su estructura productiva.
Seguramente cuando mañana la Comisión de Trabajo del Senado comience a analizar el proyecto de reducción de la jornada laboral a 40 horas, el informe de la Comisión Nacional de Productividad (CNP) -cuya versión preliminar fue publicada ayer- estará sobre la mesa y será un insumo más que permitirá alimentar el debate.
Las conclusiones de la CNP son claras: una reducción de 45 a 40 horas produciría una reducción en torno a 5% en las horas anuales efectivamente trabajadas (promedio por persona), lo que implicaría una caída de corto plazo en los salarios mensuales reales de 3% en promedio.
Asimismo, señala que "en un horizonte a 4-5 años, una reducción en el nivel del PIB de 2,5% a 7,5% respecto de un escenario sin reforma, y una caída en la productividad de 1% a 3,5% generada por reasignación del empleo estudiada a nivel microeconómico, pero con un incremento del stock de capital de 0,4% a 1%, presumiblemente sustituyendo el factor trabajo, que se encarece en términos relativos".
Para amortiguar los efectos, el informe concluye que "existen razones fundadas en evidencia doméstica y experiencia internacional que aconsejan un debate profundo del objetivo de la política, su diseño, y su implementación". En particular, afirma que "deben considerarse mecanismos de flexibilidad que permitan aumentar la productividad (que siendo muy baja en nuestro país se vería adicionalmente reducida por la reforma), y plazos e instrumentos de ajuste que permitan a las empresas reorganizar su estructura productiva, a modo de reducir los efectos negativos esperados".
El reporte menciona también lo sucedido cuando se redujo la jornada de 48 a 45 horas. "La reducción legal de jornada a 45 horas tuvo un efecto directo en los asalariados del sector privado que trabajaban 46 horas o más antes de la reforma. Para este grupo la reforma implicó una reducción del empleo en 4,5 puntos porcentuales, comparando antes y después de la implementación. El efecto fue mayor en los jóvenes (8,3pp), las mujeres (5,6pp), y las personas de nivel educacional medio (5,4pp)".
Se añade que "parte de la reducción en empleo del grupo afectado significó mayor desempleo, especialmente en hombres y en el grupo de 31-49 años. La probabilidad de desempleo para este grupo aumentó de 3% a 4,8%".
Ingreso per cápita
El reporte menciona que existe una relación directa entre el aumento del PIB per cápita y la reducción de horas. En el detalle, el estudio menciona que en Chile el crecimiento del ingreso per cápita de US$9.500 anuales en 1990 a US$15.600 en 2000 implicó una reducción de horas totales trabajadas de 2.422 a 2.263, al mismo tiempo que la jornada semanal efectiva bajó de 49 a 46 horas.
En 2010, en tanto, el ingreso alcanzó US$21.000 per cápita, mientras el total de horas trabajadas bajó a 2070, y la jornada semanal a 42,7 horas. En 2018 se tuvo un ingreso de US$25.100 per cápita, el total de horas trabajadas bajó a 1.941, y la jornada semanal a 41,3 horas. "Esta jornada semanal de 41,3 horas es exactamente la misma que los países de la Ocde (en promedio) trabajaban cuando tenían un nivel de ingreso equivalente en términos reales al de Chile en 2018. Es decir, Chile no es una anomalía en cuanto a su jornada semanal, o al total de horas trabajadas al año".
El documento añade además que es posible proyectar las horas trabajadas que el país alcanzaría bajo distintos supuestos de crecimiento. "Si a futuro creciéramos 2% anual per cápita (cerca de 3% de crecimiento para el PIB)-equivalente al promedio anual alcanzado durante la última década en Chile-estaríamos trabajando 40 horas semanales el año 2028, y las 37,7 horas que trabaja la Ocde hoy en el año 2047".
Mientras que, si se crece al 1% per cápita por año, estas jornadas se alcanzarían en los años 2038 y 2076, respectivamente. De crecer al 3% per cápita por año se alcanzarían en los años 2025 y 2037. "Resulta evidente que mejorar nuestra productividad-para aumentar el crecimiento económico-es relevante para generar condiciones que permitan acceder a mayor tiempo libre en un plazo menor".
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